Resident Evil: El capítulo final
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Aparentemente con esta película se pone el cierre a una franquicia que comenzó en el año 2002 y que nadie esperaba que llegara tan lejos. Una saga que le dio a la gran Milla Jovovich la oportunidad de tener un personaje icónico en su filmografía. Un personaje al que recurrir una y otra vez. Una heroína mata-zombies que la convirtió en la mejor actriz de acción de nuestros tiempos. Bienvenidos al ¿final? de su historia. Bienvenidos a… ‘Resident Evil: El capítulo final’.

“Me llamo Alice y esta es mi historia. El final de mi historia” (Alice)

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Crítica de Resident Evil: El capítulo final

Pasada la introducción, nos adentramos ya sin más miramientos en lo que ofrece este “capítulo final”. Una ¿última entrega? en la que la labor de dirección de Paul W.S. Anderson presenta puntos positivos y negativos. Anderson vuelve a destacar sacando el máximo partido a los escasos 40 millones con los que ha contado para rodar un film de semejante envergadura. El inglés es un maestro en esto y cada dólar del presupuesto luce en pantalla haciendo, nuevamente, que la película parezca el doble de cara.

En esta ocasión, hay que resaltar su conseguida ambientación post-apocalíptica en Washington DC y exteriores (en realidad Sudáfrica, como ya detallaré luego), con unas formas y fotografía que recuerdan y mucho a las de El libro de Eli (Albert y Allen Hughes, 2010). También aplaudo la suciedad que impera en el film, sobre todo, en la “abandonada” Colmena y en los personajes. Esto último se nota especialmente en una Milla Jovovich que se muestra más llena de grasa y roña que en todas las demás entregas juntas.

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Por el contrario, Anderson fracasa estrepitosamente a la hora de filmar los combates uno contra uno. No sé qué demonios le ha podido pasar aquí porque en las anteriores entregas que dirigió esto no le había sucedido, todo lo contrario. El caso es que los combates de la película (y hay bastantes) son un desastre (sólo salvaría el Vs final). Todos los enfrentamientos están rodados al modo actual con unos frenéticos y nerviosos movimientos de cámara que impiden seguir la acción y ver casi nada de los impactos de los golpes. Esto hace que los Vs se vuelvan insufribles cuando tendrían que haber sido un disfrute total. Al menos este desastre se ve compensando con su buena labor en el resto de secuencias de acción. Secuencias que implican a los diferentes vehículos de la película, monstruos, explosiones, fuego,… Todo eso está bien filmado y con diferentes perspectivas y planos.

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El guión resulta aceptable, y es que hemos de tener en cuenta que el tema ya está muy estirado/gastado. Como aportes nuevos comentar que la historia de “El capítulo final” nos retrotrae al principio de todo. En la cinta se desvela el origen de “La Reina Roja” (la IA de La Colmena) ahondando en el pasado de la propia Alice e incorporando un elemento/toque fanático-bíblico. También existe un innegable y buscado “déjà vu” hacia los otros films de la saga, por ejemplo: el edificio fortificado de Ultratumba’, la trampa láser vista en Resident Evil y Extinción’, el empleo de los explicativos mapas holográficos (una constante en toda la saga), o el retorno a la propia Colmena. Además, se añaden “sorprendentes” vueltas de tuerca y se traen de regreso a personajes ya finiquitados en el pasado.

Los puntos más negativos del libreto son: el parecido ciertamente sospechoso entre el origen de “La Reina Roja” y la historia del Doctor Ashford vista en Apocalipsis’, el recurso ya utilizado anteriormente a la hora de traer a los personajes pasados (denota vagancia), el hecho de seguir infrautilizando a según qué personajes (en este caso, la china le ha tocado a Albert Wesker) y, finalmente, la nula trascendencia y empatía que transmiten unos secundarios absoluta y rotundamente olvidables. Amén de alguna que otra secuencia innecesaria (ciertas confrontaciones mentales entre Isaacs y Alice).

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Anteriormente me referí a la conseguida ambientación del film. En este sentido hay que resaltar el rodaje en exteriores de Sudáfrica (Johannesburgo y Ciudad del Cabo), haciéndola pasar por Washington DC y Raccoon City. Destacan especialmente las escenas rodadas en el edificio Ponte de Johannesburgo. Hablamos de un increíble rascacielos con un centro hueco en su interior y que es el más alto de Sudáfrica con 173 metros y 54 plantas. En “El capítulo final” hace las veces de fuerte contra los ataques de las hordas zombis.

Además, el diseñador de producción, Edward Thomas, replicó los viejos escenarios de “La Colmena”. Escenarios vistos por primera vez en el año 2002 en ‘Resident Evil’. Lógicamente, Thomas los recreó pero con un toque muchísimo más sucio, acorde al estilo de esta última entrega y al tiempo pasado. Esto le da un muy buscado aire tétrico y convierte a “La Colmena” en una auténtica “casa del terror” plagada de trampas mortales.

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“Todos moriréis aquí abajo”… Las seis vidas de Alice.

En el apartado actoral destacar, una vez más, la gran labor física de Milla Jovovich como Alice. Una Alice que, en esta ocasión, va a ser más breada que nunca. Tan es así que te preguntarás más de una vez cómo puede aguantar tantísimo castigo físico… Dejando al margen a Milla, quien más destaca es Iain Glen que, por aquellas cosas ya comentadas del libreto, regresa en su rol de Doctor Isaacs (visto al final de ‘Apocalipsis’ y villano principal de ‘Extinción’). Y el suyo es un regreso totalmente desatado, dando y recibiendo a diestro y siniestro y con la Biblia como soporte.

También hay que comentar el celebrado regreso de Ali Larter como Claire Redfield. Su rol se limita también a lo físico dando y recibiendo. Lo cierto es que en este cierre pocos o ningún personaje se libra de ser zurrado y/o finiquitado. Esto hace que gente como Ruby Rose (la mecánica Abigail), Fraser James (Razor), William Levy (Christian), Eoin Macken (Doc) o Milton Schorr sean mera carne de cañón.

Del lado de los villanos, al margen del ya citado Iain Glen, también regresa Shaw Roberts como Albert Wesker. Sin embargo, básicamente se limita a ser un mueble parlante sin mayor trascendencia. Algo parecido pasa con Joon-Gi Lee como Comandante Chu. Aunque a este último hay que reconocerle que por lo menos se muestra rabioso y saca a pasear sus puños con contundencia. ¡Ah! y ojo al debut de la pequeña Ever Anderson (la hija mayor de Milla Jovovich y Paul W.S. Anderson) como la proyección holográfica de «La Reina Roja».

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En conclusión.
Hora de despedirme yo también de la franquicia en este cierre de la crítica de Resident Evil: El capítulo final. Es cierto que puede que esta no sea la mejor película de la saga. No obstante, es un cierre más que correcto para una franquicia que nadie pensó jamás que podía llegar tan lejos. Una serie cuyas películas han sido objeto de duras críticas, pero que se ha mantenido contra viento y marea gracias a su espectacularidad, un público fiel que fue creciendo con el tiempo y a la dupla Jovovich & Anderson que pocas veces nos ha defraudado. Yo les echaré de menos. Si alguna vez regresan, pueden contar con mi bazooka. ¡Larga vida a Alice!

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Tráiler de Resident Evil: Capítulo final

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