Nicolas Cage
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Filmografía de Nicolas Cage.

“Soy una persona mejor cuando trabajo. Tengo una estructura. Un lugar a donde ir. Sino tengo un lugar donde ir, y un trabajo que hacer, puedo ser muy autodestructivo. Me sentaría en cualquier bar a beber. Pediría dos botellas de vino y desaparecería. Y no quiero ser ese tipo de persona. Por eso trabajo”. ¡Señoras y señores! Con todos ustedes ¡Nicolas Cage!

“Siento que me he adentrado en mi propio desierto, por así decirlo. He dejado la pequeña ciudad que es Hollywood atrás. Y no sé si quiero volver. ¿Hacer otra película con Disney? Podría ser aterrador” (Nicolas Cage)

Nace el mito.
Nicholas Kim Coppola nació en Long Beach (California, Estados Unidos) el 7 de enero de 1964. Nic es hijo del profesor de Literatura August Coppola y de la coreógrafa Joy Vogelsang. Además fue el tercero de los hijos del matrimonio. Sus dos hermanos mayores son: Marc Coppola y Christopher Coppola. El primero de ellos intentó ganarse la vida como actor y llegó a tener veinte créditos como tal. Y el segundo, Christopher, es un director y productor de cine de escasa relevancia.

Nic creció dentro una cierta burguesía en la familia Coppola. Recordemos que es sobrino del cineasta Francis Ford Coppola y de la actriz Talia Shire. Siguiendo su propio instinto, decidió que quería hacerse valer por sí mismo y cambió su apellido por el del personaje Marvel conocido como Luke Cage. También, y llegado el momento, prescindió de la “h” en su nombre (aunque actualmente mucha gente lo sigue escribiendo mal). Fuertemente atraído por el arte, y por las profesiones de sus familiares, empezó a sentir la llamada de la actuación desde joven. Ya a principios de los ochenta estaba decidido a ser actor. Y no solo eso… quería convertirse en una estrella de cine. No en vano, desde su etapa en la escuela secundaria, se topó con gente de cierto status y luego futuros artistas como fueron Crispin Glover, Lenny Kravitz o Gina Gershon.

Más allá de su vida profesional, el amiguete Nic ha acabado casándose en cinco ocasiones. Y tiene dos hijos: Weston Cage Coppola y Kal-El Cage. Ambos son fruto de sus relaciones con Christina Fulton y Alice Kim. Actualmente vive con Riko Shibata, a la que conoció tras su fallido enlace con Erika Koike, que se hizo viral cuando el actor solicitó el divorcio, al día siguiente de casarse en Las Vegas, alegando haber sido engañado. Sus otros matrimonios fueron con Patricia Arquette y Lisa Marie Presley.

California Dream: Nicolas antes que Cage (1982-1994).
Nuestro protagonista de hoy acabaría por graduarse en la escuela de UCLA de teatro, cine y televisión. Ese sería el paso previo a su llegada a Hollywood. Su primera aparición oficial en pantalla fue a comienzos de los ochenta en ‘Aquel excitante curso’ (Amy Heckerling, 1982). Su papel no contiene dialogo, cuando habla es de fondo, y aparece dos o tres veces en primeros planos fugaces. En esencia, la mayor parte de su aparición fue cortada en la sala de montaje.

Un par de años después protagonizaría con Sean Penn el largometraje ‘Adiós a la inocencia’ (Richard Benjamin, 1984). Ambos mantendrían una cierta amistad durante esa década. Hasta que Nic pilló a Sean criticándole por la espalda, justo cuando el primero comenzaba a tener éxito por su cuenta… Después de una serie de apariciones de relleno en films de su tío Francis, y en cintas menores, Cage logró un papel clave para su carrera en ‘Peggy Sue se casó’ (Francis Ford Coppola, 1986). La protagonista principal, Kathleen Turner, nunca aprobó la elección de Cage ni sus decisiones artísticas, sobre todo el tono de voz que decidió adoptar para su personaje. Algo parecido le sucedió con Cher en ‘Hechizo de luna’ (Norman Jewinson, 1987). Tras bordear la caricatura en ambas, terminaría por abrazar el dibujo animado en ‘Arizona Baby’ (Joel & Ethan Coen, 1987) encajando perfectamente en el universo Coen.

Su labor en ‘Arizona Baby’ fue la que le abrió las puertas a una serie de films que fueron llevándole por el camino que buscaba, culminando con su gloriosa aparición en Besos de vampiro (Robert Bierman, 1988). Su saltó definitivo como icono llegaría en la explosiva ‘Corazón salvaje’ (David Lynch, 1990). El éxito en festivales de esta última le abrió una serie de oportunidades erróneas. Films de escaso calado, ciertamente bien pagados, pero en su mayoría productos de segunda o tercera fila que no le hicieron avanzar realmente en la industria. Así fue como acabó aceptando a regañadientes ‘Tess y su guardaespaldas’ (Hugh Wilson, 1994) que fue un éxito moderado. Más que menos su labor en Tess y en otros films de calado romántico/amable le acabarían dando la oportunidad de su vida en 1995.

Viva las Vegas: Nace la estrella (1995-2005).
En los Oscars de 1996 estaban nominados a mejor actor protagonista: Sean Penn (‘Pena de muerte’), Anthony Hopkins (‘Nixon’), Richard Dreyfuss (‘Profesor Holland’), Massimo Trosi (‘El cartero y Pablo Neruda’) y nuestro hombre, Nicolas Cage, por ‘Leaving Las Vegas’. Finalmente, Cage, que ya había ganado el globo de oro se llevó también la dorada estatuilla. Además, y como bonus, firmó un contrato con Jerry Bruckheimer para protagonizar La Roca de Michael Bay.

Lo siguiente que vino fue su época de máximo esplendor totalmente embutido dentro de su nuevo traje de action-man en los 90. En esos años adornó su filmografía con películas legendarias del cine de acción. Me refiero a cintas imprescindibles como ‘Con Air’ (Simon West, 1997) y ‘Cara a cara’ (John Woo, 1997). También protagonizó otros tops que claramente se pueden colar entre lo mejor de su filmografía. En este caso hablo de thrillers como Snake Eyes (Brian De Palma, 1998), Asesinato en 8mm (Joel Schumacher, 1999) y ‘Al límite’ (1999), su única colaboración a las órdenes de Martin Scorsese y protagonizada junto a Patricia Arquette, su esposa en aquellos años.

El 2002 fue uno de los mejores de su carrera. Por un lado nos sorprendió con su debut como director con la interesante y cruda ‘Sonny’, una ópera prima protagonizada por James Franco. En la misma, el propio Cage afrontó un inenarrable rol secundario de un chulo llamado Acid Yellow. Y, por otro lado, regresó a los Oscar con su doble papel en ‘Adaptation (El ladrón de orquídeas)’ a las órdenes de Spike Jonze. Aquello le llevó a una especia de espaldarazo comercial que le situó entre los actores mejor pagados de la industria. Algo que en parte jugó en su contra aceptando algunos papeles mirando más el cheque que al producto final.

En el año 2009 Hacienda comenzó a investigar sus cuentas. Los inspectores acabaron dictaminando en 2013 que Cage había evitado declarar al fisco cerca de 12 millones de dólares. El actor alegó desconocimiento y culpó de todo a sus asesores. Por su parte, estos sacaron a la luz sus gastos, algunos de ellos mucho más extravagantes de lo que uno pudiera llegar a imaginar. Lo cierto es que Cage no tuvo más remedio que poner al día sus cuentas, despedir a todo su gabinete y contratar nuevos asesores. Inevitablemente todo este jaleó repercutió negativamente en su salud financiera y emocional. En ese momento el Cage superestrella del firmamento Hollywood empezó a morir y a renacer como el Nicolas Cage que estaba cada tres meses en cines, hasta mutar en el Nicolas Cage que sacaba un film por estación al año sin importar en que plataforma.

Abrazando al meme (2009-Actualidad).
En gran parte por sus deudas, y en otras por el avance de las nuevas plataformas y contratos por películas, Cage empezó a entrar en un torbellino de producciones. Un tsunami donde ya no le importaba nada. No le importaban los presupuestos, los guiones ni el director a cargo. Tampoco miraba ya las posibilidades de entrar en la carrera de premios o lograr un éxito de taquilla. Lo único importante para Cage era que estábamos ante su nuevo evento. Surgía así el agitador de masas, el actor que arriesgaba, el chamán, el James Stewart extraterrestre o el Vincent Price de nuestra era. Un creador de eventos y momentos. Mucho más que un actor. Lo tomas o lo dejas. Lo amas o lo odias. Un género en sí mismo.

Todo lo anterior se va tornando cada vez en una experiencia más allá del simple cine. Tanto para Cage como para sus fans. En principio, el actor reaccionaba negativamente al meme, a sus escenas sacadas de contexto con videos en YouTube o colgados en videos de un minuto para RRSS. Sin embargo, y a posteriori, fue siendo conocedor del poder esos mismos videos. Y ya, consciente del todo, abrazó su nueva y desatada forma de afrontar a los personajes. No era una cuestión de interpretar ¡El los sentía!

Ahora el amigo Cage nunca volvería al nivel de comerse una cucaracha viva, beber en abundancia para prepararse una escena o destrozarse la dentadura para sentir el dolor de un veterano del Nam. No, ahora era una cuestión de invocar al espíritu de sus personajes. Así fue como, en lugar de meterse drogas reales, esnifaba sacarina antes de sus planos en Teniente corrupto (Werner Herzog, 2009), o se hacía coser amuletos de santería para llamar a los muertos enGhost Rider: Espíritu de venganza (2011).

De 2010 en adelante ha hecho más películas que en las tres décadas anteriores en Hollywood. Pero no todas le tienen como protagonista. Sus cintas han acabado por dividirse en: productos meramente alimenticios, surrealistas apariciones como secundario en infames producciones de aventuras/acción internacionales y pequeñas-medianas producciones del género fantástico/terror con recorrido por festivales de prestigio. A menudo, estas últimas se entremezclan con films en donde algo llama su atención: puede ser el look de su personaje, que le permitan ofrecer algo que no ha hechos antes o la localización del rodaje. Pero sobre todo lo que prima en ella es la libertad creativa, aun sacrificando las posibilidades económicas.

Bonus Track: Los Cages que nunca vimos.
Habiendo sido durante años uno de los grandes iconos de Hollywood, a Nicolas Cage le han ofrecido infinidad de papeles. Personajes que luego fueron a parar a manos de otros actores, o que nunca se hicieron porque eran demasiado personales para él… o por otros motivos. Seguramente el más famoso de todos fue su intento, en vano, de convertirse en Superman. Me refiero a la fallida adaptación de Tim Burton ‘Superman Lives’, una película que nunca vio la luz más allá de una pre-producción mastodóntica que sirvió a Kevin Smith para darse un sonado auto-bombo durante años.

Además, Cage fue una opción muy real para los roles de Vincent en ‘El padrino III’ (Francis Ford Coppola, 1990), Neo en Matrix (Wachoski, 1999), Aragorn enEl señor de los anillos (Peter Jackson,2001), Duende Verde en Spider-Man (Sam Raimi, 2002), Randy ‘The Ram’ enEl luchador (Darren Aronfsky, 2009) y Bonaparte en Los mercenarios 3 (Patrick Hughes, 2014).

Por otro lado, Cage se ha posicionado en varias ocasiones para un futurible papel de Lex Luthor en una nueva película de Superman o universo DC. Tampoco ha negado que volvería a su rol de Castor Troy en una posible secuela de ‘Cara a cara’ (Face Off). Incluso está muy dispuesto a trabajar con Quentin Tarantino, a quien le hace un nada velado guiño en una de sus próximas películas. De momento, uno de sus grandes sueños parece que se va cumplir, puesto que podrá dar vida a Drácula en ‘Reinfeld’ (2023), un film de próxima producción junto a Nicholas Hoult bajo las órdenes de Chris McKay. Como nunca lo veremos es como Joe Exotic en una serie para Amazon Prime Video. El actor terminó por declinar antes de que se llegará a firmar todo con el gigante del streaming.

“A veces me dicen que trabajo demasiado. Me gusta trabajar. ¿Dónde estamos ahora? ¿117 películas? Fíjate en gente como John Wayne, Humphrey Bogart o James Cagney. Hicieron cientos de películas. Soy feliz cuando estoy trabajando. El cine es como mi ángel de la guarda” (Nicolas Cage)

Actualizada a 07/01/22.

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