Justicia para todos
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“¿Qué es la justicia? ¿Qué pretende la justicia? La justicia pretende lograr que el culpable sea declarado culpable y el inocente quede en libertad. Sencillo, ¿verdad? Solo que no es tan sencillo. Sin embargo, la defensa tiene el deber de proteger los derechos del individuo, como es deber de la acusación sostener y defender las leyes del estado…”. Al Pacino reclama ‘Justicia para todos’.

“Juro fidelidad a la bandera de los Estados Unidos de América. Y a la república que representa: Una nación ante Dios indivisible con libertad y justicia para todos” (Juramento de lealtad de las Cortes de EEUU)

Crítica de Justicia para todos

Tan sólo un año después de estrenar F.I.S.T. Símbolo de fuerza (1978), Norman Jewison pasó de pelearse contra una estrella incipiente y controladora como Sylvester Stallone, a irse a los tribunales con Al Pacino en ‘Justicia para todos’. Y lo hizo apoyado en un magnifico guión escrito por Valerie Curtin y Barry Levinson. El resultado es una ejemplar película. Una cinta claramente atemporal y que aún actualmente sigue manteniendo una vigencia absoluta en su retrato sobre las farsas y los tejemanejes judiciales.

‘Justicia para todos’ (And Justice For All) fue una ajustada producción de 6 millones de dólares rodada casi por entero en Baltimore (Maryland). El rodaje se extendió desde noviembre de 1978 a enero de 1979. Su estreno en salas de EEUU tuvo lugar el 19 de octubre de 1979. A su paso por cines norteamericanos logró unos excelentes 33 millones de $ de recaudación. En España la vimos toda vez que se cambió de década, esto es: el 24 de marzo de 1980. Para terminar con los datos, y curiosidades, apuntar que el film supuso el debut en cines de Craig T. Nelson, Jeffrey Tambor y Larry Briggman. Todos ellos luego reconocidos actores secundarios de los 80 y 90.

‘Justicia para todos’ es un thriller judicial y dramático. Además incluye tremendos momentos de comedia terrorífica. En este sentido, ¡ojo! a como se negocia con la libertad y encarcelación de inocentes y culpables en los pasillos de las salas de deliberación. Por no hablar de cómo cualquier tecnicismo legal puede llevar a culpables a salir indemnes y a inocentes a permanecer entre rejas… Sí, de sobra sabemos que esto se lleva a cabo. Pero ver la frialdad con la que lo hacen, y luego como la gran mayoría apenas reacciona ante las consecuencias de sus actos, lo convierte todo en algo terroríficamente cruel e inhumano… Personalmente muy pocas películas recuerdo por aquella época, y también producciones futuras, que analizaran de forma tan ejemplar todos los tinglados judiciales.

Y todo lo anterior viene impulsado, además de por la notable dirección del veterano Norman Jewison, y el catedrático libreto, por la apasionada interpretación de Al Pacino. Una interpretación filmada en claro crescendo. Su personaje está visualizado como el único hombre cuerdo desde el lado de la “justicia” ante un mundo totalmente enloquecido y retorcido que solo busca el interés personal… Así pues, ‘Justicia para todos’ es, sin duda, una de esas películas que cuando uno ve difícilmente olvida y se vuelven parte de su imaginario.

Ahondando en la performance de Al Pacino, decir que lleva aquí una interpretación verdaderamente importante. Sobre todo si agrupamos como una sola su recreación de Michael Corleone en la trilogía deEl padrino’. No hay duda alguna de que estamos ante uno de sus mejores papeles. Probablemente un top 5 en su carrera. De hecho, este papel fue el último de su gran década de gloria: los años setenta. En ese tiempo, Pacino se alzó como uno de los más grandes actores de la historia. Él mismo así lo expresó: “Puede que sea una especie de ‘Serpico en los tribunales’. Estuve tanto tiempo embutido en mi personaje que una vez un amigo me dijo que tenía problemas con un contrato y le dije: Déjame verlo. Literalmente se lo quité y le dije: Bueno, tal vez yo pueda ayudarte. Luego pensé, pero… ¿qué hago?”.

Su personaje es Arthur Kirkland, un abogado que se alza contra todo y contra todos. Kirkland es el portavoz del ciudadano cuerdo, del hombre que intenta hacer el bien ante un mundo podrido. Un tipo al que le importa la gente. Para la historia queda el momento en que procede a dar su parlamento final. Y a cómo, en un casi imperceptible instante, Kirkland/Pacino rompe la cuarta pared mirando a la cámara, al espectador, ya situado como uno más del jurado, antes de finiquitar su memorable speech… Como premio a tan gloriosa actuación, Al fue nominado a los premios de la academia de 1980. Irónicamente perdió contra Dustin Hoffman por su papel en ‘Kramer contra Kramer’ (Robert Benton, 1979), un rol que el propio Pacino había rechazado para hacer ‘Justicia para todos’.

No solo Pacino esta inconmensurable. El resto del casting entregan todos y cada uno de ellos excepcionales interpretaciones. Es el caso de John Forsythe (Henry T. Fleming) que retrata a la perfección la otra cara de la moneda. Un juez de porte señorial, intimidante, pétreo, una especie de blasón americano. Sensacional la dicotomía que se genera entre ambos. Véase la tremenda económica gestual de la que hace gala Forsythe y ¡cómo no! la impresionante mirada que le lanza a Arthur antes de que este termine su “intervención”. Por su parte, Jack Warden (Juez Rayford) se lleva el más cómico y delirante de todos los roles asignados. Hace de un juez obsesionado con encontrar el final de su vida en las muertes más absurdas… mientras tanto prosigue de manera inenarrable llevando a cabo su trabajo dictando sentencias.

Papeles relevantes también les son asignados a Craig T. Nelson como Frank, el abogado de la acusación contra Fleming y un experto en pactos. También está Jeffrey Tambor como Jay, el vividor compañero de bufete de Arthur. Otro al que le gusta vivir bien es a Larry Briggman (Warren). Histórico es el momento en el que llega tarde a una vista y las consecuencias de esto. En la parte femenina tenemos a Christine Lahti interpretando a Gail, una integrante de la comisión judicial que investiga a abogados y jueces. La actriz tiene sus buenos minutos junto a Pacino con quien tiene una indudable química. Finalmente toca citar al legendario maestro de actores Lee Strasberg como el abuelo de Arthur, un hombre en los últimos estratos de su existencia que aún cree que su nieto está estudiando abogacía ¡cuando en realidad lleva más de una década ejerciendo!

“Aquí tenemos un problema ¿Y saben cuál es? Que ambas partes quieren ganar. Queremos ganar, sin que nos importe la verdad. Y queremos ganar sin que nos importe la justicia. Sin que nos importe quién es culpable o inocente. Ganar es lo principal” (Arthur)

En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de Justicia para todos, un film casi excelso. Una película que se debe ver de forma periódica en la vida. Bien es cierto que, por momentos, introduce elementos de humor para aligerar el conjunto… pero, en su global, estamos ante una ejemplar pieza de género en la que tanto Norman Jewison como Al Pacino dan lo mejor de sí mismos.

Tráiler de Justicia para todos

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