Horizonte final
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Después del éxito comercial que supuso la adaptación cinematográfica de ‘Mortal Kombat’ (1995), la Paramount firmó a Paul W.S. Anderson un contrato con total libertad creativa para su nueva película. Se trataba de una cinta de terror espacial que terminó alzada a la categoría de culto y siendo venerada por los amantes del género. Sin embargo, en taquilla no funcionó nada bien… pero el mercado doméstico la convirtió en leyenda. Hoy hablamos de ‘Horizonte final’.

“Infierno es sólo una palabra. La realidad es peor… mucho peor” (Doctor Weir)

Crítica de Horizonte final

Resulta bastante fácil adivinar en este film las trademarks de Paul W.S. Anderson. Entre ellas están esos prodigiosos zooms conseguidos mediante cámaras-grúa y su gusto por los homenajes al cine de género. En palabras del propio director: “Esta película tiene las mejores tomas visuales que he rodado”. Y no seré yo quien lo niegue… El trabajo fue tan descomunal que el metraje se fue a los 130 minutos. Estas más de 2 horas daban para profundizar más en los protagonistas y para aumentar las escenas infernales. Estas últimas protagonizadas por tullidos y especialistas porno en un espectáculo de canibalismo, sexualidad perversa y gore. En un principio, estas secuencias fueron rodadas por Anderson, pero al final tuvo que delegar en la segunda unidad para cumplir con los plazos de rodaje.

Precisamente, el acortamiento de los plazos de entrega obligó a Anderson a exhibir la película muy lejos de estar completamente trabajada. Los pases de prueba fueron un desastre y la Paramount, horrorizada ante lo explícito de las secuencias infernales, obligó a recortar metraje. Así fue como ‘Horizonte final’ pasó a tener un corte definitivo de 96 minutos. Algo que siempre lamentaría Paul W.S. Anderson.

Respecto a los homenajes al cine de género, ‘Horizonte final’ está trufada de guiños a otras grandes películas del género. El buen aficionado podrá apreciar en la cinta clarísimos homenajes a films como Alien, el octavo pasajero’, (Ridley Scott, 1979), El resplandor (Stanley Kubrick, 1980), Aliens, el regreso (James Cameron, 1986) yHellraiser, los que traen el infierno (Clive Barker, 1987). Estas son, sin duda, las más destacadas… pero hay más. Y de cada una de ellas se toma algo prestado para ‘Event Horizon’.

Del guión se ocupó Philip Eisner (con alguna modificación del propio Anderson), un guionista que tan sólo presenta cuatro guiones. Cuatro libretos de calidad muy dispar y cuya escritura ha esparcido mucho en el tiempo. ‘Horizonte final’ fue su primer guión. Y el último ha sido el de Sweet Girl (Brian Andrew Mendoza, 2021) para Netflix. En ‘Horizonte final’ toma prestada la premisa inicial de ‘Alien’ como base sobre la que iniciar la historia. Me refiero a la interceptación de una misteriosa comunicación y a la salida de la correspondiente nave, la Lewis & Clark, para investigar su procedencia. Si bien, aquí la transmisión procede de la ultramoderna nave terráquea conocida como Event Horizon… y no de una señal desconocida originada en un planetoide.

A partir del abordaje de la astronave, Eisner configura un atractivo relato apoyándose en las viejas películas de casas encantadas. Así pues, las posesiones, pesadillas personales, la gran intriga de dónde ha estado la Event Horizon y lo sobrenatural se dan cita en la película. En relación con el elemento terrorífico, también resultan muy interesantes las teorías de Eisner respecto al funcionamiento del “navío”. En el film se nos presenta como una nave capaz de viajar más rápido que la luz plegando el espacio-tiempo. Esto último conseguido gracias a su “corazón”: su siniestro motor gravitatorio. Si ya de por sí el ingenio resulta ominoso exteriormente… mucho más terrorífico es su perversión de las leyes de la relatividad abriendo puertas que jamás deberían abrirse. Y el enigma de qué puerta ha sido capaz de abrir es el misterio principal y gran atractivo.

La influencia y teorías contenidas en el libreto de Eisner acerca del funcionamiento del motor gravitatorio, y de cómo doblar el espacio-tiempo, tuvieron posteriormente un gran eco cinematográfico. Tan es así que la famosa explicación, y demostración gráfica del Profesor Weir, ha sido replicada y/o citada en films tan actuales y diferentes comoInterstellar (Christopher Nolan, 2014) oThor: Love and Thunder (Taika Waititi, 2022). A esto se le llama crear escuela y trascender.

Otro elemento sobresaliente de ‘Horizonte final’ es su diseño de producción. Los responsables fueron Joseph Bennett y John Mollo. Este último una auténtica leyenda de Hollywood que trabajó en la saga ‘Star Wars’ y en ‘Alien’. Tanto interior como exteriormente, la Event Horizon nos recuerda a una catedral. De hecho, su diseño se basó en la catedral de Notre Dame. Esta apariencia religiosa y medieval contribuye todavía más a generar el sobrenatural desasosiego que provoca el film… Resaltar que todas las estancias interiores fueron recreadas en los míticos estudios Pinewood de Londres. En el interior destacan las columnas de hierro, las bóvedas, algunas puertas estilo ataúd, el videodiario con palabras en latín, el ya referido motor gravitatorio con su sala especial repleta de gigantescas púas, y el largo pasillo en forma de ojo que conecta el puesto de mando con el resto de la nave.

En una película como esta también es obligatorio resaltar el trabajo de prótesis y efectos especiales/visuales. Las heridas, sangre, vísceras, cicatrices, muertes… fueron perfectamente recreadas por todo un profesional como Bob Keen. Presten atención especial al maquillaje que irá luciendo el personaje de Sam Neill. Por otro lado, los escenarios espaciales fueron filmados con cables y pantallas verdes. Lógicamente, estos elementos se eliminaron en postproducción gracias una impresionante labor que implicó la modificación y mejora de más de 400 tomas del film. Todo un maestro como Richard Yuricich supervisó el trabajo de efectos especiales.

Por último, y antes de entrar en el casting, nos queda la banda sonora de Michael Kamen casando sonidos orquestales y electrónicos con la colaboración del dúo Orbital. Para los más curiosos comentar que el tema de los créditos finales es “Funky Shit” interpretado por el grupo Prodigy.

“Liberate tutume ex infernis”. En el espacio nadie puede oír tus gritos.

En el reparto encontramos a una tripulación muy diversa formada por blancos, negros y mujeres. Una prueba más de que la diversidad no es un descubrimiento actual… El líder de la expedición es Laurence Fishburne como el capitán Miller. El actor nacido en Georgia nos entrega a un hombre recto que siempre sopesa el bien global y que no está dispuesto a perder a ningún tripulante para compensar una acción de su pasado. Con tanto o más peso que Fishburne tenemos a Sam Neill encarnando al profesor Weir. En su caso representa a un genio científico que no quiere hablar de más y que está atormentado por la pérdida de su esposa. Todo lo positivo y negativo de Weir viene provocado por ser el creador de la tecnología de la Event Horizon. Esto último le llevará a enfrentarse varias veces con Miller.

El resto de la tripulación de la Lewis & Clark también es importante, pero claramente su desarrollo quedó amputado al recortar metraje. En cualquier caso, otra en la que se ahonda en sus miedos es Kathleen Quinlan como Peters, la auxiliar médico. La otra mujer a bordo es Joely Richardson como la dura teniente Starck, la segunda al mando. Atención con la presencia de Jason Isaacs como D.J., un doctor de carácter serio que Isaacs recreó basándose en su propio hermano médico. Ojo porque D.J. es uno de los más afectados por el recorte quedándose fuera sus pesadillas de ser intervenido. También tenemos a un Richard T. Jones que va de menos a más en su rol del astronauta Cooper. Por último están Sean Pertwee (Smith, el piloto) y Jack Noseworthy (Justin aka “bebé oso”, el joven ingeniero).

“Sólo puedo decirle que esta nave está maldita” (Smith)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Horizonte final, la mejor película de Paul W.S. Anderson y todo un film de culto. Estamos ante una producción que debe estar siempre en los puestos más altos de los rankings de cintas de terror espacial. La verdadera pena es que nunca se haya editado una versión del director por haberse perdido el metraje adicional… aunque quizás algún día nos llevemos una sorpresa.

Tráiler de Horizonte final

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