Samaritan
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“Hace muchos años, se libró una batalla entre el bien y el mal. Entre dos hermanos gemelos que se habían convertido en grandes enemigos. Uno era Samaritan, que luchaba por la justicia para ser un protector. El otro era Némesis, consumido por la venganza, quiso que el mundo sufriera como habían sufrido sus padres. Ambos murieron en una explosión durante un épico enfrentamiento. Esta es la historia que nos han contado… pero ¿y sí uno de ellos sigue vivo?…”. Sylvester Stallone es ‘Samaritan’.

“Samaritan está muerto. Yo me gano la vida recogiendo basura. Metete en tus asuntos y yo seguiré con los míos” (Joe)

Crítica de Samaritan

El 26 de agosto de 2022, se estrenaba ‘Samaritan’ en Prime Video. Hablamos de una de las últimas producciones de MGM antes de, precisamente, ser adquirida por la plataforma de streaming. En esta nueva producción, el legendario Sylvester Stallone demuestra que con él nunca se puede decir que estamos ante “un último baile”. Cada vez que Sly regresa lo hace con un film que, como mínimo, siempre supera lo hecho con anterioridad (en términos generales).

Así pues, y con total seguridad, podemos decir que ‘Samaritan’ da fe de ello. Entre manos tenemos un film que, en todos los aspectos, es mejor que Rambo: Last Blood (Adrian Grunberg, 2019). Aquí se nos muestra a un Stallone más acorde con el personaje que interpreta. Un hombre que, no por casualidad, nos remite a ecos de sus míticos roles de Rocky, Rambo y John Spartan… El propio Stallone se involucró en labores de producción bajo su sello Balboa Productions. Además, él mismo eligió al director, Julius Avery, el responsable deOverlord (2018). Esto de involucrarse seriamente en un film suyo, no lo hacía Stallone con tan buenos resultados desde Creed (Ryan Coogler, 2015).

La película se filmó principalmente en Atlanta (Georgia), aunque en el film se hace pasar por la ficticia Granite City. Su rodaje se sucedió durante la época en la que el Covid estaba aún vigente y con fuertes restricciones. Por esa misma pandemia, la filmación tuvo que pararse durante algunos meses y postergar su estreno previsto para cines. Ese espacio de tiempo fue aprovechado por el mismísimo Sly para subir fotos e historias en RRSS sobre lo ilusionado que estaba por filmar la cinta.

Recordemos que ‘Samaritan’ se basa en el cómic homónimo de Bragi F. Schut, quien también firma el guión del film. Presten atención al opening con una muy acertada explicación “estilo cómic” sobre el origen del héroe luego conocido como Samaritan y de su hermano, y enemigo, Némesis… No obstante, y viendo la película, es posible apreciar muchas otras influencias. Por ejemplo, muchos han tirado por la obvia referencia a El protegido (M. Night Shyamalan, 2000) por aquello del héroe humano de clase obrera. Ese hombre con una fuerza por encima de lo común, pero que o no quiere o no sabe que puede hacer hazañas más allá de lo humanamente explicable. Otra influencia seríaRobocop (Paul Verhoeven, 1987) con esa degradación de Granite City al estilo de Detroit. Ojo al guiño al film de Verhoeven con la propia máquina recreativa de la película en la guarida del villano.

En relación a lo anterior, Stallone insistió mucho en que su personaje resultará veraz. Sly no quería abusar del CGI, ni mostrar superhéroes volando ni nada por el estilo. Así las cosas, también estamos ante un film de marcado tono Rocky. Con un protagonista que se debate entre hacer aquello para lo que nació o seguir en perfil bajo… Clarísimo es el paralelismo que se traza entre el hobby del protagonista (arreglar artefactos diversos que la gente tira a la basura y darles una nueva vida y utilidad) y como él es incapaz de “arreglarse” a sí mismo.

Asistimos también, como parte de las aristas de la historia, a una relación de padre sustituto. Y a la visión de una ciudad y humanidad devastada. Trazando de nuevo un claro paralelismo con la desesperanza hacia los poderosos que vivimos en la actualidad. Aquí el film da un claro golpe sobre la mesa, al puro estilo años ochenta, cuando cierto personaje quiere venderse como un anarquista necesario, pero solamente está intentando luchar contra sus propios demonios.

El conjunto principalmente toca temas como el drama, la perdida, los mundos mitológicos, las enseñanzas de vida, el paso de la infancia a la edad adulta y la toma de decisiones que marcan tu camino. Y en todos esos aspectos, Stallone siempre ha sido un maestro, tanto escribiéndolos, produciéndolos como protagonizándolos. En ‘Samaritan’ nos demuestra que, a pesar del inexorable paso del tiempo, no ha perdido su toque. Es obvio que Sly ha hecho el film de superhéroes que él hubiese firmado como director. Amén de entregar una película totalmente para sus fans. Algo que, nuevamente, no pudimos decir en ‘Last Blood’.

Hay que dejar claro que la película luce como un film digno de salir a cines. Y eso a pesar de no ser precisamente una producción de grandes medidos (su presupuesto estimado rondó los 30-50 millones). Se nota que con lo que tenían han hecho mucho. No hay más que ver como luce la desolada Granite City y la podredumbre que asola a todo y a todos. También destacan lo muy bien filmadas que están sus “realistas” escenas de acción y enfrentamientos. Y lo explosivo de su resolución final.

Y todo lo anterior admitiendo que no estamos ante un film netamente de acción ni mucho menos. De hecho, la mayor parte de esta nos es mostrada en los flashbacks que iremos descubriendo del inicio y el por qué de la desaparición de Samaratian. Y, sobre todo, en su final. Ahí el film ya se quita definitivamente el corsé y va a tope. De resto predomina el tono de drama e incluso thriller criminal.

En ‘Samaritan’, el jefe de todo es la leyenda viviente: Sylvester Stallone como Joe Smith, un basurero que busca no llamar la atención y hacer su vida sin tener nada que ver con los demás. Ojo al look de Sly a lo “lobo plateado” muy de Sean Connery en su etapa crepuscular. Stallone tarda cerca de media hora en salir de manera continuada, pero cuando lo hace ya no desaparece. Durante una hora da una auténtica lección de carisma, porte y tremendo aplomo a sus detractores. No inventa nada Sly con su interpretación, pero sí que dota de veracidad y gran rabia a un personaje que es claramente deudor de lo mejor de su filmografía pasada. Para el recuerdo quedan las set-pieces de acorralamiento que va sufriendo su personaje y como las resuelve. Y, por supuesto, la inenarrable y desatada escaramuza final con Stallone totalmente “on fire”.

El segundo de a bordo es el chaval Javon “Wanna” Walton como Sam, un joven fan de todo lo que tiene que ver con el mito de Samaritan. Sam está totalmente convencido de que Joe es aquel superhéroe desaparecido más de dos décadas atrás. Pero, en realidad, Sam lo que busca es una especie de padre sustituto. Alguien que le guie en el camino a ser un hombre. Buen rol el suyo, aunque por la duración del film no termina de estar todo lo bien retratado que podría.

Ya en roles secundarios tenemos a Dascha Polanco como la sufridora doctora de urgencias Tiffany, madre de Sam. Abraham Clinkscales es un colega de Sam que siempre busca destacar entre los bajos fondos de Granite City. Por su parte, Martin Starr es Albert, un escritor y librero que comparte con Sam el fanatismo por Samaritan. Ya entre los malos tenemos a Moises Arias como Reza, un enano facineroso y feo. Por encima de todos los secundarios se sitúa Pilou Asbæk como Cyrus, un autonombrado jefe de la criminalidad totalmente obsesionado como Némesis. En realidad, Pilou repite parte por parte su papel de Euron Greyjoy en ‘Juego de tronos’. Sophia Tatum es su mano derecha, Sil. Y Jared Odrick encarna a su principal esbirro, quien tiene varios enfrentamientos con Joe a lo largo del film.

“Oye, deja que te diga algo. Si solo hubiese gente mala, haciendo cosas malas, sería fácil deshacerse de ellos. Pero lo cierto es que el bien y el mal conviven en el corazón de todo el mundo. Y depende de cada uno tomar la decisión correcta” (Joe)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Samaritan, una interesante y muy honesta propuesta superheróica made in Stallone. Un film que trae de vuelta el estilo de cintas con valores y enseñanzas típicas de los ochenta. Y, sobre todo, es un espectáculo para los fans de Sly. Quien, a pesar de los años, sigue demostrando que el que tuvo, retuvo.

Tráiler de Samaritan

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