Underworld: La rebelión de los licántropos
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Aquí comienza la guerra entre las dos especies y muchos interrogantes son despejados. Rhona Mitra sustituye a Kate Beckinsale en el papel de actriz protagonista con la capacidad de repartir sin despeinarse. Pese a lo que pueda parecer, esta precuela cumple con las expectativas. Además, se convirtió en una de las entregas más recordadas. Por fin sabremos cómo empezó todo en ‘Underworld: La rebelión de los licántropos’.

Crítica de Underworld: La rebelión de los licántropos

En 2009 nos llegaba la tercera parte de la saga de vampiros y licántropos que diera inicio en 2003 conUnderworld’. En esta ocasión, nuestra querida Selene, interpretada por Kate Beckinsale, desaparecería por exigencias del guión. Esto era algo lógico, ya que esta entrega fue concebida como una precuela de la original. Así las cosas, la trama nos lleva siglos atrás: al inicio de la guerra entre vampiros y licántropos y cómo esta se mantuvo a lo largo de los siglos hasta la época actual. Época en la que ya se situaron cronológicamente las dos primeras películas.

Debo recalcar que es una verdadera gozada el hecho de presenciar el inicio e ir observando encajar piezas de una manera sutil. Todo para acabar relacionándolo con las anteriores partes. La mayoría de pesos pesados de la original, y su continuación, tienen en esta precuela su función. Vemos sus orígenes y las consecuencias de sus actos, con las cuales cargarían durante largo tiempo.

La dirección de Patrick Tatopoulos es bastante acertada. Al especialista en FX no le tiembla la mano a la hora de hacer de “La rebelión de los Licántropos” una película puramente de acción. Tatopoulos nos muestra decapitaciones y sangre en los momentos oportunos y sin temor alguno a la censura. Esta fue su primera y, hasta el momento, única película para cines. Anteriormente había trabajando en campos como la producción, departamento de maquillaje y efectos, inclusive también en los guiones.

La película padece un poco el mismo problema que sus anteriores partes. En sí misma se limita a cumplir y punto. Pero lo bueno es que funciona y cumple su misión. Ahora bien, al unirla a sus “hermanas” todo cobra mayor sentido. Ver a Viktor en todo su esplendor, siendo el patriarca de los vampiros en esa época es algo que gustará porque lo conocemos de las anteriores partes. Además, el hecho de indagar en su pasado es curioso. Eso es lo que las precuelas consiguen que, pese a que sabemos qué pasó, el hecho de ver cómo llegó a suceder todo suele ser el mayor aliciente de este tipo de films.

Tatopoulos lo organiza todo bastante bien. En consecuencia, La rebelión’ consigue salir airosa en la mayoría de sus facetas. La ambientación, por ejemplo, está muy bien conseguida. Aquí todo está perfectamente recreado: palacio, mazmorras, aposentos privados,… No sólo está bien realizado, sino que también está bien ambientado. Además, tiene ese toque que estamos acostumbrados a ver en películas de más caché, y presupuesto, que esta. Eso ya es una buena señal y dice mucho.

Otra faceta que me sorprendió muy gratamente fueron los actores. Casi todos se marcan unas actuaciones francamente buenas. Destacaré por encima del resto a Bill Nighy como Viktor. Sublime, señores. No sé si este hombre había nacido para este papel, pero puedo decir que borda con maestría su interpretación. Destacar también a Rhona Mitra. La actriz londinense, habitual también de papeles de acción, lo hace mejor de lo que yo podía pensar en un principio. Su misión es claramente la de «hacer de Kate Beckinsale». En el film no interpreta a Selene, sino a Sonja, un rol muy parecido. Con su buena labor se ganó mi admiración. Por supuesto, también retorna Michael Sheen en sus orígenes como Lucian acompañado del gigante Kevin Grevioux.

Conclusiones.
¿Es innecesaria la séptima parte de ‘Saw’? ¿Mmmm? bueno, depende de a quién le preguntes te dirá una cosa u otra. Esta tercera parte, en forma de precuela, viene a ser un tema parecido. Realmente no era «necesario» para la historia ahondar en el pasado de la guerra entre estas dos especies. Pero hay que reconocer que es sumamente gratificante hacerlo y que disfrutamos de unos 90 minutos francamente entretenidos que dan pie a nuevas historias y derivados de lo ya visto. Y no olvidemos que, probablemente, sea la mejor de las tres partes. Ya sólo por eso creo que vale la pena darle un vistazo. Decepción o no, ya sabrás cómo empieza todo. Así os lo he contado en esta crítica de Underworld: La rebelión de los licántropos.

Tráiler de Underworld: La rebelión de los licántropos

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