¡Shazam!
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WB/DC adapta a la gran pantalla al superhéroe que rivaliza con Superman. Es similar en muchas cosas a “el gran azul”, pero en el fondo es un niño. Él es el denominado “el gran queso rojo”. David F. Sandberg lleva al cine las aventuras de Billy Batson, un adolescente que cada que vez que dice “la palabra mágica” se convierte en el superhéroe. Hoy comprobaremos sus habilidades y diremos su nombre por todo lo alto: ‘¡Shazam!’

“Di mi nombre y te convertirás en el paladín de la justicia” (Mago)

Crítica de ¡Shazam!

Las críticas hacia las películas que dieron origen al DCEU obligaron a WB a tomar cartas en el asunto. Especialmente duras fueron las vertidas hacia Zack Snyder, el máximo responsable. Su visión más humana de los personajes de DC no gustó a la crítica. Así las cosas, Warner Bros modificó el trabajo del cineasta enLiga de la Justicia (2017). Al final, Snyder la acabó filmando y editando bajo las órdenes del estudio con la colaboración de Joss Whedon. Sin embargo, WB no impidió que Aquaman (2018) estuviese bajo la supervisión de James Wan. Aun así, el estudio siguió con su propósito de alejarse de la “seriedad y oscuridad”. Todo para enmarcarse en un universo de “luz y esperanza”. Esto es algo que presentan totalmente con ‘¡Shazam!’ de David F. Sandberg.

Antes de ahondar en la reseña cabe decir que dentro de un género como el de los superhéroes tendría que haber varias visiones y estilos. Hablamos de un género muy rico con múltiples variaciones de sus personajes a lo largo de su extensa historia. En mi opinión, el destrozo hacia Zack Snyder fue provocado por las alusiones constantes hacia el modelo de Marvel. Un modelo fructífero, pero que tiene su “trampa”. También se echó en cara al cineasta que no era capaz de acercarse al tono de lo que DC era anteriormente. Finalmente, un tercer ataque fue el de imprimir un supuesto aire decadente y oscuro a personajes luminosos. Aquí se obvia que, a lo largo de la historia, estos personajes han tenido diferentes etapas y evoluciones. Inclusive, hemos tenido versiones tan radicales como las que presentaba Frank Miller en sus dos historias de “El caballero oscuro”…

Entrando ya en ‘¡Shazam!’ decir que nada más que se anunció, sus responsables rápidamente se apresuraron a confirmar que el film iba a tener un tono de comedia. El propio David F. Sandberg expuso las dos influencias que había tenido desde que se pusiera a los mandos. Estas fuentes son: Superman (Richard Donner, 1978) y ‘Big’ (Penny Marshall, 1988). Esto demostraba que WB/DC iba a cambiar de derroteros, sí o sí. Incluso se ha llegado a comparar el film conDeadpool (Tim Miller, 2016), pero sin la “R”.

La película de Sandberg adopta, incluso diría que bastante bien, desde el primer fotograma el aspecto del cine fantástico de los 80. De hecho, una de las productoras es New Line Cinema, estudio por excelencia del cine fantástico de aquellos años. Y lo adopta en las cuestiones más fantásticas y también en cuanto al tono con diversos homenajes musicales y visuales a la época. Esto permite también al propio Sandberg jugar con ciertos elementos de terror (acordes con la calificación del film). Así pues, la cinta consigue un cierto equilibrio. Un balance donde el humor, la aventura y el «terror» funcionan eficazmente.

En relación a lo anterior, si hay un calificativo perfecto para ‘¡Shazam!’ es el de “eficaz”. Eso sí, la película dista mucho de las apabullantes críticas positivas recibidas en USA. Críticas que, en parte, dejan clara la división hacia la persona de Snyder como director. Sin embargo, lo cierto es que aquí tenemos a un villano, Dr. Thaddeus Sivana, bastante flojo. En este sentido, Mark Strong queda muy desaprovechado, incluso cuando el film se permite desarrollar su background. Al final, no deja de ser “un malo de manual”.

Por otro lado, uno de los aspectos más positivos, posiblemente lo mejor de la propuesta, es la enorme química que desprenden Zachary Levi (Shazam) y Jack Dylan Frazer (Freddy Freeman). Ellos elevan mucho el material cuando están juntos. Por contra, Asher Angel (Billy Batson) no es tan convincente como su contrapartida “adulta”. Además, sorprende ver a la madrileña Marta Milans en un papel tan cariñoso como Rosa, la madre de la casa de acogida. El resto del casting funciona lo suficientemente bien en sus roles.

Aunque la dirección de Sandberg es eficaz, se nota que no estamos ante un cineasta con una personalidad marcada. No obstante, y a pesar de sus más que evidentes carencias, ‘¡Shazam!’ es una producción bastante honesta consigo misma. También es lo suficientemente entretenida. Obviamente, el film hace ciertas coñas a los elementos habituales del cine de superhéroes (de ahí, la comparación con ‘Deadpool’). Algunas de estas bromas son buenas y divertidas, pero otras no tanto.

La cinta se apoya mucho en la música de Benjamin Wallfisch. Este es uno de sus mejores aciertos, su banda sonora, muy a la antigua usanza (ojito, al guiño al tema de Batman de Zack Snyder). Por otro lado, los FX son muy convincentes, siendo una producción de casi 100 millones de dólares. En los mismos se nota, de nuevo, la mano de New Line Cinema y su experiencia en el cine de género.

En conclusión.
Finalizo esta crítica de ¡Shazam! una película eficiente y divertida obra de David F. Sandberg. No obstante, queda lejos de algunas de las películas del DCEU como ‘Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia’ o ‘Aquaman’. Su honestidad y excelente química entre Zachary Levi y Jack Dylan Frazer son sus principales bazas.

Tráiler de ¡Shazam!

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