Tekken: Linaje
El adolescente Jin Kazama vive formándose, física y mentalmente, en el estilo marcial de los Kazama entrenando con su madre, Jun. Sin embargo, una noche aparece una poderosa criatura que cambia radicalmente la vida de Jin. (Cineycine).
Netflix rescata para la animación actual todo un clásico del mundo de los videojuegos de lucha uno contra uno. En la siguiente review toca ponerse otra vez el kimono para participar en un nuevo Torneo del Puño de Hierro. Llegó el momento de descubrir la historia de los Kazama y Mishima en ‘Tekken: Linaje’.
“¿Qué es lo que te atormenta? ¿Qué ojos te observan desde la oscuridad?”
Resumen.
A continuación os dejo una breve sinopsis-resumen, sin destripes, de los 6 episodios que integran Tekken: Linaje. Esta serie fue vista en Netflix con un lanzamiento mundial el 18 de agosto de 2022.
Episodio 1.
El joven Jin Kazama vive en unos apartados bosques entrenando física y mentalmente con su madre, Jun, tratando de aprender el estilo marcial de los Kazama. Sin embargo, una noche aparece una temible criatura conocida como Ogre y todo cambia.
Episodio 2.
Jin consigue localizar a su abuelo: el poderoso magnate conocido como Heihachi Mishima. A regañadientes este decide entrenar a Jin en el cruel, implacable y durísimo estilo Mishima.
Episodio 3.
Jin, bajo el apellido Kazama, viaja a Perú para participar en una nueva edición del ‘Torneo del Puño de Hierro’. Grandes luchadores de todo el mundo y de diferentes disciplinas también llegan al país sudamericano para participar en el evento.
Episodio 4.
Las rondas del torneo se suceden con Jin avanzando triunfalmente mientras en su interior se debate entre seguir las enseñanzas de su madre o las de su durísimo abuelo.
Episodio 5.
King y Paul Phoenix llegan a semifinales por un lado del cuadro mientras Jin espera ya al vencedor. Por su parte, Heihachi prosigue su investigación del gen diabólico y sus verdaderos planes son revelados.
Episodio 6.
Finalmente, Jin deberá enfrentarse a Ogre… y para sobrevivir y vencer deberá hacer uso de lo mejor de las enseñanzas del estilo Kazama y del estilo Mishima.
Crítica de Tekken: Linaje
En 1994, la compañía Namco lanzó el ‘Tekken’, su propio juego de lucha uno contra uno para competir con los archifamosos ‘Street Fighter’ (Capcom) y ‘Mortal Kombat’ (Midway). Las principales diferencias con estos videojuegos consistían en la ausencia de magias en los luchadores y la incorporación de las 3Ds. Además, cada combatiente tenía su propio estilo de pelea que se plasmaba en golpes y combos propios e individualizados. Yo me sumé a la franquicia cuando salió al mercado el ‘Tekken 2’ (1995). Fue ahí cuando me enganché por completo jugando interminables partidas contra los amigos y estableciendo fuertes piques… También disfruté bastante con el ‘Tekken 3’ (1997) y el ‘Tekken Tag Tournament’. Con el paso a la nueva generación de consolas ya fui perdiendo poco a poco el interés por los videojuegos.
Respecto a los personajes elegibles decir que los juegos de Tekken presentaban un plantel de protagonistas muy atractivos, diferentes e incluso variopintos. A lo largo de los videojuegos llegaron a incluirse osos, ciborgs, ángeles, demonios,… Mis favoritos siempre fueron Nina Williams, Bruce Irvin, King, Yoshimitsu y Brian Fury. Este último venía a sustituir en ‘Tekken 3’ la presencia, estilo y movimientos de Bruce Irvin… que desapareció de un juego a otro. Los grandes estandartes de la franquicia siempre fueron Heihachi Mishima y su hijo, Kazuya Mishima. Sobre ambos, y sus lazos familiares, se estableció la historia de los videojuegos y de sus diferentes ‘Torneos del Puño de Hierro’. Y, lógicamente, sobre ellos descansa la trama de esta miniserie titulada ‘Tekken: Linaje’.
Lo primero que llama la atención de ‘Tekken: Linaje’ es la total ausencia de títulos en los capítulos. Desconozco el motivo de este hecho, pero resulta cuanto menos curioso… Respecto a la trama no hay grandes sorpresas y se toma como base el ‘Tekken 3’. Así las cosas, los grandes protagonistas son Heihachi Mishima y Jin Kazama, el hijo de Kazuya Mishima y Jun Kazama. En los demás personajes de los videojuegos no se ahonda y prácticamente quedan todos como meros figurantes u oponentes. De esto tan sólo se salvan Paul Phoenix, Hwoarang y Ling Xiaoyu. Y, en menor medida, Nina Williams, Leroy Smith y King. ¡Ah, sí! Y Ganryu sale como guardaespaldas de Heihachi…
Respecto a la infrautilización del fabuloso plantel de los diferentes personajes del videojuego lo cierto es que poco se podía hacer. Comento esto porque estamos hablando de una miniserie de sólo 6 capítulos de unos 25 minutos. Así pues, apenas se podía trabajar en el pasado o motivaciones de otros protagonistas. Para hacer esto se tendría que haber vuelto a aquellas magníficas épocas en las que las series duraban del orden de 20 a 25 capítulos por temporada. Con tan sólo 6 capítulos bastante se ha hecho dejando expuesta la mitología de Jin y Heihachi… y no toda.
Teniendo en cuenta lo anterior, el marco argumental de la ficción es la relación entre abuelo y nieto, el conflicto interior de Jin, el Torneo del Puño de Hierro y la búsqueda del gen diabólico. En el primer arco argumental vemos a Heihachi entrenar dura, cruel e implacablemente a Jin. Por su parte, el joven luchador pasa prácticamente toda la serie debatiéndose entre seguir las calmadas enseñanzas de su madre o las violentas e implacables lecciones de su abuelo… Ya en la arena, el torneo da lo que todo fan de Tekken pide… esto es: muy buenos combates. Finalmente, la parte del gen diabólico queda en manos de Heihachi y su explicación a Jin aguardando ambos expectantes la aparición (o no) de Ogre.
Pasando a comentar la animación hay que decir que la misma tiene apartados espectaculares. La serie combina, como muchas de las más recientes, la animación en 3D y la 2D. Además se incluye (y se advierte) el uso de efectos estroboscópicos. Pero, sin duda, lo que más gustará a los fans de la franquicia es la reproducción en pantalla de los golpes y combos típicos de cada personaje. Estas acciones resultan altamente espectaculares y, en varias ocasiones, los golpes más tremebundos se reproducen en blanco y negro añadiendo un increíble efecto manga a la vez que dramático.
Comentado lo positivo de la animación toca ahora ponerle pegas a la misma… y la principal deviene de los fondos. En general se nota que la gran mayoría de los recursos se han volcado en los protagonistas y en la acción de los combates. Esto provoca que los escenarios sean poco detallados (especialmente los planos de las ciudades; no así los paisajes naturales). Además, y una vez que se llega a Perú, casi el único fondo será la arena del coliseo del Torneo y los autobuses dormitorio… Otro aspecto poco detallo es la sangre. Jin y los diferentes peleadores recibirán golpes tremebundos y apenas sangrarán. Tan sólo veremos una especie de raspones en sus cuerpos. En este sentido, el último capítulo será el que más sangre muestre.
“Tienes un don… eres un Kazama” (Jun)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Tekken: Linaje, una miniserie que todo buen fan del ‘Tekken’ debería ver… aunque sea solo para disfrutar con sus espectaculares combates. Su gran “hándicap” radica en contar con tan sólo 6 capítulos que apenas dan para explorar mucho más allá de lo expuesto en pantalla. Ojalá tengamos más episodios y/o spin-offs dedicados a otros luchadores en un futuro próximo.
Imágenes: Netflix.
Tráiler de Tekken: Linaje
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