The Amazing Spider-Man
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Tras una larga espera donde se vieron mezcladas esperanzas y temores, llegó a nuestras pantallas el nuevo reboot de Spiderman. Estamos, sin duda, ante lo que fue una apuesta muy arriesgada. No hay que olvidar que la trilogía de Sam Raimi dejó el listón muy alto a pesar de sus altibajos. Pero si algo podemos concluir de esta nueva aventura del trepamuros es que teje una red de entretenimiento que os atrapará. Es el momento de… ‘The Amazing Spider-Man’.

«Los secretos tienen un coste, no son gratis. Ni ahora ni nunca» (Tía May)

Crítica de The Amazing Spider-Man

Confieso que soy una persona muy maniática en lo que a remakes, reboots y otros inventos se refiere. Por ello, y desde un principio, sentí malas vibraciones con esta película. La trilogía que inició Sam Raimi con Spider-Man siempre ha estado muy valorada, a pesar de una tercera entrega lamentable. Por ello, cuando se anunció este proyecto no las tenía todas conmigo, siendo presa del escepticismo que me caracteriza. No me gustaba la idea y no me inspiraba confianza que Marc Webb se sentara en la silla del director. A esto hay que añadir que el material que nos iba llegando era cuanto menos cuestionable, en ocasiones rozando lo ridículo y, para postre, hacía tan sólo cinco años que se había estrenado Spider-Man 3’. En otras palabras, nada me invitaba al optimismo. Pero si la vida te da sorpresas, el cine más. 

Marc Webb realiza un trabajo correcto para sacar adelante el proyecto. Quizás sea porque, a pesar de ser un director sin experiencia en el género de acción, demostró estar especialmente dotado para la comedia romántica. Prueba de ello fue 500 días juntos(2009). Y curiosamente eso es algo que repercute en esta película porque las relaciones que se establecen entre los diferentes personajes están muy bien hilvanadas, algo de lo que suelen cojear muchas películas de superhéroes. Por ejemplo, no cae en la edulcoración en el romance entre Peter Parker y Gwen Stacy, que me parece más equilibrado que el que nos ofreció la dupla Maguire-Dunst. Además las escenas de acción están bastante bien resueltas, pero de ese aspecto ya hablaremos más adelante.

Si algo se le ha echado en cara a esta película es lo repetitiva que podía ser. Entiendo la crítica, pero teniendo en cuenta que estamos ante un reboot del personaje era lógico que nuevamente tuvieran que contarnos el origen de sus poderes. Y claro, ese origen seguirá siendo básicamente el mismo hasta que la MARVEL decida sacarse de la manga alguna pajarada. Es cierto que en determinados aspectos de la trama se podría haber innovado más, pero obviamente el objetivo de los productores era no arriesgar demasiado. Tengamos muy presente que la sombra de Christopher Nolan planeaba en aquella época sobre esta película, ya que en todo momento fue un claro referente a la hora de realizar este reboot. La idea era aprovechar la tremenda popularidad alcanzada por Spiderman, corregir el mal paso dado en ‘Spiderman 3’ y reinventar en cierta forma al personaje.

Siguiendo esa línea, y partiendo del Ultimate Spiderman, el equipo de guionistas se distanció de la película de Raimi profundizando en la figura del padre de Peter. Un personaje ausente y alrededor del cual gira toda la historia. Además sirve como nexo de unión entre las diferentes relaciones interpersonales. También se potencia la figura de Peter otorgándole casi el mismo protagonismo que a Spiderman. Prueba de esto es que esperamos más de cincuenta minutos para ver como se enfunda el traje. Es un primer tramo interesante para algunos y pesado para otros. No obstante, sirve para presentar a un Peter más vulnerable que nunca. Nos ayuda a comprender por qué Peter Parker es realmente Spider-Man. Al mismo tiempo nos muestra la transformación gradual del adolescente en héroe. Ahora bien, es cierto que se toman ciertas licencias respecto al cómic para poder cuadrar la historia.

Obviamente hay un elemento recurrente a lo largo de la trama: el romance entre Peter Parker y Gwen Stacy. Como he apuntado al principio, aquí no hay edulcoración ni pesadez. Tan sólo una historia de amor llevada a la pantalla de un modo inteligente y mesurado, y gran parte del mérito es de los actores. Lo cierto es que, pese a mis reticencias iniciales, Andrew Garfield resulta el Peter Parker ideal, mucho mejor y más equilibrado que Tobey Maguire. Refleja perfectamente esa mezcla de melancolía, humor y heroicidad que reclamamos en Peter Parker. Y a Emma Stone poco podemos reprocharle manteniéndose en una línea nada empalagosa. Su Gwen es más madura de lo que cabría esperar, pero sin renunciar al enamoramiento juvenil retratado. Y lo mejor de todo, Gwen no es un mero objeto de atrezzo, sino que tiene una parte activa en la trama.

El enemigo al que deberá enfrentarse Spider-Man es El Lagarto, interpretado por un correctísimo Rhys Ifans. Reconozco que tenía ciertas dudas acerca de cómo se vería en pantalla. Las capturas y vídeos que habían ido apareciendo en los medios daban una idea muy vaga del aspecto y comportamiento del Lagarto. Pero en pantalla luce de forma espectacular. Es una auténtica bestia parda que se las hará pasar canutas a Spidey. Por cierto, todo un mérito apostar por este personaje porque no tiene el peso de otros grandes villanos. ¡Y cómo no hablar de la dupla de actores que da vida a los tíos de Peter! Tanto Martin Sheen como Sally Field bordan sus papeles. Ambos añaden un plus de calidad que ayuda a reforzar el primer tramo de la película, si bien sus personajes podrían haber sido un poco más relevantes.

Hablemos ahora de la acción, un aspecto que mejora bastante. Los movimientos del superhéroe están inspirados en el parkour, algo que se se observa, sobre todo, cuando Peter comienza a experimentar con sus nuevas habilidades. Peter se va adaptando a ellas de una forma muy gradual y verosímil. En cierta forma, la transformación total en Spider-Man dura toda la película. Y llegado el momento protagoniza las escenas de lucha con la misma fluidez y plasticidad de movimientos que recordamos de las viñetas. En ese aspecto quedé francamente satisfecho porque si algo echaba de menos de los films anteriores era esa variedad de movimientos vertiginosos que vuelven locos a sus rivales. Todo filmado sin ese tembleque exagerado tan molesto que hemos de aguantar en la mayoría de películas de acción. También me pareció un gran acierto haber recuperado los dispositivos lanza-redes.

Ya que hablamos de efectos nos encontramos una novedad visual que me dejó bastante frío. Me refiero a la vista en primera persona que se emplea cuando Spidey se balancea por NY. Obviamente es un recurso al servicio del 3D, pero para mi lo realmente emocionante es ver a Spider-Man saltando y haciendo piruetas, algo que se pierde con ese modo de cámara. Afortunadamente no se abusa de este recurso, así que por lo general es un disfrute acompañar a Spidey mientras va saltando de edificio en edificio. Sin duda es una experiencia que mejora lo visto en las películas de Raimi, tanto que raramente nos daremos cuenta de si lo que vemos es real o digital.

Precisamente, y ya que hablamos de la ciudad, es importante destacar la paleta de colores apagados que se emplea, claramente, para darle un tono más oscuro a Nueva York. Esta es otra licencia fruto de la «herencia Nolan». Para bien o para mal es lo que había en el cine de superhéroes de un tiempo a esa parte. En resumen, el apartado visual me parece bastante impecable, no en vano duplicó con sus 220 millones el presupuesto del ‘Spidey’ de Sam Raimi. En este caso no hablamos de un 3D de post-producción, sino que la película fue rodada íntegramente en 3D para poder aprovechar todo el potencial de esta tecnología. Lo cierto es que el resultado es impactante. Pero la verdad es que, dejando a un lado ciertas secuencias bastante espectaculares, lo que más aporta es profundidad.

Conclusión.
Hay gente que cree que el objetivo de esta película era desterrar al olvido la trilogía de Sam Raimi, pero no creo que sea cierto. En todo caso lo que se pretendía era reconducir una saga maltrecha que había caído en el hastío, y sinceramente creo que se consiguió. Concluyo esta crítica de The Amazing Spider-Man afirmando que, pese a las muchas similitudes con lo ya visto, supone un soplo de aire fresco. Un film lo suficientemente entretenido y bien realizado como para que merezca la pena disfrutarlo.

Tráiler de The Amazing Spider-Man

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