Anonymous
Edward de Oxford tiene una pasión secreta: le gusta escribir, desgraciadamente, para alguien de su cargo es inaceptable y condenado por la Iglesia (pues en esa época las obras de teatro eran tratadas como “cosa del diablo”). Sin embargo, encuentra a Ben Jonson, un escritor que no tiene demasiado éxito hasta que Edward le encuentra y le encomienda la tarea de modificar un poco algunos de los escritos del conde de Oxford.
Desgraciadamente, la situación en la corte es nefasta: una reina sin herederos y un puñado de sabandijas que quieren que Jacobo de Escocia ocupe el trono, y mientras el conde de Essex y el de Southampton planean acabar con el pérfido plan de Robert Cecil y su padre a toda costa. A su vez, el propio Edward se encuentra metido en otros problemas. (Cineycine).
¿Fue Shakespeare un impostor? ¿Fue otra persona la que escribió “Romeo y Julieta” o “Macbeth” y el se adjudico todo el éxito? o tal vez, otra persona quiso que así fuera… Estas son las preguntas que hace “Anonymous”.
“Tú eres el alma de esta época… La perfección innegable que afectó a mi alma”.–Ben Jonson.
Crítica de Anonymous.
Durante la promoción de “2012”, Roland Emmerich comentaba que tenia planeado un film sobre la autoría de los escritos de William Shakespeare, pues según se dice, Shakespeare no era más que un actor que era incapaz de escribir y que según algunas fuentes otra persona escribió obras tan magnas como “Un Sueño de una noche de Verano” o “Hamlet”. Aun así, poco se sabe más sobre el tema, aunque el debate está servido.
‘Anonymous’ puede parecer en su primer visionado, una película interesante, pero su guión resulta demasiado enrevesado para alguien totalmente neófito en la época en la que transcurre.
Es una película muy diferente dentro de la filmografía de alguien como Roland Emmerich, autor de cintas de destrucción total como ‘El día de mañana’ o ‘Independence Day’, maestro de los entretenimientos más planos y ligeros que puedan existir y que aquí se atreve con un film muy arriesgado (especialmente, siendo quien es), pero lo resuelve de una manera bastante digna y decente (seguramente, en manos de otro cineasta podía haber sido una mejor película o por el contrario directamente un fiasco) teniendo en cuenta la cantidad de situaciones, personajes y tramas que pululan a lo largo de la cinta.
Vamos al grano, ‘Anonymous’ es una película de actores, es decir quien se espere una cantidad de duelos de espada o espectaculares batallas entre ejércitos, se decepcionará de lo lindo… pues esta es una película de tramas políticas, intrigas palaciegas y un montón de parafernalia relacionada con la época que, por desgracia, resultan un pelín excesivas, de ahí la duración de 130 minutos que gracias a ella, por lo menos llegan a cubrir todas las tramas que hay en el largometraje y también al guión de Orloff que da mínimamente un tratamiento digno a los personajes, pero como he expuesto antes, son los actores los que elevan totalmente a los personajes.
Para esta película, Emmerich se rodea de un nutrido puñado de actores ingleses, algunos de ellos, conocidos como Rhys Ifans (‘The Amazing Spider-Man‘), Xavier Samuel (‘La saga Crepúsculo: Eclipse‘), Vanessa Redgrave (‘Robin Hood‘), Joely Richardson (‘Millennium: Los Hombres que no amaban a las Mujeres‘ (2011)), Rafe Spall (‘Prometheus‘) y el más veterano David Thewlis encarnando al pérfido padre de Robert Cecil (Edward Hogg), este último soberbio e impecable en su papel de malvado de la película.
También hay que reconocer el enorme esfuerzo en crear ese Londres de ataño, donde Emmerich utiliza los efectos visuales de hoy en día para lograr un aspecto visual realmente magnifico (teniendo en cuenta que el film costó 30 millones de dólares), sumándosele la deliciosa fotografía de Anna Forrester y la cuidada banda sonora de Harald Kloser y Thomas Wander.
Como puntos negativos, podíamos decir que para aquel no sepa demasiado de la época, podría perderse o incluso hacerse un lío con los personajes de la película. También la duración puede resultar un tanto excesiva, aunque también necesaria, pues se trata de una película con muchas tramas, personajes y acontecimientos históricos. Y, finalmente, se echa en falta un mayor tratamiento en lo que se refiere a la obra de Shakespeare, pues se resuelve demasiado pronto.
En conclusión.
Roland Emmerich se arriesga con ‘Anonymous’ entregando un film diferente dentro de su “blockbaustera” filmografía, y sale bastante indemne con una cinta realmente interesante, con un reparto de primera y un guión que, si bien no es sobresaliente, es sumamente eficaz. Puede que la cinta peque de ser demasiado excesiva en duración (pero no alargada porque si), cantidad de personajes y tramas… pero francamente, y como vengo afirmando en esta crítica de Anonymous, es una película realmente aceptable.
“Los teatros son obra del diablo”.–Robert Cecil.
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Tag-line desechado:
Primero destruyó el mundo, luego a Shakespeare.