Transformers: El lado oscuro de la Luna
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Michael Bay volvió a demostrar que es el verdadero Rey Midas del cine espectáculo. Y es que esta vez supo subsanar con inteligencia los errores del pasado, deleitándonos con la que casi con total seguridad se trata de la mejor película de la robótica trilogía. Incuestionablemente, y como explicaremos en esta crítica de Transformers: El lado oscuro de la luna, se trata de la película que todos esperábamos sobre estos seres extraterrestres que tan buenos ratos nos hicieron pasar en la pequeña pantalla: brutal, divertida, seria, oscura, espectacular y mejor argumentada que sus antecesoras.

Optimus Prime

Crítica de Transformers: El lado oscuro de la Luna

En 2007 Michael Bay estrenó la adaptación cinematográfica de una de las series animadas con más repercusión mediática de los 80 y 90,Transformers’, una película que, si bien no era del todo fiel con respecto a la serie original (dolieron los ojos al ver a un Optimus Prime tuneado y coloreado del mismo modo que haría Dominic Toretto con su auto de carreras), sí que aportaba tremendas dosis de humor, acción, efectos digitales de última generación y, sobre todo, un espectáculo veraniego digno de la grandeza de cualquier megaproducción del sello Bay.

Y aunque las críticas quizás fueron excesivamente duras debido a la suma simpleza de su guión o de las interpretaciones de los actores, lo cierto es que el film se convirtió en una cinta referencia del cine de acción/ciencia ficción más reciente (incluso el film Terminator Salvation tomó varias ideas de ‘Transformers’, y quién haya visto la película de McG sabrá a lo que me refiero), dando lugar a una inevitable secuela a tenor de los más de 700 millones de dólares recaudados a nivel mundial. Todo un pelotazo.

Transformers 3

Tan sólo dos años después, llegó a nuestras carteleras Transformers: La venganza de los caídos’, una película que tras un segundo visionado baja su nivel y que ya perdía el efecto sorpresa de su predecesora, aunque para compensar esto a Bay no se le ocurrió otra cosa que multiplicar las dosis de lo que vimos en Transformers por mil. Así pues, el realizador aumentó el elenco de personajes, incrementó la acción y la destrucción, pero sobre todo, elevó el número de gags y escenas de humor (siendo esto uno de los mayores errores de la secuela: las ridículas apariciones de los padres de Sam y de los gemelos robots, lo que convertía el film en un producto sumamente infantil por momentos), así como los minutos de metraje, convirtiendo la película en un inmenso espectáculo visual aunque bastante irregular y desajustado debido a la saturación de personajes intrascendentes y de minutos de relleno innecesarios.

A pesar de esto el film se convirtió, de nuevo, en el mayor divertimento del verano de 2009, siendo hasta la fecha la película más grande de su director (grande en lo referente a despliegue técnico y visual) . Eso si, a la cinta le sobraban situaciones y minutos que no aportaban casi nada.

Transformers 3

En cualquier caso es bien sabido que Bay es un tipo listo, así que se las apañó para subsanar algunos de estos errores y con ‘Transformers: El lado oscuro de la Luna’ dirigió la que, posiblemente, sea la mejor película de la trilogía en todos sus aspectos. Para comenzar, y obviando el inevitable hándicap que supone la pérdida del efecto sorpresa (algo de lo que se salvan menos de media docena de secuelas en toda la historia del cine), el realizador suprimió radicalmente a varios personajes que ya aparecieron en la secuela anterior y que no hacían más que estorbar y restarle seriedad al asunto, una seriedad que debió de predominar desde el principio de la saga.

También hemos de puntualizar que los padres de Sam (interpretados de nuevo por los –a ratos- simpáticos Kevin Dunn y Julie White) no aparecen en más de dos escenas y, afortunadamente, no chupan minutos y minutos de metraje que bien se podrían utilizar para otras situaciones más apropiadas. Así pues, en esta ocasión tenemos una película que si bien uno de sus pocos errores es su duración (Bay se vuelve a salir por la tangente con un metraje de…. ¡¡¡dos horas y media!!!), también es justo afirmar que esos 150 minutos de proyección se pasan volando.

Transformers 3

Y es que nos encontramos ante LA PELÍCULA, en mayúsculas, de los ‘Transformers’. Una película que por fin está dedicada a ellos prácticamente en su plenitud, relegando al (siempre importante) factor humano a un plano un tanto secundario, centrándose la trama de este modo en la inmensa guerra final entre Autobots y Decepticons, dando lugar a un gran espectáculo.

La cinta es sencillamente una lucha brutal y bestial prácticamente desde el final de su segundo acto, en la que los robots utilizan el planeta Tierra como su campo de batalla particular en una sucesión de mamporros, golpes, violencia y acción que le aseguro dejará al espectador con la boca abierta. Amén de una guerra visualmente impresionante que dura alrededor de 50 minutos de acción sin pausa, aunque durante todo el metraje tienen lugar momentos de espectacularidad y grandeza. Y sí, he mencionado la palabra violencia, ya que por primera vez nos encontramos ante una trama mucho más oscura y violenta que sus dos películas predecesoras: aquí la gente es desintegrada radicalmente en claros primeros planos, incluyendo alguna que otra calavera volando por los aires. Lo nunca visto.

Transformers 3

Por otro lado, la acción está tan bien rodada que uno no puede dejar de preguntarse cómo es posible que se filmen unos combates entre robots CGI de un modo tan sublime (planos lejanos y detallados, uso adecuado de la cámara lenta en planos cortos, y golpes nítidos y claros: si, Michael Bay dejó aquí de lado sus vicios videocliperos) y no se pueda filmar esto mismo en el cine de acción actual con actores de carne y hueso. Y es que es una verdadera gozada el apreciar detalladamente cada transformación, cada golpe y cada impacto entre los robots, siendo sin duda en esta ocasión el poderoso Optimus Prime el personaje que se lleva la palma al final de la película: sus intervenciones son para el recuerdo.

Transformers 3

En resumidas cuentas.
Nos encontramos ante el film más serio y sólido de la trilogía, aunque puntualmente también nos echaremos unas risas debido a los ya inevitables gags de la franquicia, sobre todo a cargo del personaje de Shia LaBeouf, además de algunas situaciones bastante divertidas de la mano de un John Turturro cuya participación ha sido reducida drásticamente, y de un Ken Jeong que va camino de convertirse en uno de los pocos asiáticos en triunfar en la comedia americana. Por lo demás, sólo mencionar que se echa en falta a Megan Fox… sí, han leído bien) y que el uso del 3D en el cine dista mucho de lo que realmente debería de ofrecer. Esta es la película que todos esperábamos de ‘Transformers’. Más vale tarde que nunca, ¿o no?

Tráiler de Transformers: El lado oscuro de la Luna

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