Rocky V

Rocky regresa a Filadelfia desde la Unión Soviética después de vencer al gigante ruso Iván Drago. Sin embargo, al poco tiempo de regresar a casa, Rocky descubre que su combate contra Drago le ha causado un irreparable daño cerebral. Todo se complica cuando Rocky también descubre que su contable ha perdido toda su fortuna, en parte, provocado por un error de Paulie. Para saldar sus deudas, Rocky deberá subastar sus bienes y regresar a su antiguo barrio. Allí conocerá a un joven aspirante que le convence para que le entrene.
‘Rocky V’ puede parecer una secuela extraña, especialmente después de las dos entregas anteriores. Dos películas orientadas descaradamente hacia el terreno más festivo, adrenalítico y espectacular. Sin embargo, tras la épica victoria de Rocky ante Drago todo volvería a cambiar de nuevo…
«Mi ring está ahí fuera» (Rocky)
Crítica de Rocky V
En ‘Rocky V’ se aprecia un cambio tan brusco como el experimentado entre ‘Rocky’ y ‘Rocky II’, y ‘Rocky III’ y ‘Rocky IV’. En esta ocasión, retrocedemos hasta las verdaderas raíces del personaje (y de la franquicia en general). Por ello, esta (injustamente denostada) película es considerada como una de las secuelas más extrañas e infravaloradas.
Posiblemente estemos ante el film de Rocky más sólido a nivel interpretativo (con permiso de la primera película), más eficaz como producto dramático y más inteligente a la hora de hacer avanzar una trama que se encontraba alarmantemente estancada. Además, resulta interesante por el hecho de volver a transmitirnos una serie de valores. Valores y códigos que nos intentaron inculcar a través del famoso boxeador en sus dos primeras apariciones cinematográficas. Esto fue algo que se nos arrebató en las “cicladas” y llenas de testosterona ‘Rocky III’ y ‘IV’. Aquí asoman temas tan importantes como el legado, la unidad/ruptura familiar, la deslealtad o la caída a los infiernos tras el éxito. Estas temáticas son fielmente retratadas en esta película. Una cinta que no es otra cosa que una necesaria vuelta a los orígenes de un personaje que había caído peligrosamente en los excesos.
Por otra parte, entiendo la incomprensión generalizada en torno a esta película. La realidad es que se quebró de manera abrupta la inercia de enfrentar a Rocky contra un rival más fuerte y peligroso conforme iba avanzando la saga. Todo para presentarnos a un “contrincante” que no le llega ni a la suela de los zapatos a Drago, Lang o Creed. Me refiero al Tommy Gun interpretado por Tommy Morrison. Eso sí, se crea un oponente con sus propios demonios y mucho más realista y veraz que los anteriores rivales de Rocky.
También contrastó el cambio de ambiente, “look” y fotografía (deprimente y pesimista). Esto supuso una enorme antítesis ante la vistosidad, luz y el factor más festivalero en el que se desarrollaban las dos entregas anteriores. Una muestra evidente de que tanto John G. Avildsen, como el propio Stallone, querían hacer retornar al personaje hasta los orígenes. A esos orígenes de ambientes sombríos y poco optimistas. Entre ellos: la famosa taberna, las calles y barriadas de Filadelfia asoladas por la suciedad y mal ambiente, bandas callejeras, o un Paulie de nuevo sumido en la bebida.
El guión también fue tan sumamente doloroso que ni crítica ni público lo llegaron a arropar. En el film presenciamos la bancarrota de Rocky, la aparición de una lesión cerebral irreversible o en la pérdida emocional de su hijo. Sin embargo, desde un punto de vista artístico, resulta seductor y profundo. Tan es así que podríamos considerar a ‘Rocky V’ como una de las mejores películas de la saga. Eso sí, no esperen un combate final con Rocky de nuevo en el ring. En su lugar tenemos una sucia y cruda pelea callejera. Refriega que también fue duramente criticada en su día por salirse radicalmente de lo establecido. Por contra, a mi me parece a todas luces otro de los grandes aciertos del film.
Al margen de lo ya comentado, el verdadero problema de la película no es su cambio de estilo. Ni tan siquiera ese ligero tufillo a telefilm dramático que puede llegar a transmitir. El verdadero e imperdonable problema es su grave error de continuidad en determinados aspectos. Recordemos que ‘Rocky V’ comienza linealmente justo donde terminó la anterior. Resulta cuanto menos chocante que, pese a que transcurren unos pocos minutos después de aquel, todos los actores hayan envejecido cuatro o cinco años. Algo lógico, pues ‘Rocky IV’ se filmó en 1985, y la quinta entrega lo hizo en el 1990. Siendo el caso más notorio el asombroso crecimiento del hijo de Rocky (Sage Stallone). Quizás hubiera sido idóneo haber prolongado en el tiempo el espacio entre una secuela y otra. Eso en lugar de haber optado por empalmar con el final de la anterior para evitar esta gran incongruencia.
Por otra parte, también me resulta grave el enfoque que Sylvester Stallone le da a su personaje. Y no me refiero a su trabajo interpretativo como actor, el cual me parece realmente fabuloso. Me refiero al desdibujamiento de Rocky con respecto al de las dos películas anteriores. Me parece casi intolerable que el famoso púgil vuelva a mostrar al público su personalidad más ingenua, inocente y humorística. Todo ello representado a través de sus famosos tartamudeos, gestos o sus chistes malos. Si recordamos, en ‘Rocky III’ y ‘Rocky IV’, ese carácter se había esfumado por completo para ofrecernos un Rocky más culto, formal y serio. En cualquier caso, el verdadero problema de esto es más de aquellas dos secuelas que de ‘Rocky V’. La fama y el dinero jamás debieron repercutir en la personalidad, gestos o forma de articular palabra del Rocky más clásico.
Una curiosidad: Stallone escribió un final definitivo para Rocky. El potro italiano terminaba muriendo tras el combate contra Tommy Gun. Una leyenda urbana cuenta que en la red se llegó a ver una copia de trabajo (workprint) de ‘Rocky V’ que incluía ese trágico final. Aclarar que un «workprint» no es otra cosa que el ‘Director´s Cut’ sin remasterizar, con calidad casi inaudible y poco visible. En el mismo se «veía» a Rocky falleciendo en la ambulancia camino del hospital. Poco después, su espíritu aparecía subiendo las famosas escaleras del museo. Realmente dicho final nunca llegó a filmarse.
Por contra, el ‘Director´s Cut’ si es posible encontrarlo. Este montaje resulta aún más dramático si cabe, recuperando personajes del primer film. Este era el caso de Marie, la niña de la calle, a la que Rocky aconsejaba no salir con bandas por el peligro a convertirse en una prostituta, algo que llega a darse en este montaje. Otros cambios notorios de esta versión tienen que ver con el opening. Además, presenta unos créditos totalmente diferentes y un montaje radicalmente distinto al que todos conocemos. También hay nuevos diálogos, escenas extendidas y una pelea final callejera más larga. Amén de ciertos diálogos entre Rocky y Gun que fueron finalmente suprimidos. En resumen, una versión muy interesante.
En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de Rocky V, un film que gana con el paso del tiempo. Probablemente fuera el detonante de la resurrección del personaje en ‘Rocky Balboa’ y la más reciente ‘Creed’. Porque sin ‘Rocky V’ (y su necesario cambio de rumbo) no habríamos podido disfrutar de más películas sobre este personaje. Un personaje que, merecidamente, se convirtió por derecho propio en pura cultura-popular.
Tráiler de Rocky V
Escucha nuestro podcast
Reivindicable vuelta al origen. Buenas intenciones qué quizás no están explicadas con toda la libertad que Stallone quería. Demoledor retrato de avaricia por parte de Tommy Gunn y Washington Duke. Sly vuelve a ser ROCKY. Y de repente el gym, la cafetería, y la tienda están haciendo esquina en la misma calle. Sage Stallone logró dar nivel en un personaje nada fácil. Ojo a como Advilsen mejora el combate flashback del opening de ROCKY IV. La música de CONTI le da un punto extra.
Estoy completamente OK con todo el escrito de la crítica (aciertos y errores del film). Así pues, poco o nada voy a aportar con este pequeño texto, pero quiero dejar aquí mi «legado»…
Efectivamente, el film es un logrado intento de volver a las raíces y recuperar el sentimiento y la sensibilidad que se perdió con ‘Rocky III’ y ‘Rocky IV’. Además, se incorporan dos temas que creo muy importantes: los managers avariciosos, y la unidad y el legado familiar.
Las interpretaciones me parecieron de gran nivel. Stallone recupera al Rocky sentimental con el que nos atrapó en las dos primeras películas y tiene varias escenas buenísimas en este sentido (cuando entra por primera vez al destartalado gimnasio de Mickey y cuando discute con Adrian por cómo les ha tratado la vida). Talia Shire vuelve a recuperar el protagonismo perdido y luego está Richard Grant que devora con uñas y dientes su detestable papel de George Washington Duke. Sin olvidar a ese ingrato boxeador sin corazón al que dio vida Tommy Morrison.
Mi nota es un 7,5.