Fast & Furious: Hobbs & Shaw
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Por fin tenemos entre manos el tan deseado spin-off de la saga ‘F&F’. Una película protagonizada por entero por Luke Hobbs y Deckard Shaw. Por separado son imparables. Juntos son invencibles. Llegó el momento de saber hasta dónde pueden llegar en ‘Fast & Furious: Hobbs & Shaw’.

“Digamos que soy el que parte y reparte” (Hobbs)
“Digamos que soy el que prepara el champán” (Shaw)

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Crítica de Fast & Furious: Hobbs & Shaw

¿Qué pensará Vin Diesel cuando vea esta película? Si es que la llega a ver, claro… Comienzo con esta pregunta esta reseña porque su querida franquicia de ‘F&F’ se convierte con este spin-off en una comedia. Una comedia pura y dura que no se toma en serio así misma ni un minuto. Tan es así que no falta a la fiesta ni la abuela con la chancla amenazando a un montón de forzudos con ponerlos firmes. Como podéis ver con ese ejemplo, la línea que separa la comedia de la gansada es aquí muy fina…

Cuando comenté Fast & Furious 8 ya avisé de que el guionista estrella, Chris Morgan, comenzaba a estar agotado. Ya allí se adivinaba un desgaste clarísimo de la saga. Para paliar esto, Morgan convierte ‘Hobbs & Shaw’ en una especie de película de Bud Spencer & Terence Hill pero con un presupuesto millonario y repleta de esteroides. Toda la película está salpicada de peleas por un tubo en las que los malos son zurrados como monigotes. La escena de las puertas de la central nuclear ucraniana es el perfecto ejemplo de esto que comento. En ningún momento del film sientes el más mínimo peligro por nuestros colosos protagonistas. Vale que en los films de ‘F&F’ también había peleas y escenas de superhéroes, pero al menos un mínimo de temor siempre estaba presente.

Por otro lado, Chris Morgan “apuntala” también lo que ya nos mostró en la citada ‘F8’. Así las cosas, ‘Hobbs & Shaw’ se convierte también en una especie de parodia de los films de James Bond. Nuestros protagonistas viajarán por todo el globo (en cuestión de minutos) para detener a una poderosa organización criminal, ETEON, que pretende someter a los “débiles” del mundo. Para completar la ecuación, a su líder no lo vemos nunca (es una voz distorsionada por ordenador) y su principal esbirro, Brixton, es una especie de Terminator humano.

Finalmente, el guionista “sazona” todo lo anterior con innumerables y continúas chanzas entre Hobbs & Shaw. Chulerías que terminan por aburrir más que por divertir. Amén de los continuos chistes y referencias a la cultura popular. Desde ‘Juego de Tronos’, pasando por ‘Terminator’, continuando con parodias a los films de los protagonistas y terminando con ‘Superman’. Nada o casi nadie se libra aquí del chiste. Así pues, vuelvo a la pregunta inicial relativa a Vin Diesel. Esto ya no es ‘F&F’. Esto es ‘Hobbs & Shaw’ y el “antetítulo” le sobra.

Dejando al margen el ridículo libreto de Morgan, lo mejor de ‘Hobbs & Shaw’ es la labor de David Leitch. El famoso stunt, metido hoy a cotizado director, hace que la película valga el precio de la entrada y más. Todas las escenas de acción que nos ofrece son alucinantes y excelsamente filmadas. En este aspecto sólo caben elogios. Aquí tendremos persecuciones automovilísticas de primerísimo nivel con especial mención a la inenarrable persecución final en Samoa: una implacable persecución entre un helicóptero y una grúa. También tendremos peleas de todo tipo culminando con el típico “final boss” y explosiones varias. En consecuencia, para el trabajo de David Leitch y de los especialistas Chris O’Hara y Greg Rementer sólo caben aplausos.

Lógicamente había que justificar el antetítulo ‘Fast & Furious’ y para esto también tenemos un gran desfile de vehículos. A la cabeza está el fabuloso y elegante McLaren 720S de Shaw. Dándole caza se presenta la espectacular motocicleta Triumph tuneada de Brixton que es capaz de manejarse sola y hasta ¡plegarse! Por su parte, el ejército de esbirros de Brixton se moverán en poderosos Range Rovers y los samoanos de Shaw circularán “a todo gas” en muy variopintos vehículos tuneados. Ver todos estos vehículos y toda esta acción sí que justifica lo de ‘F&F’.

“Soy el futuro de la humanidad”. Dos súper dos.

En el reparto todo era genial cuando se anunció el dúo formado por Dwayne Johnson y Jason Statham. Dos de los colosos más importantes del cine actual trabajando mano a mano. Sin embargo, lo que sucede es lo ya comentado: el libreto de Chris Morgan los convierte en sendas caricaturas con su aquiescencia e ineludible colaboración.

Johnson y Statham son retratados como dos machos alfa escupiéndose todo el rato chulerías para ver quién es más duro. Incluso llevan las chanzas más allá tomándose las peleas como un contador para ver quién zurra mejor. Así las cosas, no hay amenaza para ellos por ningún lado (salvo Brixton) y los esbirros son finiquitados con menos trabajo que el que ofrece el hecho de cazar a una mosca. Vuelvo a la comparación anterior con Bud Spencer y Terence Hill. En este film, Dwayne Johnson y Jason Statham son su versión macarra e hipertrofiada.

Por contra, Idris Elba y Vanessa Kirby se han tomado en serio su trabajo y sobresalen. Idris Elba encarna a Brixton con una profesionalidad encomiable dado el show que tiene delante. El actor londinense recrea a un “Terminator humano”, un “Superman negro” (definiciones de Hobbs) que vendió su alma al Diablo. Su villano resulta incansable y se las apaña fenomenalmente para patear a la vez a Statham & Johnson. Por su parte, Vanessa Kirby se lleva tantos o más elogios que Idris Elba. La actriz no sólo se preparó físicamente para su papel, sino que en la película no duda en pelear contra el mismísimo Hobbs. Por si esto no fuera suficiente, su Hattie es tan dura o más que Shaw y también zurra a cientos de esbirros con una superioridad insultante.

Del resto del elenco tengo que decir que hay dos apariciones especiales de actores famosos no acreditados. Es curioso esto porque ambos (no daré sus nombres para salvaguardar la sorpresa) tienen papeles importantes con choteo incluido. De Cliff Curtis transformado en hermano samoano de Hobbs es mejor no decir nada… Por otro lado, los fans de Joe Anoa’i aka Roman Reigns se sentirán decepcionados puesto que sólo hace bulto. Forma parte de la familia samoana de Hobbs y lo máximo que hace es pelear. Por su parte, Helen Mirren sale poco y para las risas. Finalmente, Eiza González da vida a una nada creíble jefa rusa que se pasea en top lencero y Eddie Marsan se convierte en un científico ruso ganador de 2 premios Nobel…

“¿Me parece que eres nuevo por aquí?” (Hattie)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Fast & Furious: Hobbs & Shaw, un film que Johnson y Statham han rodado para su completa y personal diversión. Como película de acción está muy notablemente rodada con escenas a cada cuál más imposible y espectacular. Como comedia acaba por saturar porque termina convertida en una autoparodia y ese no debería haber sido el camino. Al final terminas por no creerte nada y tomártelo todo a cachondeo, lo mismo que Johnson y Statham en pantalla. No le niego al film su diversión y entretenimiento. No obstante, este cúmulo de flipaduras no es lo que busco en una cinta o en una comedia de acción.

PD: Hay varias escenas post-créditos, la última de ellas al final de todo.

Tráiler de Fast & Furious: Hobbs & Shaw

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