Underworld: El despertar
Tras siglos luchando entre sí, los licántropos y los vampiros han sido descubiertos por la raza humana. Ante la amenaza que estos “infectados” representan, los humanos deciden su total eliminación: su purga. Visto el panorama tan adverso, Selene y Michael deciden huir en un barco. Sin embargo, y antes de que puedan reunirse, son interceptados por los humanos. 12 años después de estos acontecimientos, Selene despierta de un estado de congelación en los laboratorios Antigen. Ahora deberá averiguar en qué nuevo mundo está y buscar a Michael. El “despertar” ha empezado. (Cineycine).
La lucha entre licántropos y vampiros continúa. Tras el buen paréntesis que supuso ‘Underworld: La rebelión de los licántropos’, Kate Beckinsale recupera su lugar en la saga. La estupenda action-woman inglesa retoma su personaje de Selene para continuar sus aventuras en… ‘Underworld: El despertar’.
“Éramos el enemigo que estaban esperando” (Selene)
Crítica de Underworld: El despertar
Es una pena. La verdad que es una pena que la película más cara de la franquicia ‘Underworld’ se convirtiera, por derecho propio, en la peor de todas. Esa es la impresión que causa esta nueva entrega de las andanzas de Selene. Una cinta que he visto ya varias veces, en consecuencia, no cabe lugar a la duda. Hagamos un breve repaso: ‘Underworld’ (Len Wiseman, 2003) tenía ciertos puntos que la salvaban y convertían en un producto atractivo, sobre todo, visualmente. ‘Underworld: Evolution’ (Len Wiseman, 2006) fue la mejor entrega, una cinta que contaba con unos efectos y diseños de criaturas francamente espectaculares. Finalmente, ‘Underworld: La rebelión de los licántropos’ (Patrick Tatopoulos, 2009) se convirtió en una buena precuela contando una romántica historia de amor imposible.
Las entregas anteriores tenían en común que, con “cuatro duros”, habían creado un estilo y estética propias. Amén de unos buenos diseños y efectos especiales (la primera, no obstante, era la más floja). Hablamos de películas en las que el poco dinero gastado (creo que ninguna de ellas llegó a los 50 millones de presupuesto) lucía muy bien en pantalla. Pues bien, en ‘Underworld: El despertar’ se desembolsaron unos 70 millones de dólares y ¿para qué? Pues para encontrarnos con unos efectos especiales que nos retrotraen a la primera entrega y con unos diseños horribles de hombres lobo que cantan tremendamente. Todo el buen trabajo que en este aspecto se hizo en las dos partes anteriores se tira en esta cuarta entrega.
Además, el dinero gastado no luce nada. Pareciera que todo se hubiera gastado en volver a traer de regreso a Kate Beckinsale como Selene, a pagar el proceso de las 3Ds, a volcar algunos coches y a realizar determinadas explosiones controladas. Por lo demás, no se ve el gasto de millones por lado alguno. En este aspecto, los dos films precedentes son muy superiores, especialmente ‘Evolution’. Hay directores a los que les das 10 millones y te hacen verdaderas virguerías… y luego hay otros como los dos suecos que dirigen esta cinta, Mårlind y Stein, a los que les das 70 millones y prácticamente los tiran por el desagüe.
A lo anterior hay que sumar el tema de argumental de ‘Underworld: El despertar’. La película empieza bien y cronológicamente tiene lugar 15 años después de los sucesos acontecidos en ‘Evolution’. La novedad más destaca son las “purgas” llevadas a cabo por los humanos. Posteriormente ya pasamos a centrarnos en Selene y su nueva aventura. Nueva aventura en la que sí que hay alguna incidencia importante (que se podían haber ahorrado, todo sea dicho) pero se abandona totalmente el tema de las purgas que queda para la introducción cuando, claramente, habría dado para toda una película. Básicamente la trama es una nueva “huida hacia delante”, tal y como sucedía en la segunda parte. Para más inri, destaca (para mal) la nula aportación del elemento novedoso que supuso la adquisición por parte de Selene del don de poder caminar bajo la luz del día, don adquirido en «Evolution».
Por otro lado, la película resulta oscurísima. Toda la acción transcurre por las noches. Noches negras en las que casi es imposible ver nada. Parece que hubieran de ocultarse determinadas deficiencias visuales ya comentadas y, desde luego, para nada justificadas cuando te has gastado cerca de 100 millones. Vale que los anteriores films también era oscuros… pero estaban mucho mejor filmados y tenían su justificación argumental. Como consecuencia de todo lo lo comentado, se pierde una buena oportunidad para haber llevado la franquicia a nuevos horizontes.
“Eres tan fría como un cuerpo sin vida”… Despertando a Selene.
No nos engañemos, la presencia de Kate Beckinsale retomando su icónico personaje de Selene es, al final de todo, el único aval que la película presenta para llegar al público. Siempre es un placer ver a Kate en plena forma metida en el ajustadísimo traje de látex de esta guerrera de la muerte repartiendo plomo a diestro y siniestro. A este respecto decir que el traje fue recreado hasta el más mínimo detalle por la diseñadora Monique Prudhomme.
Ver en acción a Beckinsale es nuevamente lo mejor de la propuesta. La actriz tiene algunas escenas bastante chulas y “cools”. Amén de repetir su ya mítico “salto” del comienzo de ‘Underworld’ en alguna que otra escena. Beckinsale es, sin lugar a dudas, lo más disfrutable de una película mediocre que ni siquiera se salva por sus escenas de acción. Y encima las realmente buenas están casi todas metidas en el tráiler.
El resto del reparto se completa con unos casi debutantes, por aquel entonces, Theo James e India Eisley. Ambos cumplen bastante bien con su papeles. Theo es David, un vampiro que prestará ayuda a Selene. Por su parte, India es Eve, una niña objeto de experimentos a la que Selene ayudará.
También se deja ver un muy mediocre Stephen Rea al que, además, se le aprecia muy poco entusiasmado con su papel de Doc Jacob Lane, el jefe de Antigen. También tenemos al cumplidor y competente Charles Dance como Thomas, un viejo vampiro jefe y padre de David. Por su parte, Michael Ealy resulta muy tristón en su rol del detective Sebastian que investiga asesinatos llevados a cabo por los “infectados”. Finalmente, para Kris Holden-Ried va el rol de la mayor amenaza licántropa de la trama: un exageradísimo licántropo que parece un hermano lobo de Hulk.
“Huir no es sobrevivir” (Selene)
En conclusión.
Termino esta crítica de Underworld: El despertar, ver a Kate Beckinsale pegando tiros y metida otra vez en el “condón” de Selene está muy chulo. Sin embargo, el tema ya está muy visto y se esperaba más. Esta entrega resulta decepcionante en casi todos los aspectos y una oportunidad lastimosamente perdida de llevar la franquicia a otro nivel. Únicamente recomendada para fans acérrimos de la saga. Fans que disfruten viendo a una Kate Beckinsale fría como el acero pegando tiros a casi todo lo que se mueva y recibiendo más palos que en anteriores entregas.
Tráiler de Underworld: El despertar
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