Pasajero oculto
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Remitiéndonos a clásicos que todos hemos visto de sagas como ‘Cuentos asombrosos’ o series como ‘The Twilight Zone’, hoy rescatamos la primera producción importante de la directora Roseanne Liang. Es hora de embarcar por asalto en un B-17 para descubrir quién es el… ‘Pasajero oculto’.

“Acabo de ver algo bajo el ala de estribor” (Maude Garrett)

Crítica de Pasajero oculto

Estamos ante el largometraje más conocido y popular de Roseanne Liang. Hablamos de una directora nacida en Nueva Zelanda que hasta ‘Pasajero oculto’ había trabajado detrás de las cámaras de varias series, cortos y películas de escasa trascendencia. Esta cinta de corte bélico y fantástico fue su producción más importante. Lastimosamente, la misma quedó en nada y fue incapaz de alcanzar si quiera la mitad de su presupuesto, fijado en 10 millones de $. No obstante, Liang demostró su profesionalidad siendo capaz de rodar la película en un plazo de 25 días en exteriores de Muriway (Auclkand, Nueva Zelanda) y un set interior que recreaba parte del bombardero B-17. Sin duda, el film quedó afectado por las diferentes denuncias de abuso sexual que recayeron sobre su guionista, Max Landis.

Landis, hijo del mítico director John Landis, fue el autor del libreto. Ahora bien, y según algunos rumores, parece que la propia Roseanne Liang terminó también por reescribir algunas líneas y modificar otras. Rumores al margen, el libreto es con mucha diferencia lo peor de la película. Y lo cierto es que la propuesta era francamente atractiva con su aire pulp y de serie B. También me llamaba la atención del argumento su parecido con míticos episodios de ‘Cuentos asombrosos’ y ‘The Twilight Zone’. Otros puntos de interés son su cierta semejanza conBuried (Rodrigo Cortés, 2010) y el Macguffin que representa el maletín de Garrett. Sobre todo, descubrir el irritante misterio de su interior… Sin embargo, todos estos parecidos, homenajes, fuentes y puntos de interés son desperdiciados en favor de un nuevo alegato ultrafeminista.

El comentado tufo feministoide se explota hasta la náusea una vez que Garrett sube al bombardero. Allí le espera una auténtica manada de machistas que la directora encima enfatiza con la presentación individual de cada uno entre sombras… Además, los primeros 40 minutos se hacen insoportables tanto para Garrett como para el público. Durante ese tramo, la protagonista queda encerrada en la torreta inferior y sólo se comunicará con sus babosos compañeros a través de la radio. A partir de ahí todo lo que escucharemos son insultos hacia Garrett, vejaciones orales, humillaciones,… palabras como “puta” o expresiones como “me la follaría” serán una constante. Tan es así que nos terminarán por reventar los oídos. Si esto ya de por sí se hace insoportable, encima no casa nada con el estamento militar y las expresiones de la época. En fin, es un auténtico despropósito y un panfleto.

Por el contrario, la acción está bastante bien rodada y resulta tan exagerada como lo era en las películas ochenteras, a las que también trata de imitar. Para la historia de las fantasmadas queda el rescate que realiza Garrett en el exterior del avión. Por su parte, el toque cartoon lo pone la explosión que de manera imposible la mete otra vez en el interior del bombardero. Y, finalmente, no podía faltar la pelea final. Ojo a esta secuencia porque resulta notable apreciándose en todo momento dónde y cómo se golpea. Y también atención a lo bien que ejecuta Chloë Grace Moretz determinados golpes y llaves. Sin duda, su experiencia como Hit-Girl fue todo un seguro.

Respecto a los efectos especiales y visuales decir que tenemos luces y sombras. Lo más positivo es el diseño del gremlin que vas despiezando el bombardero. Se nota aquí la mano de los artistas de WETA. El monstruito nos es mostrando tanto de noche como a plena luz del día estando bastante bien realizado. La ambientación interior del B-17 también está bastante guapa. En cambio, no se puede decir lo mismo de los planos exteriores puesto que cantan a croma y restan credibilidad al imposible rescate de Garrett… En cuanto a la banda sonora viene firmada por Mahuia Bridgman-Cooper ciñéndose al estilo ochentero de la propuesta usando música electrónica y sintetizadores. Muy curiosa esta soundtrack.

La película es un regalo para Chloë Grace Moretz convertida en la oficial de vuelo Garrett. La inolvidable hit-girl aparece en el 95% de las escenas y creo quedarme corto. Tan es así que los primeros 40-50 minutos básicamente la vemos a ella sola encerrada en la torreta. La situación es muy similar a lo visto en películas como la ya citadaBuried (Rodrigo Cortés, 2010) o la más recienteOxígeno (Alexandre Aja, 2021). Esto supone que solamente veremos primeros planos de Moretz mientras interactúa con los sucesos del exterior y con los insultos de sus compañeros. Para la joven actriz esto es un auténtico tour de force del que sale notablemente librada mostrando una gestualidad adecuada a cada momento. Además, su peinado nos remite al aspecto de las chicas de entonces. Por supuesto, el último tramo es un caramelo para los queremos verla regresar a la acción.

De sus compañeros de reparto poco o nada se puede decir. No creo que estén en pantalla ni 5 minutos cada uno. Tan sólo los veremos físicamente al principio y ya al final. Con tan poco metraje apenas se puede entrar a valorar sus interpretaciones. Si me apuran, creo que el gremlin del film sale en más escenas que los actores masculinos. Resumiendo el elenco de ‘Pasajero oculto’ bien puedo decir que el mismo es “un total Moretz”.

“Me han asignado este vuelo” (Maude Garrett)

En conclusión.
Termino esta crítica de Pasajero oculto, una película que ofrece un rato de entretenimiento apoyado en sus locas set-pieces. No obstante, podía haber llegado más lejos, y convertirse en un auténtico film de culto, de no haber llenado las páginas de su guión de insultos machistas con el único fin de degradar a casi todo el elenco masculino. Una pena haber antepuesto la chabacanería tendenciosa a la calidad en la escritura.

Tráiler de Pasajero oculto

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