Godzilla (2014)
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10 años tardó “el rey de los monstruos” por antonomasia en volver a la pantalla grande. El director Gareth Edwards se atrevió a resucitar al icónico monstruo con una fuerza terrorífica y renovada. Cuando una malévola criatura amenaza a la humanidad ¿Podrá esta depositar sus esperanzas en el imponente Godzilla? ¿Acaso el coloso atómico no arrasará todo a su paso? ¡Damas y caballeros! prepárense para… ‘Godzilla (2014)’.

«¡Mienten! No ha sido un terremoto ni un tifón. ¡Nos están ocultando algo. Algo que nos va a enviar a la Edad de Piedra!» (Joe Brody)

El «coma» de diez años de “El rey de los monstruos” y su resurgimiento

Para saber cómo Godzilla entró en coma inducido por la propia Toho, durante diez, años tenemos que retroceder hasta 1998. En aquella época, la Toho vio la gloriosa posibilidad de compartir su icono con el resto del mundo. Especialmente viendo los resultados de los dinosaurios de Steven Spielberg. El estudio se la jugó a un «todo o nada» para ver quien se hacía con los derechos del personaje. Tras una serie de peleas con otras productoras, el gato al agua se lo llevó TriStar Pictures, actualmente fusionada con Sony Pictures. Esta fusión se produjo porque TriStar entró en bancarrota junto con Columbia Pictures. Así pues, tuvieron que formar alianza con Sony para crear un estudio más potente.

TriStar compró los derechos del personaje y se puso manos a la obra para llevar al titán nipón a tierras occidentales. Esto no fue un camino de rosas. El guión de Ted Elliot y Terry Rossio no convenció a los productores, el cambio del origen de Godzilla mosqueó a la Toho y las maquetas de Stan Winston se desecharon. Por otro lado, Jan de Bont, que venía de saborear el éxito conSpeed, abandonó la producción por problemas de fechas. Se fue con la FOX para realizar la regular ‘Speed 2’.

A toda prisa TriStar buscaba un realizador capaz de levantar la producción. Así fue como cayó en manos de Roland Emmerich, que venía de saborear el éxito deIndependence Day’, junto con su colega Dean Devlin. Ambos, fans declarados de Godzilla, entraron envalentonados al proyecto. Sin embargo, Toho puso una condición tajante, no sólo a Emmerich sino también a Tristar. Tenían que hacer un Godzilla diferente para el público occidental. Por su parte, ellos harían más películas con su Godzilla habitual. El estudio aceptó y dio luz verde al proyecto con un presupuesto de 100 millones de dólares. Millones que se incrementaron por culpa de los problemas de rodaje en Nueva York y también porque los efectos visuales necesitaban más tiempo del esperado para completarse. Al final, el coste de la cinta terminó alcanzando la friolera de 130 millones de dólares.

Cuando el film se estrenó no cubrió expectativas. Además recibió críticas brutales, tanto de la crítica especializada como también de los fans de Godzilla muy decepcionados. La decepción venía por el cambio de diseño que recibió el personaje. Un diseño diferente al que se habían acostumbrado durante los visionados de las cintas clásicas.

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Una acongojada Toho tuvo que ponerse manos a la obra para poder recuperar a sus fans. Así pues, después de Godzilla contra Destoroyah’, a prisa y corriendo, se curraron el reinicio de su saga. Para ello obviaron todas las películas anteriores, salvo el original de Ishiro Honda. Así surgió Godzilla 2000’.

Lo que en un principio serían tres películas se terminó convirtiendo en una saga de seis películas, “la era Milennium”, quizás la más irregular. Básicamente eran seis reboots que omitían todas las cintas originales e incluso entre ellas mismas. Todas excepto Godzilla Against MechaGodzilla’ y ‘Godzilla: Tokyo S.O.S’ que sí tenían continuidad. El problema de “la era Milennium” era claramente la obsesión de la Toho por el fracaso de la cinta de 1998. Así empezaron a producir películas a casporro y sin ton ni son. Eran cintas única y exclusivamente para los fans del personaje, perdiendo así múltiples y potenciales espectadores en favor de un círculo cerrado de seguidores…

El cómo se llegó «al coma inducido» de la Toho a Godzie sucedió en el año 2004. Aprovechando el 50 aniversario del personaje pensaron en estrenar un film que dejara a los fans entusiasmados y hambrientos. Se trataba de poder explotar aún más si cabe al saurio radioactivo. El film, que recibió el título de ‘Godzilla: Final Wars’, fue el que dio el finiquito brutal y casi de muerte a Godzilla.

‘Godzilla: Final Wars’ es la película que tenía más ambiciones de la saga de la Toho. Sin embargo, se convirtió en una bufonada de dos horas. La película no se sabía si se tomaba en serio o era una comedia inconfesa. La mayor particularidad de este film fue dar entrada a una enorme cantidad de villanos y aliados del gran G sin un motivo explícito en la trama. Tan es así que “Final Wars” es un escaparate para ver la larga lista de monstruos que combatieron a Godzilla a lo largo de su vida fílmica.

Además, su «trama» (léase la ironía) se empeñaba en seguir el esquema de las superproducciones estadounidenses y, como por aquel entonces los héroes marvelitas ya estaban de moda, Ryuhei Kitamura (director del film), se sacó de la manga una organización de defensa compuesta por unas personas con poderes conocidas como ‘mutantes’. Por si fuera poco, nos encontramos con la inclusión de secuencias de acción dignas de una película de serie Z de Asylum incluyendo plagios a Matrix’. Todo esto distaba mucho de lo que era Godzilla… La película costó 20 millones de dólares. Hasta la fecha, y junto con su duración, es la película más cara y larga de la Toho. Se organizaron eventos y una brutal premiere en Hollywood para poder llamar la atención de los fans haciéndoles creer que la propia Toho se había currado una película decente de Godzilla.

Las opiniones de los más fanáticos no se hicieron esperar y el film fue catalogado como una película nefasta e inclusive ridícula. Los fans se pusieron de acuerdo con los críticos que sostenían que ‘Godzilla: Final Wars’ se mofaba directamente del fan y del espectador. Se le asestó así al personaje un golpe crítico que obligó a la Toho a tener que olvidarlo durante 10 años para que público y «feligreses» tuvieran las ganas y expectativas necesarias en un nuevo film.

Durante ese periodo de tiempo, Yoshimitsu Banno, director de ‘Godzilla contra Hedorah (La Burbuja Tóxica)’, tuvo la idea de rodar un corto basado en su propia película, en animación 3D, con el presupuesto justo y un puñado de animadores japoneses y estadounidenses. Al principio, Toho veía un potencial excelente para aumentar las esperanza de los fans del personaje en su gran regreso. Sin embargo, los problemas hicieron mermar la posibilidad de éxito del corto. Esto hizo que el propio Banno abandonara el proyecto y ofreciera el personaje a uno de los estudios más potentes de Hollywood: Legendary Pictures. Durante el 2009, Legendary fue el gran baluarte de éxito de la Warner Bros.

Banno y Toho fueron un poco miedosos en sus inicios, teniendo en cuenta que Toho estaba decepcionado con los resultados del ‘Godzilla’ de TriStar. Sin embargo, Legendary fue tajante: harían el film de Godzilla que los fans esperaban. Amén de devolverle la gloria al icono más grande del fantástico.

Legendary, junto con Warner, empezó la búsqueda del guionista adecuado. Por increíble que parezca, el tema cayó en manos de David Callaham. El guionista, fan del personaje, se pulió un guión oscuro, dramático y realista. En palabras suyas: “Esto era lo que Godzilla representaba: un monstruo imparable e indestructible que sólo dejaba destrucción a su paso”. Legendary y Warner se encontraban contentos con el libreto, y ni cortos ni perezosos se lo entregaron al cineasta más prolífico del cine fantástico: Guillermo Del Toro.

Que un fan de Godzilla como Guillermo Del Toro se hiciera cargo de la película era algo inesperado y seré sincero, era muy bueno… Sin embargo, el cineasta mexicano declinó la propuesta por su implicación enPacific Rim’. El cineasta es fan de los monstruos gigantes… pero todavía lo es más de los animes japoneses. Así, Del Toro dejó a Waner/Legendary sin un director para ocuparse de la película.

Gareth Edwards llegó al proyecto gracias a su debut con Monsters’. Thomas Tull y Jon Jashni se entusiasmaron tanto con esa cinta que no dudaron en ofrecerle el proyecto. Para sorpresa suya, Edwards declinó la película ¡sin saber qué película era! Lo cierto es que recibía multitud de ofertas de diferentes estudios. Sin embargo, cuando Edwards se encontraba mirando ofertas mientras visionaba Japón Bajo el terror del monstruo recibió una llamada de uno de los ejecutivos de Warner diciéndole que si quería dirigir la nueva cinta de Godzilla. ¡Seguro que os imagináis la cara de Edwards cuando recibió la noticia! El cineasta no dudó ni un momento en hablar con Warner/Legendary sobre el asunto. Edwards fue claro: devolver a Godzilla al status que se merecía.

Con la aprobación de la Toho se dio luz verde al proyecto. Pero antes se reescribió el guión de Callaham. El script pasó por las manos de otros tres guionistas: Max BorensteinDavid S. Goyer y un fan puro y duro como Frank Darabont. Este último retocó muchas de las partes dramáticas y terroríficas del film escritas por los otros guionistas. Además, incluyó, de manera subliminal, ciertas escenas que recordaban a recientes catástrofes en Japón. Entre ellas: el tsunami de Fukushima y el desastre de la planta nuclear en la región. Darabont comentó que se inspiró en ellas a la hora de dotar a este Godzilla un aire realista, moderno y dramático.

Lo del reparto fue un cantar muy diferente. Para el papel de Ford Brody tres actores fueron los candidatos. Hablo de Henry Cavill, Caleb Landry Jones y Aaron Taylor-Johnson. Finalmente, este último se llevó el papel. El propio actor reconoció que fue “la experiencia más física de toda mi carrera”. El otro rol importante fue para Ken Watanabe, elección personal de Edwards declarado fan del actor japonés. Así pues, no lo dudó y le ofreció el papel de Serizawa (guiño al personaje del film original de 1954).

Por otro lado, David Strathairn y Sally Hawkins fueron más fáciles de convencer. No fueron tan fáciles Bryan Cranston y Juliette Binoche en los personajes de Joe Brody y Sandra Brody. Ambos actores no tenían interés en participar. Cranston, fan de Godzilla, no se encontraba demasiado cómodo en una película de gran presupuesto. Binoche alegaba que si el personaje no le gustaba, no entraría a formar parte del proyecto. En este caso no fue Edwards el que los convenció. Fue Darabont y su reescritura del guión con las escenas más dramáticas.

Con el reparto perfilado y el guión finiquitado, faltaba su gran estrella. La que daba título a la película: Godzilla. El coloso nipón tenía que estar preparado y tener un look fiel. Al mismo tiempo debía ser realista y acorde con los tiempos que corren. Gareth Edwards contrató a Weta Workshop para encargarse del diseño de criaturas. Además, Weta Digital, junto con MPC y Double Negative, fueron los máximos responsables de los efectos visuales.

El trabajo no fue tan fácil como sus responsables creían. El diseño de Godzilla tardó casi un año en completarse con múltiples artworks desechados por su falta de fidelidad o porque sencillamente eran ridículos. Por otro lado, para el rival de Godzilla se tardó bastante tiempo en lograr el diseño definitivo. Amén de perfilarse las animáticas y previsualizaciones necesarias para las escenas de acción y destrucción de la cinta.

Finalmente, y con un presupuesto de 160 millones de dólares, el rodaje de Godzilla arrancó en Hawaii y Vancouver (Canadá). También fueron necesarios rodajes en estudios repletos de pantallas verdes. Todo para lograr la epicidad necesaria que necesitaba este nuevo Godzilla.

Crítica de Godzilla (2014)

Entrando ya estrictamente con ‘Godzilla (2014)’ cabe decir que nunca las apuestas habían sido tan altas. Era cuestión de tiempo que algún gran estudio norteamericano se volviera a interesar por el coloso radioactivo. Evidentemente, el anterior film de Emmerich pesaba entre los productores de Hollywood, al margen de que muchos veían improbable llevar de nuevo al monstruo a la gran pantalla. Tan sólo Legendary/Warner Bros tuvieron las agallas de asumir lo que parecía una misión imposible. «Imposible» a priori y si se llevaba mal… porque Godzilla podrá tener sus más y sus menos, pero sigue siendo uno de los monstruos más reconocibles e icónicos del cine fantástico junto a King Kong.

Gareth Edwards logró lo que otros habían dado por imposible… hacer una buena película de Godzilla. Eso sí, no es la mejor ni tampoco es la película definitiva del personaje. Gareth Edwards siguió claramente los esquemas de Steven Spielberg en Tiburón’. Así pues, aquí hay una trama currada, unos actores notablemente metidos en sus respectivos personajes y un Godzilla que rebosa ferocidad y colosalismo por los cuatro costados. Un titán atómico que es fiel al monstruo original. Ahora bien, que sea una película notable no implica que esté exenta de fallos. El principal es que Edwards apuesta en demasía por sugerir al titán radiactivo y aparece menos de lo esperado. Además, lo que prometía tener de acción, al final, son meros teasers.

Al margen de los «fallos» indicados, ‘Godzilla (2014)’ se destapa como un blockbuster inteligente y que ofrece buenas secuencias terroríficas. No en vano, muchas de ellas recuerdan a la ya citada Tiburón’ oAlien. También hay momentos que quitan el hipo de emoción. Por último, y como gran extra, se ofrece la que será recordada como la batalla Kaiju más bestia vista en años. Edwards ofrece un tercer acto de enorme emoción, cargado de set-pieces que recuerdan al mejor cine de monstruos y, en especial, al Godzilla de la Toho. Para terminar, cuenta con uno de los finales más emotivos y bellos que un fan de Godzilla pudiera desear.

Dejando a un lado la enorme fidelidad que muestra Edwards con el monstruo, también se revela como un director de actores tremendamente efectivo. Edwards se rodea de un reparto de rostros más o menos conocidos que desempeñan unas más que logradas interpretaciones. En especial me quedo con Bryan Cranston, quien nos regala un primer acto tremendamente emotivo. Mi otro favorito es Ken Watanabe que vuelve a destilar carisma como el mítico Doctor Serizawa.

Por su parte, Aaron Taylor-Johnson sale bastante bien parado en su papel de Ford Brody con una loable labor interpretativa. También tenemos a David Strathairn que, a pesar de que sale poco, destila superioridad por los cuatro costados. Por contra se nota que las tres actrices principales: Juliette Binoche, Sally Hawkins y Elizabeth Olsen quedan relegadas a un segundo plano. A pesar de esto, las tres están decentes en sus respectivos personajes.

El guión de Max Borenstein resulta tremendamente efectivo y, a ratos, sobresaliente. Destaca especialmente en la concepción del desastre que surge en torno a la aparición de MUTO, un extraño ser que tiene una peculiar habilidad. En esta cualidad suya se exhiben las citadas referencias al cine de Steven Spielberg e incluso guiños a otros monstruos de la galería de villanos de Godzilla. Comentar también que el aire de antihéroe de Godzilla nos lleva claramente a “la era Heisei”. Godzilla aunque aparece poco, resulta tremendamente brutal y espectacular en el uso de sus respectivas habilidades.

En definitiva, esto es lo que los fans del personaje deseábamos desde hacía tiempo. Pero, como he expuesto antes, la cinta tiene severos fallos que impiden un total y completo disfrute. En especial lo que prometían ser dos enfrentamientos espectaculares en los trailers/teasers quedan reducidos a unos meros clips que terminan por decepcionar más que por contentar. Sin embargo, Edwards lo compensa consiguiendo multiplicar el terror y el pánico ante la aparición de semejantes criaturas en una ciudad moderna, en pos de ser similar al film original de 1954.

«Lo llamamos Gojira» (Dr. Serizawa)

En conclusión.
Termino esta crítica de Godzilla (2014), aunque no sea el film definitivo que algunos esperábamos… sí que resulta una de las películas más dignas y superiores del personaje. Enormemente entretenida y llena de guiños al cine clásico de las monsters-movies. Además cuenta con una dirección de puro nervio y múltiples homenajes a Spielberg. Godzilla regresó y lo hizo de manera notable.

Tráiler de Godzilla

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