Rompenieves (Snowpiercer)
Después de un desastre provocado por un experimento para evitar el calentamiento global, la Tierra se ha congelado y nada sobrevive en el exterior. Por otra parte, los pocos supervivientes viven a bordo del último refugio que existe: un tren que da vueltas alrededor del mundo y que nunca para. Curtis, uno de los supervivientes, cansado (como el resto) de tener que vivir bajo la opulencia y extravagancia de los que están más adelante, prepara una rebelión para cambiar el curso de la situación. (Cineycine).
Un futuro post-apocalíptico. Un tren que da vueltas alrededor del mundo y un grupo de personas aplastadas por su condición social. Hielo por todas partes y una rebelión que lleva gestándose desde hace mucho tiempo. Estos son los ingredientes de esta impactante película de Bong Joon-Ho. Estamos ante un drama social envuelto en una ciencia-ficción cercana y violenta. ¿Subimos al último tren de la Tierra? Pasajeros al ‘Rompenieves’ (Snowpiercer).
«Ustedes son la cola y nosotros el frente. Es el orden natural».-Mason.
Crítica de Rompenieves (Snowpiercer)
Nunca he sido un fanático del cine asiático. Si acaso, reconozco que he visto películas de algunos directores o alguna película famosa. Pero, en general, no me entusiasma el cine que suele hacerse en aquellos países. Más que nada, porque el enfoque de sus historias suele ser exagerado y con detalles chirriantes. Un ejemplo claro al que me remito es el trabajo del propio Bong Joo-Ho en ‘The Host’, su intentona de reintroducir en el país coreano (y en el resto del mundo) el género de las monsters-movies. ‘The Host’ fue un film que contentó sólo a la crítica especializada y que gustó en su país de origen. En cambio, a una buena parte del resto de los mortales no nos terminó de convencer. En consecuencia, Bong regresó al género que le dio la fama: el thriller, para poder mantener su status (‘Madeo’, 2009).
Después de aquello, y mientras buscaba proyectos interesantes, le llegó una novela gráfica francesa titulada ‘Snowpiercer’. La trama giraba en torno a un tren, el rompenieves del título, que daba vueltas por un mundo helado. La obra examinaba el drama social de unos pasajeros divididos entre los más pobres (que viven en la cola del tren, sufriendo el hambre y el frío, sumándole la desesperación) y los ricos (que viven en la parte delantera con comodidades y demás extravagancias). A Bong le encantó la idea. Sin embargo, chocaba con los métodos del sistema cinematográfico coreano. Me refiero a que la mayoría de los países asiáticos no tienen una industria cinematográfica similar a la de un gran estudio de USA. Entonces, Bong se fue a territorio americano viendo la efervescencia de las adaptaciones de cómics. Su plan era poder obtener el presupuesto y medios para hacer la película.
En Estados Unidos encontró a unos aliados poco comunes: los hermanos Weinstein. Impresionados con la temática, dieron luz verde a la cinta con un presupuesto de casi 40 millones de dólares. Además, también dieron a Bong carta blanca para hacer el film como quisiera. Para el elenco se fichó a un puñado de estrellas. Entre ellas destacaba Chris Evans, que buscaba despegarse del Capitán América. La producción se completó con un equipo técnico de primer nivel y un compositor de lujo: Marco Beltrami. El maestro Beltrami se encontraba en la cúspide viniendo de grabar bandas sonoras para films de primer nivel comercial.
Hasta la post-producción todo fue como la seda. Sin embargo, los Weinstein, que metían mucho las narices en sus films, pidieron al director un pase privado para ver la película. Película que aún se encontraba finalizando los efectos y demás. Bong accedió a mostrársela… y los Weinstein se acongojaron cuando la vieron. La encontraron mucho más densa y psicológica de lo que se esperaban. Ellos se imaginaban un film de mucho más ritmo…
Pensando que ‘Rompenieves’ sería un desastre, los Weinstein eliminaron de la versión de los Estados Unidos 20 minutos de los 126 de metraje. A espaldas de Bong, quisieron estrenar así el film. Por su parte, Bong renegó del montaje “USA” y consiguió distribución internacional para estrenarla con sus 126 minutos. Los hermanos no lo consintieron y lograron retrasar el estreno en EE.UU. hasta el 27 de junio de 2014. A pesar de su retraso injustificado, el público pudo ver el film en Berlín y las críticas no se hicieron esperar entre los especialistas europeos. La película gustó pero no apasionó a los más aficionados del cineasta.
Entrando en lo que es la crítica, y aún con todo el berenjenal que se montó, creo que ‘Rompenieves’ es una cinta de sci-fi bastante buena. Hay que tener en cuenta también que el género se ve últimamente ligado al espectáculo pirotécnico de grandes efectos visuales… La cinta de Bong Joo-Ho sorprende de manera increíble, especialmente en lo relacionado con los personajes. En este sentido, nada que ver con la ya citada ‘The Host’.
En ‘Snowpiercer’ Bong dibuja unos personajes realistas y marcados por sus errores del pasado. Destaca, especialmente, el personaje de Chris Evans. El «Capi» de la Marvel demuestra que es un actor a tener muy en cuenta y no sólo para proyectos de corte más comercial. Su personaje de Curtis es tremendamente realista y lo suficientemente carismático como para llevar la cinta sobre sus espaldas. Le acompaña un nutrido reparto de secundarios de primer nivel como el fallecido John Hurt, Tilda Swinton o Ed Harris. Los tres tienen unos muy buenos papeles, destacando por encima el personaje de Swinton como Mason, una mandamás con pintas extravagantes y a la que el propio Bong imprime ciertos aires cómicos.
Uno de los mayores “peros” que le pongo al film es que Bong cae, en ciertos momentos, en los elementos cómicos y de desarrollo del cine coreano. Especialmente aquel en el que Curtis «tropieza» en un pelea multitudinaria. Tampoco convencen aquellos momentos en que el personaje de Kang-Ho Song se dedica a echar pullas al resto de actores. Esa actitud aporta poco a su rol. Además, el personaje de su hija resulta quizás mucho más desarrollado e interesante que él. Esto último me resulta inconcebible teniendo en cuenta lo bien tratados y desarrollados que están los protagonistas. Por contra, los apuntes cómicos de Mason son mucho mejores e interesantes. Amén del acento inglés que le imprime Swinton al personaje.
El presupuesto de casi 40 millones se hace notar gracias a una atmósfera oscura. Por su parte, los efectos especiales están bastante logrados. Destacar, sobre todo, cuando la cámara se fija en el eterno paisaje nevado del exterior. También ayuda la fotografía que es oscura pero bien iluminada y nítida. Las imágenes logran acentuar aún más si cabe el futuro apocalíptico.
Finalmente, hay que llamar la atención al respecto de las secuencias de acción. En las mismas destaca la ya citada pelea multitudinaria contra los esbirros con hacha. Las set-pieces son realmente brutales y excelentemente filmadas. Además, la ya comentada BSO de Marco Beltrami que logra unos momentos tremendamente efectivos y enganchantes.
En conclusión.
Termino esta crítica de Rompenieves (Snowpiercer), una «entrada» bastante buena de Bong al fantástico comercial. La cinta se presenta con un notable reparto, una excelente fotografía, un guión entretenido y una muy buena BSO de Marco Beltrami. Aunque pueda perderse en ciertos elementos del cine coreano, el veredicto final es que nos encontramos ante un film bastante recomendable para cualquier fan de cine fantástico y del cine en general.
Tráiler de Rompenieves (Snowpiercer)
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Es una película entretenida, me senté a verla sin ningún tipo de expectativas y lo pasé muy bien. Tiene mucho mérito en los tiempos que corren que alguien consiga contar una historia sin salir de un tren.