Infinite
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Antonie Fuqua vuelve a los blockbusters con esta historia de acción y ciencia-ficción encabezada por Mark Wahlberg. El popular actor deberá salvar al mundo de la destrucción masiva a manos de un peligroso villano. Hoy vamos a conocer la mitología de los “Infinitos”, gente con la capacidad de recordar sus vidas pasadas y su mundo. Bienvenidos a ‘Infinite’.

“Somos Los Infinitos” (Nora)

Crítica de Infinite

Esta es una de esas películas que, tras acabar de verla, tienes la sensación de haberle visto cierto potencial. Sin embargo, y por una cantidad de razones, el film no termina de despegar y resulta altamente decepcionante… y más cuando uno ve la cantidad de talento puesto en al servicio de la producción. De entrada, en la dirección está Antoine Fuqua, un artesano muy competente en lo concerniente al thriller y la acción. Fuqua nos ha dejado algunas propuestas tan destacadas como Training Day (2001), Lágrimas del sol (2003), o The Equalizer (2014). Así pues, Fuqua es alguien que realmente ha sabido sacar buenos productos. También tenemos a Mark Wahlberg como protagonista y a secundarios importantes como Rupert Friend o Dylan O’Brian. Con estos mimbres, delante y detrás de las cámaras, ¿Por qué ‘Infinite’ ha salido mal?

Creo que el problema principal de ‘Infinite’ puede ser debido a la suma de dos factores: la intromisión del estudio al ver que el producto no iba a lograr los beneficios deseados, y el guión escrito por una retahíla de guionistas; entre los que se encuentra el no acreditado John Lee Hancock. Estos dos elementos terminaron dando la puntilla a un film que llevaba años dando vueltas por Hollywood. Y esto sin contar la desgana en la narración por parte de Fuqua, o un Wahlberg con pintas de cobrar el cheque y salir corriendo… Y la pena es que el concepto de la propuesta es sumamente rico. Sin embargo, el libreto no lo termina de desarrollar e incluso incorpora ideas que los personajes no acaban de explicar. Me refiero, concretamente, a las habilidades sobrenaturales que posee Henrich Treadway interpretado por un desaprovechado Dylan O’Brian.

Respecto a las escenas de acción, y a pesar de contar con un especialista como Fuqua, decir que están rodadas con bastante desgana. Inclusive se acude a ideas visuales sin venir a cuento. Por no hablar de las decisiones de fotografía un tanto bizarras. La mejor set-piece es la persecución con dos vehículos destruyéndolo todo. También merece la pena cierta parte del clímax final a bordo de un avión. El resto de secuencias no brillan casi nada.

Por su parte, Mauro Fiore, y a pesar de algunas decisiones visuales cuestionables, sobrelleva algo mejor la fotografía y resulta de cierta ayuda para intentar mejorar las prestaciones del film. También intenta elevar la película Harry Gregson-Williams con su banda sonora. Por otro lado, en el trabajo de edición se notan bastantes cortes en lo que concierne a la explicación de la mitología de “Los Infinitos” y las habilidades que algunos de ellos poseen. En consecuencia, esta producción es una oportunidad desaprovechada y con una dejadez bastante notable. Pasados sus 106 minutos las sensaciones que te quedan no son positivas ni de haber pasado un rato ciertamente entretenido. Así las cosas, no es de extrañar que ‘Infinite’ se estrenara de tapadillo en la plataforma de Paramount… como tampoco extraña que Amazon la adquiriese haciendo una nula promoción.

En el casting, y dejando al margen la desgana de Mark Wahlberg y el desaprovechamiento de Dylan O’Brian, el mejor parado es Chiwetel Ejiofor. Al actor inglés se le nota que esta entregado al 200% en su rol del villano Bathurst (en su vida pasada le pone cara Rupert Friend en breves flashbacks). Atención a la secuencia en la que interroga a Toby Jones. Este último en un cameo prácticamente expendable. Así pues, un exageradísimo Ejiofor es, probablemente, lo mejor de ‘Infinite’. La parte femenina la representa Sophie Cookson que, al igual que O’Brien, queda infrautilizada en su personaje de Nora, un papel escrito de manera bastante rutinaria. Atención a cómo su historia de amor es casi olvidada de sopetón.

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Infinite, una propuesta totalmente desaprovechada. Un montón de interesantes ideas, pero pasadas por muchas manos y cortadas por los gerifaltes de turno. De la película se salva un Chiwetel Ejiofor que se nota que se lo ha pasado en grande como villano. También podemos rescatar el trabajo de Harry Gregson-Williams y Mauro Fiore, este último obviando alguna decisión visual cuestionable.

Tráiler de Infinite

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