Una vez más
Después de conseguir sacar a Mansur de la prisión en el mar Báltico, parece que el trabajo de Harris ha terminado y está dispuesto a regresar a casa. Sin embargo, un grupo de hombres altamente entrenados irrumpe en el aeropuerto de Washington DC por el que iban a sacar a Mansur. Estos mercenarios tienen el objetivo de atraparle y sacarle una valiosa información. Harris, nuevamente, está atrapado en el sitio equivocado y en el momento equivocado. Aun así, se pondrá manos en el asunto para sacar a Mansur y a su familia de una situación extremadamente peligrosa. (Cineycine).
El teniente Harris, al igual que John McClane, se vuelve a encontrar en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Ahora la situación de emergencia tiene lugar en un aeropuerto contra un grupo de mercenarios… James Nunn nos presenta otra trepidante sesión de tiros y peleas puestos al servicio de Scott Adkins. Toca volver a hacer exactamente lo mismo que la vez anterior en… ‘Una vez más’.
“Tengo que parar esto” (Harris)
Crítica de Una vez más
El sorprendente éxito de ‘One Shot (Misión de rescate)’, llevó a James Nunn a buscar la forma de rodar una secuela. Aunque esto le ocupó cierto tiempo. De hecho, el éxito le pilló cuando rodaba ‘Gran tiburón blanco’ (2022), y no tenía preparada una vuelta al universo de ‘One Shot’. Según algunas fuentes, la idea original sólo había sido pensada para una película. Pero, ya sabéis: ¡poderoso caballero es Don Dinero! Así pues, cuando Nunn aceptó la idea de hacer una segunda parte, sabía que tenía que ser una continuación directa del primer film. Sabía que tenía que conseguir que todo se sintiera parte del mismo conjunto. Por consiguiente, el director pensó que la historia de ‘Una vez más’ tenía que transcurrir doce horas después de los sucesos del film original. Y así se lo trasladó a su guionista, Jamie Russell.
La gran novedad, y lo que supuestamente encareció el presupuesto, fue trasladar la acción a un aeropuerto. En la película es el aeropuerto de Washington D.C., pero en la realidad es el aeropuerto de Stansed en Londres. La filmación tuvo lugar de noche y fuera de las horas más transitadas. El lugar permitía a Nunn manejar e imaginar una gran variedad de situaciones y set-pieces. También se aprecia un cambio de tono y narrativa diferente. Si la primera bebía del cine de acción bélico con ciertos toques a lo ‘Jungla de cristal’ (Johan McTiernan, 1988) y ‘Alerta máxima’ (Andrew Davis, 1992), esta secuela pasa a ser claramente deudora de ‘La jungla 2: Alerta roja’ (Renny Harlin, 1990). Y también se aprecia un intento de thriller político a lo Tom Clancy respecto a determinados giros de guión.
Estas “refrescantes” novedades, sumadas a su cantidad de secuencias de acción, a su estructura mejor definida y a su forma de ejecutar el suspense… hacen que, personalmente, me quede antes con esta secuela que con la primera película. Por si fuera poco, se añaden a la ecuación algunos elementos dramáticos que en la primera entrega quedaban demasiado desdibujados de cara al desarrollo de la historia.
En relación a lo que acabo de exponer, creo que el principal punto fuerte de ‘Una vez más’ es la maduración en el guión de Jamie Russell. Digamos que dota a esta segunda parte de un aire más conspiranóico. Algo en la onda del thriller político de Jack Ryan con todos los tópicos que a Tom Clancy le fascinaban. Y estos dos elementos los combina con la acción pura y dura al servicio de Scott Adkins. Además, Russell puede perfilar mejor a los villanos que son más interesantes que los anteriores. Estos malosos presentan más variedad en cuanto a personalidad y están encabezados por Michael Jai White. La pena es que Jai White no goza del tiempo de pantalla que debería merecer.
Respecto a las set-pieces, resaltar que Adkins se luce más en el cuerpo a cuerpo. Además, y al haber más acciones de este estilo, el aspecto y el look del film es distinto al de la primera película. Recordemos que en la misma predominaban los tiroteos. En ‘One More Shot’, hay más posibilidades para que Adkins pueda lucir mejor su faceta fostiadora.
Nuevamente, la técnica escogida por Nunn para el rodaje del film es un falso plano secuencia. Y, una vez más, demuestra ser una de las mejores bazas de la propuesta. En esta ocasión incluso está mejor encauzado, puesto que dota al film de un mayor dinamismo que sirve para una mejor estructura narrativa. Por si fuera poco, permite a Nunn sacar más pecho en cuanto a escenas de tensión y desarrollo de personajes. No estamos pues ante una mera mera action movie donde las set-pieces son el único cordón umbilical dentro del plano-secuencia. Un ejemplo sería Waleed Elgadi, que aquí tiene una mejor idea de su rol y cómo llevarlo en la cinta. Ahora se entienden mejor sus motivaciones. Además en el aeropuerto también está su mujer… y esto da mayor trasfondo a su personaje.
Por otro lado, Austin Wintory también sale mejor parado que en la primera película. Su trabajo musical supera al del primer film. Esta vez su score es mucho más prominente y enfática. Recordemos que en ‘One Shot’ la BSO prácticamente pasaba tan desapercibida que uno podría pensar que no había música. Ahora incorpora el ritmo necesario de suspense y acción justo cuando es necesario.
En cuanto al casting, Scott Adkins está como pez en el agua. No hace falta deshacerse en halagos hacia su capacidad física. Capacidad que le permite protagonizar tiroteos, acuchillamientos y dar palizas a cuanto mercenario que se le ponga por delante. Incluso refuerza, más si cabe, el hecho de que su personaje se parece, en ocasiones, al de John Krasinski en ‘13 horas’ (Michael Bay, 2016). También insisto en que se podría llegar a pensar que Nunn y Russell han tenido en mente, durante la escritura del guion, la versión de Jack Ryan que interpretó el propio Krasinski en la serie de Prime Video.
Respecto a los villanos, hay dos sicarios que dan guerra a Adkins más que el anteriormente citado Michael Jai White. Me refiero a los especialistas Teddy Linard (Campbell) y Aaron Toney (Dunbar). Ambos representan a la mano izquierda y derecha del personaje de White (Jackson). Especialmente duro resulta Toney en una de las mejores set-pieces del film. Del resto del elenco nos encontramos con la sorpresa de Tom Berenger como Marshall, el jefe de operaciones de la CIA. Su rol es claramente “prescindible” y, de no ser por aparecer en el poster, creo que muchos ni repararían en su presencia. Por último, Alexis Knapp (Lomax) pone su cara más dura y bestia en sus apariciones.
En conclusión.
Acabo esta crítica de Una vez más, una secuela que supera a su primera parte dejando incluso la puerta abierta para una posible tercera entrega. Estamos ante un film de acción a la vieja escuela filmado con un mejor pulso y planificación. Además incluye ciertas mejoras sustanciales de cara a la historia. En definitiva, un entretenimiento tremendamente efectivo en todos los sentidos.
Tráiler de Una vez más
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