Total Recall
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Douglas Quaid es un hombre con grandes sueños… pero su vida es aburrida y demasiado sencilla. Hasta que, por curiosidad, acude a “Rekall”, una empresa dedicada a implantar sueños para que la gente viva nuevas experiencias. Las que va a tener Quaid resultarán inolvidables… ¿o tal vez sean sólo producto de su imaginación? Bienvenidos a ‘Total Recall’.

“Si no soy yo, ¿Quién coño soy?” (Quaid)

Crítica de Total Recall

Cuando era muy pequeño flipé de lo lindo con Desafío Total’ (Paul Verhoeven, 1990). Esa película es, junto a Commando’ (Mark L. Lester, 1985) yDepredador’ (John McTiernan, 1987), de lo mejor de Arnold Schwarzenegger. Especialmente porque el film «perpetrado» por Paul Verhoeven es directamente una película de culto. Una cinta rodada con fuerza, interpretada verazmente y con una historia intrigante. La historia de un hombre que vive nuevas experiencias gracias a memorias implantadas que resultan muy reales.

La anterior era la premisa del film de Verhoeven y lo que la convirtió en un clásico del cine Sci-Fi. Además era una cinta bastante violenta. De hecho, el propio Verhoeven en la nueva edición doméstica de su película, comentaba que le obligaron a desechar planos por su excesiva brutalidad. Por otro lado, teníamos también el enorme carisma de Schwarzenegger que ayudaba bastante al espectador a meterse de lleno en la propuesta. Arnold proporcionaba a su personaje un status de carisma difícilmente superable.

Ahora vamos con la cinta/remake de Len Wiseman estrenada en 2012. Para empezar era francamente difícil, por no decir imposible, rodar una mejor versión de ‘Desafío total’. Hay que tener claro que resulta bastante evidente que el cine de hoy en día (especialmente el de acción) se quiere alejar de la idea de que “sólo los tipos duros son válidos para este tipo de cine”.

Por otro lado, la aparición del Batman’ de Christopher Nolan, y de Bourne, ha proporcionado a los estudios de Hollywood la idea de que el cine de acción que mueve es aquel que está rodado con «realismo y credibilidad», antes que el inverosímil y fantástico. Sin embargo, hay que reconocer que, en ciertas ocasiones, aparecen productos diferentes. Películas que, a pesar de tener una condición de “seriedad”, ciertos realizadores son capaces de imprimirles acertados niveles de buen espectáculo. Este tipo de cintas evitan así entrar en el «realismo» de los Nolan y cia.

Este film de Wiseman olvida el humor irónico que había en la película de Verhoeven. El nuevo realizador insufla a su cinta de un estilo muy propio y bastante creíble. De esta forma la aleja de la sombra de Marte del film de 1990. ‘Total Recall’ transcurre en un futuro en el que, tras la 3ª Guerra Mundial, la Tierra se encuentra divida en dos civilizaciones: la Colonia (según la película, antiguamente Australia) y la UFB (Unión Federal de Bretaña, básicamente las islas Británicas).

Al margen del cambio de escenario, la historia también sufre bastantes modificaciones. Eso sí, y para sorpresa, en ciertos momentos se nota que hay escenas calcadas del original. Un ejemplo sería aquella en la que Quaid recibe la visita del Dr. Edgemar diciéndole que todo lo que había vivido hasta ese momento era un sueño. Aquí tenemos una escena muy similar. No obstante, para evitar la condición de «plagio», se eliminan ciertos detalles y se cambian por otros.

Afortunadamente, Wiseman es consciente de que su guión bebe mucho de la película de Verhoeven. Por ello, y buscando el entretenimiento, imprime al film un buen ritmo, un notable plantel de actores (a pesar de que Colin Farrell no me parezca la mejor opción para interpretar a un personaje de estas características), unos efectos especiales de primer nivel y una buena dosis de espectáculo. Todo a base de homenajes y ciertas similitudes a otras cintas del género. Algunos ejemplos: La Colonia parece sacada de Blade Runner’. Los robots-policía que persiguen a Quaid son sacados de la notable Yo, Robot’. Y, finalmente, cierta persecución recuerda a ‘Minority Report’.

A nivel visual ‘Total Recall’ es sobresaliente. Len Wiseman consigue para su película una fotografía sucia, brillante y rodada cámara en mano. Pero que nadie se preocupe que está muy bien rodada, especialmente las peleas. Además el diseño de producción es bastante impactante. Y tal y como indiqué anteriormente, cuenta con unos efectos visuales que resultan excelentes. Todo esto conseguido gracias a un gran presupuesto de 125 millones… En la banda sonora, y sustituyendo al GRAN Jerry Goldsmith, encontramos a Harry Gregson-Williams. Su música, si bien funciona con las imágenes de lo que vemos, no llega a la memorabilidad de la partitura de Goldsmith.

Profundizando en los actores cabe decir que los mismos son bastante acertados. Desde un principio no veía a Colin Farrell en un papel de estas características pero, sorprendentemente, cumple medianamente bien. Otro de los grandes aciertos de Wiseman es el haber fichado a Jessica Biel y Kate Beckinsale para los personajes de Melina y Lori. La verdad es que ambas actrices brillan en sus papeles. Como comentario especial, el personaje de Lori de esta versión es una mezcla de Richter (interpretado por Michael Ironside en la cinta de 1990) y de la Lori de Sharon Stone.

También destacan por su presencia Bill Nighy y Bryan Cranston. El primero interpreta al rebelde Matthias. El segundo es Vilos Cohaagen, sustituyendo así al gran Ronny Cox de la película original. Si bien no llega a los niveles de «cabronismo» de aquel, hay que reconocerle a Cranston que no lo hace nada mal.

“¿Qué quieres que te diga? ¡Hago de la esposa perfecta!” (Lori)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Total Recall, una entretenida y espectacular «revisión» de un clásico. Cierto es que no llega a los grandes niveles del film protagonizado por Arnold Schwarzenegger. Ahora bien, cuenta con un acertado reparto, un ritmo adecuado y un excelente diseño de producción. Por desgracia, y como no podía ser de otra manera, su guión acusa ser demasiado “plagidero” del original. Aun así, no está nada mal.

Tráiler de Total Recall

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