Sin remordimientos
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Conoces a Jack Ryan, pero todavía no conoces a John Clark alias John Kelly. Hoy vamos a conocer a este antiguo Navy Seal y experto en hacer lo que otros no quieren. Kelly es un fantasma, alguien que no juega con las mismas cartas que Ryan. Hablamos de un hombre dispuesto a todo y en esta review lo vas a conocer muy bien. Ya mismo descubrimos cómo Kelly se convirtió en un hombre ‘Sin remordimientos’.

“Toda mi vida he jugado a su juego, a hacerles el trabajo sucio… Servimos a un país que no nos quería porque creíamos en su potencial. Luchamos por el potencial de los Estados Unidos… pero se han pasado. Han traído la guerra a mi casa, han matado a Pam y han matado a mi hija antes de que pudiera respirar. El contrato está roto. Ahora seguiremos mis reglas. Pronto verán lo que un peón le hace a un rey” (John Kelly)

Crítica de Sin remordimientos

Dentro la gran mitología de espionaje creada por Tom Clancy es casi seguro que la mayoría de espectadores conocen de sobra a Jack Ryan. Hablamos de un personaje que servía a Clancy como una especie de “anti-James Bond”. Ryan representaba el rol de analista de la CIA como un héroe cotidiano. Un “espía” que se tenía que mover entre tramas que incluían conspiraciones internacionales, villanos venidos de la era post-soviética, agentes gubernamentales corruptos, senadores obsesivos con trastear en la política nacional,… Todo esto era el pan de nuestro de cada día en las novelas de Clancy con Jack Ryan como protagonista.

Al margen de Ryan, de la mente de Clancy también nació el “anti-Jack Ryan”. Me refiero a John Clark alias John Kelly, un antiguo Navy Seal. A diferencia de nuestro popular analista, Clark se manchaba las manos y actuaba sin tapujos contra los enemigos de los Estados Unidos. Lo curioso es que ‘Sin remordimientos’ no es la primera vez en la que este personaje se deja ver en el cine. Recordemos que primero fue interpretado por un impecable Willem Dafoe en ‘Peligro Inminente’ (Phillip Noyce, 1994). Posteriormente, un jovencísimo Liev Schreiber heredó el papel en Pánico Nuclear (Phil Alden Robinson, 2002).

Hablando de Tom Clancy, muchas de las voces críticas han acusado al film de ser demasiado desfasado en sus ideas narrativas. Sin embargo, si uno lo piensa bien, la mayoría del material escrito por Clancy estaba influenciado por el clima de decadencia del final de la Unión Soviética y sus tejemanejes. En este caso, el guión escrito entre Taylor Sheridan y Will Staples no puede ser más fiel a las bases de escritura de las novelas de Clancy. Quien haya leído algún material del autor sabe perfectamente lo que puede esperar de ‘Sin remordimientos’.

Entrando en el film, comentar que debía haberse estrenado en cines en septiembre de 2020. Sin embargo, la pandemia provocada por el Covid-19 lo impidió. Al final, Paramount Pictures se la terminó vendiendo a Amazon, como ya hiciera, por ejemplo, con El Rey de Zamunda (Craig Brewer, 2021).

‘Sin remordimientos’ supone la adaptación de la primera novela dedicada a John Clark. Eso sí, la producción estuvo un tiempo en el limbo. Por el proyecto pasaron una buena cantidad de realizadores y actores. Me refiero a directores como John Milius y Christopher McQuarrie (antes de decantarse por ‘Misión Imposible’), y a actores como Keanu Reeves e incluso Tom Hardy. Finalmente, el director escogido fue Stefano Sollima. El director italiano venía de su debut tras las cámaras en los USA con Sicario: El día del soldado (2018), habiendo trabajado en la misma con el guionista Taylor Sheridan. Ambos repiten colaboración aquí teniendo ya bagaje en esto del thriller sucio y violento. Por su parte, el papel de protagonista principal se lo llevó Michael B. Jordan, incluso quedando acreditado como productor.

Con los precedentes comentados, hay que destacar que ‘Sin remordimientos’ es un thriller de cocción lenta. Un film muy en la línea de las dos entregas de ‘Sicario’, donde las set-pieces están presentadas como si fueran explosiones de violencia. Aquí no hay nada de la pirotecnia del cine de acción que puebla nuestras carteleras. Sollima presenta un film pensado de una forma que, probablemente, muchos espectadores no esperen… incluso para una cinta que, en teoría, sería el inicio de una franquicia con el personaje de John Clark.

‘Sin remordimientos’ es un film cercano al cine de venganzas. Incluso también al tipo de cine que Sollima realizaba en Italia con la mafia italiana como protagonista. El director filma de forma brutal y sin tapujos la violencia descarnada. Atentos porque estamos, junto conJuego de patriotas (Phillip Noyce, 1992), ante la única película basada en un libro de Tom Clancy en ganarse la merecida R. En la trama, Kelly se irá tomando, poco a poco, una tremebunda venganza contra todos y cada uno de los responsables de la muerte de su mujer. Mención especial a cierto interrogatorio “calorífico” en un coche.

La mayoría de secuencias de acción son violentas y con el amparo de una coreografía hiperestilizada. En este sentido, véase la secuencia de la home invasion que sufre Kelly en su casa. También presten atención a como éste va liquidando, uno a uno, a los diferentes esbirros hasta llegar a verse las caras con el principal responsable de la muerte de su esposa. Por supuesto, no me olvido del monumental tiroteo entre francotiradores.

La banda sonora es muy a lo Hans Zimmer. De ella se encarga el músico post-rockero islandés Jon Thor Birgisson. Hablamos de una score cercana a lo que hicieron Jóhann Jóhannsson y Hildur Guðnadóttir en las dos entregas de la ya citada ‘Sicario’. Me refiero a que tenemos una BSO atmosférica, dura y minimalista. Nada que ver con lo que uno podría esperarse de un film de un gran estudio para una franquicia con el nombre de Tom Clancy en los créditos.

El casting resulta muy eficaz. Aunque todos terminan siendo eclipsados por la enorme presencia de Michael B. Jordan en su rol de John Kelly. El actor da el 200% en todas sus escenas físicas. Atentos a cierta secuencia submarina que Jordan reconoció orgulloso haberla hecho casi sin ayuda, a pesar de las reticencias de los especialistas ante el temor de que pudiera ahogarse… También resuelve notablemente sus secuencias emocionales. Espero que este personaje pueda tener futuro en su propia saga

El resto del cast comprende actores de la talla de Guy Pearce como el secretario Clay y Jaime Bell como el agente de la CIA Robert Ritter. Por su parte, Jodie Turner-Smith es la comandante Karen Greer (inclusive referencia a uno de los personajes más importantes de la mitología de Jack Ryan). Todos ellos son competentes en los papeles asignados dentro de la película. Quizás quien termina siendo decepcionante es Brett Gelman como Viktor Rykov, uno de los asesinos que logran escapar del asalto de la casa de Kelly tras su atentado fallido. Finalmente, también aparece Cam Gigandet en un rol de reparto.

En conclusión.
Termino esta crítica de Sin Remordimientos, una película que puede crear cierta división… pero creo que para los que somos amantes del estilo narrativo de Tom Clancy es una propuesta jugosa. Una cinta tremendamente disfrutable, filmada con un pulso y una directa exposición de la violencia como cuchillos a la garganta del espectador. Todo esto contando además con un tremendo esfuerzo físico y emocional por parte de Michael B. Jordan como un antihéroe de acción que merece la pena descubrir.

Tráiler de Sin remordimientos

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