Overlord
En las horas previas al desembarco en Normandía, las divisiones aerotransportadas aliadas se lanzan para desbaratar las defensas y estructuras de mando alemanas. El objetivo es debilitarlas ante la inminente invasión. En estas circunstancias, el grupo del cabo Ford tiene una misión clara: destruir una torre de comunicaciones situada en una iglesia de un pueblo francés. Sin embargo, las cosas no son tan simples como aparentan porque dentro de la iglesia ocurren cosas extrañas. (Cineycine).
J.J. Abrams une fuerzas con el director australiano Julius Avery. Ambos nos entregan su particular visión de la Segunda Guerra Mundial. Y lo hacen con un festival de balas, muchos nazis y gore. Con esta producción demuestran que el “cine palomitero” bien hecho puede prevalecer en nuestro panorama actual . Prepárense para un viaje frenético dentro de la Francia ocupada en… ‘Overlord’.
“¿Sabéis por qué los nazis ponen una antena en una Iglesia? Porque los nazis son unos cabrones y odian todas las cosas buenas” (Sgt. Rensim)
Crítica de Overlord
Cada proyecto producido por J.J. Abrams suele venir acompañado de un enorme secretismo y rumorología. Casi siempre relacionadas con ‘Cloverfield’ (Matt Reeves, 2008) y su “universo”. ‘Overlord’ no es una excepción.
Antes de rodarse, ‘Overlord’ se vendió como un “thriller sobrenatural ambientado en la Segunda Guerra Mundial”. Rápidamente la maquinaría de Internet se puso en marcha y los internautas empezaron a intentar encuadrarlo en la mitología de ‘Cloverfield’. Sin embargo, y con el fracaso de ‘The Cloverfield Paradox’ (Julius Onah, 2018), Abrams se apresuró a desmentir cualquier tipo de conexión. Recordemos que el film de Julius Onah se estrenó en Netflix porque Paramount y sus productores hicieron test-screenings y salieron desastrosos. Así las cosas, acabó en la plataforma streaming para evitar mayores pérdidas. ‘Overlord’ tuvo más aceptación y Paramount dio su beneplácito al estreno en salas comerciales.
‘Overlord’ es un festival de balas, nazis muy malos y gore. También encontramos mucha influencia del cine fantástico de serie B y los cómics de aventuras pulp de los ochenta. Este film perfectamente podría ser un capítulo perdido de los ‘Comandos Aulladores’ de Nick Furia. Todo esto mezclado con el videojuego ‘Wolfenstein’. ¿El resultado? un frenético e intenso entretenimiento sin tapujos ni complejos.
El film funciona como un tiro al no esconder sus enormes cualidades de entretenimiento. Cualidades que encajan estupendamente gracias al bien pergeñado guión de Billy Ray y Mark L. Smith. Su libreto va directo al grano y sin concesiones. Además, el ritmo es frenético pero sin perder de vista el núcleo del film.
El trabajo de los guionistas se “solidifica” gracias a la estupenda dirección de Julius Avery. El director no pierde tiempo y se mete en el bolsillo al espectador desde el principio. Un principio en el que nos presenta a los personajes en una impecable y brutal secuencia del desembarco aéreo de las divisiones aerotransportadas en Francia. Esta es una escena impagable y brutalmente filmada. Además, la película no escatima en mostrar violencia. Secuencias que se muestran en todo momento acompasadas por los efectos de sonido y la intensa música de Jed Kurzel.
La parte fantástica del film se va introduciendo poco a poco en la trama. Esto se consigue dando paso al empleo de los elementos de terror. Me refiero a algún susto y al gran uso de los efectos visuales y maquillaje (con David Cronenberg a la cabeza como inspiración). También destaca la ambientación de los espacios cerrados y su cuidadísimo diseño de producción.
El casting es acertadísimo. Destaca Wyatt Russell (hijo de Kurt Russell y Goldie Hawn) como el cabo Ford, un soldado sin miramientos que hará lo que sea para cumplir la misión. Jovan Adepo es el eje central y humano de la trama como el soldado Boyce. También sobresale Mathilde Olliver como Chloe. Finalmente, mención especial para Pilou Asbæk que está enorme en el film. El actor danés interpreta a Wafner, un oficial de las SS sin escrúpulos y villano de la historia. Asbæk se lo pasa bomba y consigue recrear a un personaje odioso y casi inhumano. Un tipo de cómic puro.
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Overlord, segunda película de Julius Avery tras ‘Son of a Gun’. Aquí nos ofrece un frenético e intenso festival de mucho gore, nazis, balas y serie B. Amén de sus innumerables referencias a la cultura pulp (desde el cine bélico hasta los videojuegos). Su sentido de la diversión y el entretenimiento sin tapujos ni complejos ofrece un entretenimiento muy bien filmado y ejecutado. En definitiva, un film de disfrute puro y duro.
Tráiler de Overlord
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Creo que la reseña define bastante bien lo que esta película ofrece. Efectivamente el film va como un tiro y tiene una ambientación genial, tanto en interiores como en exteriores. La acción también resulta destacadísima, muy bien filmada y no haciendo ascos para nada a la hora de mostrar la sangre en pantalla, al contrario.
Respecto a la historia tengo que decir que quizás me esperaba más «monstruos». En este sentido, creo que el film se vendió como una especie de ‘Wolfenstein’ y, a la hora de la verdad, no hay tantísimos engendros.
El reparto me parece un acierto total con jóvenes actores entregándose por completo a sus roles. Ojo a cómo siente su personaje Jovan Adepo o a la gran revelación de Wyatt Russell. Esos dos intérpretes por citar algunos… pero ya digo que todo el elenco está muy notable.
-Lo mejor: Una ambientación de diez. Todo el casting. La sangre.
-Lo peor: La batalla aérea del principio no me atrapó nada pues las tomas exteriores resultan muy falsas. Tampoco quedaron bien algunas explosiones del final.
-Mis notas son estas: Dirección 7,5. Guión 7. Reparto 8. Nota: 7,5.