The Batman
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“Han pasado dos años con sus noches. Es una ciudad muy grande y tengo que moverme bien. No puedo estar en todos lados. Ahora tenemos una señal para cuándo me necesitan. El miedo es una herramienta. Cuando esa luz ilumina el cielo, no sólo es una llamada… es una advertencia. Creen que me escondo en las sombras, pero yo soy las sombras. Yo soy venganza”. Yo soy… ‘The Batman’.

“¿Qué hace un mentiroso cuando está muerto?” (Enigma)

Crítica de The Batman

El 4 de marzo de 2022 fue la fecha final elegida para la nueva venida del “hombre-murciélago”. Una muy esperada producción que debe iniciar una saga renovada. Una franquicia con un enfoque diferente y que abrirá horizontes inexplorados en DC Comics y Warner Bros. Al mismo tiempo, el film servirá al estudio y, por ende, a HBOmax para crear un fenómeno donde cimentar una posición de poder y viralismo que la pueda equiparar con Sony, Marvel y/o Disney+ a nivel de mundos superheroicos relacionados entre sí… Muy conscientes de ello, la primera piedra del camino la planta Matt Reeves como director y coguionista en ‘The Batman’. La película es, sin duda, y a pesar de sus defectos, la obra de su vida. Por lo menos hasta el momento.

Para bien y para mal, las influencias de género y estilo de ‘The Batman’ se remontan al thriller criminal conspiranoico de los años setenta. Estamos ante un film que tiene algunas potentes escenas de acción, pero que en su mayor parte se trata de ir desentrañando los misterios propuestos por Enigma. Unir las piezas que este deja. Las mentiras se pagan. Y Enigma está dispuesto a ello cueste lo que cueste…

A nivel de diseño de producción, la mítica Gotham está representada por varios sets de rodaje situados en Londres y cuenta con una fotografía firmada por Greg Fraser. Se ha optado por un barroquismo cercano al de los films de Burton. Eso sí, añadiendo un toque sucio urbano con los neones justos que bien pudiera haber firmado el Joel Schumacher de ‘Forever’. Y todo esto con un añadido de corrupción y desesperanza que, por momentos, busca equipararse al thriller épico de Christopher Nolan, pero sin volcarse de lleno. En definitiva: ‘The Batman’ es una nada disimulada hija de los Batman anteriores.

La principal diferencia de este film con sus “mayores” es que aquí se adopta un estilo de cine de género. Un estilo que podemos calificar de novedoso en el universo cinematográfico del “murciélago”. Todo esto viene por su villano, Enigma. Un tipo que si bien tiene reminiscencias claras del Joker de Heath Ledger, no busca en ningún momento que la ciudad arda, sino más bien que se “renueve” de verdad… Sin duda, el inquietante vestuario y los actos de Paul Dano (Enigma) se deben de colar entre lo mejor del film: un anarquista de manual. Y, ante todo, un tipo cuyas maquinaciones van más allá de lo que Batman puede imaginar en un primer momento.

Acerca de Batman, que se encarga no pocas veces de recordarnos que aún busca su camino en Gotham, estamos ante una importante diatriba. Por un lado, su look y apariciones buscan crear ese miedo. Pero, por otro lado, a la hora de entrar en acción no impone como debiera. Así pues, comparar a este, aún imberbe, caballero oscuro con el de Christian Bale es hacerle un flaco favor… Y eso también se cuela en lo bueno y lo malo del film. Es decir, tenemos a un vigilante que se presenta como el único capaz de adivinar los acertijos del villano, pero también a un cruzado que se encuentra más cómodo usando la fuerza que analizando pistas. Aun siendo el único capaz de poder desmontar el plan de aniquilación de Enigma. Ojo a la ineptitud de toda la policía, excepto la de un claramente superado Jim Gordon (Jeffrey Wright).

Todo lo anterior nos lleva a una situación de desajuste que se balancea durante los excesivos 175 minutos de metraje del film. No creo que nadie se hubiera quejado si esta película durara media hora menos. Su interminable metraje hace que los bajones de ritmo sean considerables. Por ello, cuando el espectador llega al clímax (claramente influenciado por la “Era Nolan”), ya lo hace saturado de tanta información y minutos a cuestas.

Por su parte, la acción siempre ha sido un punto fuerte en estos films. Aquí claramente pasa a un segundo plano. No obstante, se busca que cuando aparezcan las set-pieces el espectador reciba algo que, por lo menos, merezca ser recordado. En este sentido, se lleva la palma la resonante persecución en donde hace acto de aparición el bat-movil, una suerte de muscle-car asesino que encaja con la rabia de este Batman y que sufrirá con todas sus consecuencias El pingüino… De resto no esperen mucha más acción que la condensada en su tardío clímax. Y también la presente en unos cuantos combates contra delincuentes de poca monta y demás calaña. Especial interés muestra también la set-piece de la discoteca “siete bajo cero” donde se esconde la mafia de Gotham y la huida de la comisaria.

Ojo a la estridente banda sonora que suele acompañar las entradas en acción del héroe. Estamos ante una score que claramente amas u odias a cargo de Michael Giacchino. Por cierto, muy interesante el uso de las canciones no originales del film, al estilo del tono marcado por Zack Snyder en Watchmen (2009). Inclusive se incorpora en un momento dado nada más y nada menos que el “Ave María”.

El elenco del film no me pareció, en su momento, que fuera elegido para destacar mucho. Y ciertamente esto se cumple de lleno. El ya citado Paul Dano aprovecha muy bien que su rostro apenas se ve para entregar una potente recreación de un villano que va claramente de más a menos. Colin Farrell va pasadísimo de vueltas como el Pingüino. Atención a como adopta una actitud diferente cuando se ve con Batman y cuando lo hace con Bruce Wayne. Otros como Peter Sarsgaard (Fiscal Gil Colson) cumplen sin más. Su final si poder decir ni adiós es lo mejor de su aparición.

Por otro lado, Jeffrey Wright decepciona como un apesadumbrado James Gordon. Nada tiene que hacer sí lo comparamos con el mismo rol de agente de la ley superado a cargo de Gary Oldman. Otro que luce desaprovechado en gran medida es John Turturro, que encara a un Carmine Falcone que parece una versión trasnochada de Dean Martin no terminando de imponer como debiera. También tenemos a un descolocante Andy Serkis como Alfred. La suya es una interpretación despojada de toda fuerza y para cubrir el cupo.

Respecto a los héroes, quién sí merece ser destacada es una bastante entonada Zoë Kravitz como la felina ladrona conocida como Selyna Kyle alias Catwoman. La actriz formará una interesante alianza de necesidad con Batman. A pesar de que su personaje está metido con calzador en la trama principal. Y ya terminando decir que Robert Pattinson es un buen Batman joven y un Bruce Wayne “zombificado”. En un momento dado un personaje lo define totalmente: “La mascara no es la que usas como Batman, sino como Bruce Wayne…” y sobre ese tono cimenta su interpretación.

“Gotham es un polvorín y Enigma es la cerilla” (Batman)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de The Batman, una aportación a medio camino entre lo novedoso, por su trama enfocada en la parte detectivesca del protagonista, y en lo ya visto. Tal y como he comentado, estamos ante un “afluyente” de las obras que le preceden y de la época en donde se creó. No es el Batman definitivo, aunque muchos quieran verlo así. Pero si un producto con potencial que si logra pulirse en el camino puede dar pie a una saga interesante, sí no lo sobreexplotan por el camino.

Tráiler de The Batman

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