Terminator Salvation
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Aunque todos esperaban un truñazo del quince, sobre todo por la presencia del terrible McG, este film se proclama como un espectáculo de primera. Una masterpiece veraniega con todas las letras que no ofrece ni un instante de pausa, encadenando set pieces de acción una con otra a cada cual más grande. Todo esto da como resultado un film tremendamente disfrutable y una experiencia cinematográfica de primer orden. Bienvenidos a… ‘Terminator Salvation’.

«Tú y yo estamos en guerra. Matasteis a mi madre, Sarah Connor. Matasteis a mi padre, Kyle Reese. Pero a mi no me matareis» (John Connor)

Crítica de Terminator Salvation

Ya era hora de que, después de tres films dedicados por entero a la figura del Terminator (interpretado con gran acierto y enormes dosis de carisma por Arnold Schwarzenegger), el héroe y responsable de todas las paradojas temporales de la saga protagonizara su propio film. Estoy hablando ¡cómo no! del John Connor adulto, el gran azote de Skynet y Ciberdine Systems.

Connor toma el protagonismo en esta cuarta entrega de la saga que uno debe tomarse como una precuela en el sentido estricto de la franquicia, es decir, desde la perspectiva de la historia. Lo que en ella vamos descubriendo son hechos que nos fueron narrados con cuenta gotas en las otras tres cintas anteriores, y que en esta toman cuerpo. Hechos como: el extermino casi total de la raza humana por parte de la maléfica Skynet (visto a ráfagas en breves prólogos de las anteriores cintas), la caza a Connor por parte de la propia Skynet en el presente y a su padre Kyle Reese (todavía un adolescente) y, finalmente, la presencia de numerosos tipos de Terminators como son: las moto-terminators, el T-600 (anterior al modelo interpretado por Arnold) o los Terminators Harvest.

El elegido para la ocasión es Christian Bale. El actor galés, desde que se subió al carro de la franquicia Batman, vio cómo su carrera daba el empujón que durante tantos años se le resistía. Aunque también es verdad que no hacía mucho por querer convertirse en una estrella con todas las letras, pros y contras que ello conllevaba. Más bien disfrutaba interviniendo en films que supusieran para él un reto a todos los niveles. Por ello, prefería arrancar cabezas con cara de loco en American Psycho’, o bordear el límite del esfuerzo sobrehumano para dar vida a un insomne en ‘El maquinista’. Con ambos papeles no alcanzó mucha popularidad ni reventó taquillas, pero sí que se fue haciendo un nombre como un joven actor de enorme talento que venía pegando fuerte.

Bale lleva a cabo una interpretación notable en ‘Terminator Salvation’. Eso sí, sin llegar a las grandes cotas de recital dado en El truco final o Rescate al amanecer’. El mejor Batman de la historia logra dar vida al John Connor que todos habíamos imaginado alguna vez. Un auténtico tipo duro. Un cabronazo duro de matar al que no le tiemblan las piernas ni el gatillo por nada. Vamos, el John Connor que todos estábamos esperando. Antológicos momentos son aquellos como los de Connor en busca de un resquicio de humanos que abre el film y lo que prosigue… o este en un río luchando con unas anguilas Terminators. Ambos momentos filmados de manera magistral por McG e interpretados de forma brillante por Bale. Un Bale que también nos deja unas cuantas perlas en forma de diálogos y frases.

Bale ya es uno de los grandes del cine USA. Talento, carisma y ganas le contemplan. Su lista de films es de lo más jugosa con un futuro realmente brillante y prometedor. Esperemos que, aparte de sus grandes producciones que llegan siempre en excelentes condiciones a las salas de cines de todo el mundo, sus films más modestos también reciban el tratamiento que merecen. En este aspecto es acordarme de la citada ‘Rescate al amanecer’ o ‘Equilibrium’ y se me llevan los demonios.

«Terminator ha vuelto». Pues sí, amigos lectores, esa es la sensación que me inundó al terminar el visionado en pantalla grande y en la primera sesión del día de estreno. Y esta es la sensación que todavía tengo al escribir esta reseña. Cuando todo pintaba negro, las cosas sorprendentemente se han hecho bien. Hasta el menos puesto en el mundo del séptimo arte, y de la saga Terminator, se llevó las manos a la cabeza y se le pusieron de corbata cuando McG (las dos horrorosas adaptaciones de ‘Los Ángeles de Charlie’ eran su bagaje cinematográfico) fue nombrado director de esta cuarta entrega de la saga. Saga inaugurada de forma magistral por James Cameron en 1984 con Terminator y continuada con la apoteósicaTerminator 2: El juicio final(1991). De la tercera ni hablaré porque, para mí, no merece ni dos líneas.

Pero lo que son las cosas, McG lleva a cabo un gran trabajo tras las cámaras. El realizador dota al film de un look oscuro y desolador. Al mismo tiempo nos deleita con espectaculares y muy curradas set pieces de acción que harán las delicias del fan más exigente. Por supuesto, también tenemos maravillosos guiños a la mitología de la franquicia. Todo esto, sumado a un guión que prosigue con lo ya contado en las tres anteriores entregas de la franquicia y a un reparto de actores acertado, da como resultado una notable cinta de acción, ciencia ficción y espectáculo para los sentidos.

La labor detrás las cámaras de McG, como ya apunté, es toda una sorpresa. El gran temor generalizado era que este señor tirara por tierra los posibles logros del guión y el trabajo de los actores. Pero no, todo lo contrario. McG cumple sobradamente con su cometido dando al film un ritmo vertiginoso hasta cuando sólo vemos diálogos en pantalla que, todo sea dicho, es en contadas ocasiones. El espectador siempre tiene la sensación de que todo lo que acontece ante sí es vital para la trama y el engranaje del film gana y mucho con su trabajo. Secuencias como la caída del helicóptero que pilota Connor, en la primera gran escena de acción, son buena muestra de ello. Ojo al magnífico uso de los espacios y la cámara dentro del aparato.

Pero es que la cosa no acaba ahí, sino que sigue en aumento, como una montaña rusa de acción constante. Por ejemplo: el encuentro entre Marcus Wright y Kyle Reese mientras son asediados por un T-600, la impresionante destrucción de una gasolinera con la posterior huida/asedio de los terminator cazadores y las motos-terminators. Por no hablar del apoteósico clímax final en la central de Skynet. Una base que a mi me pareció tan siniestra y maligna como había soñado. La guarida perfecta del villano.

A todo lo anterior hay que añadir una ambientación plenamente conseguida y un diseño de Terminator y derivados realmente magistral. Todos ellos heredados del difunto Dios de los efectos especiales Stan Winston, al que va dedicado el film. El resultado es un entretenimiento de primer orden. Una cinta que cumple sobradamente con las expectativas como hit palomitero de verano y que además es una gran película.

«¿Cómo les digo a tus soldados que les abandonaste?» (Kate Connor)

En resumidas cuentas. 
Termino esta crítica de Terminator Salvation, un film que no llega al nivel de obra maestra de las dos primeras… pero sí que se confirma como una notable continuación de la serie. Una nueva vuelta de tuerca a la franquicia y una reinvención necesaria al mismo tiempo. Si las demás van a ser como esta, aquí tienen a uno que estará el primero en el cine todas las veces.

Tráiler de Terminator Salvation

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