Immaculate
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“A pesar de mi experiencia, dando giros inesperados a un guion, la historia escrita por Andrew Lobel contenía revelaciones de lo más sorprendentes y casi me daban ganas de vomitar. Estaba encantado…”. Michael Mohan nos presenta a Sydney Sweeney en su nueva película. Ella es ‘Immaculate’.

“Sé que Dios me salvó por un motivo… pero sigo buscando cuál es” (Cecilia)

Crítica de Immaculate

Películas comoLa monja (Corin Hardy, 2018) han ido rescatando para el momento actual el subgénero cinematográfico conocido como “Nunsploitation”. Nos referimos a películas protagonizadas por monjas o novicias pasándolo realmente mal. Hablamos de muy diferentes malestares: sexual, criminal, terrorífico, sobrenatural,… Y este 2024 ha sido uno de los mejores momentos para este subgénero con cintas ciertamente parecidas como La primera profecía (Arkasha Stevenson) y el film que hoy nos ocupa: ‘Immaculate’. En el caso de ‘Immaculate’ también nos encontramos con una novicia, Cecilia, que llega a Italia para tomar sus votos. Y será en un remoto convento del país transalpino donde la pobre chica pase las de Caín.

De contarnos las penurias y calamidades de la hermana Cecilia se ocupa Andrew Lobel, un guionista que debuta en un libreto para cines. La trama está dividida en tres partes que se corresponden con tres de los cuatro trimestres del año. El primer trimestre se centra en la presentación de los personajes, el trabajo en el convento y el conocimiento del lugar. El segundo se inicia con una imposible revelación. Y ya el tercero es la conclusión de todo lo anterior, sobre todo del segundo acto. Ni qué decir tiene que los ávidos de emociones fuertes deberán esperar al tramo final. Será ahí cuando se verán satisfechos en cuanto al horror se refiere.

En líneas generales, y abstrayéndonos de aquellos que quieran buscar determinados mensajes anticatólicos y demás polémicas intencionadamente buscadas por su distribuidora, el script no está mal y resulta bastante clásico de este tipo de avatares. Me refiero a todo el hecho de llegar como novata a un lugar y tener que aclimatarte a la zona. Dejando al margen ese clasicismo, Lobel nos lanza un sorprendente bombazo en el segundo trimestre (por favor, no vean el tráiler). La idea es ciertamente sugerente y creo que daba para un planteamiento más atractivo del ofrecido. Como también otros elementos siniestros que aparecen y desaparecen sin mayor explicación (las monjas enmascaradas, por ejemplo). Ahora bien, estamos ante una producción menor y pienso que poco más se podía haber hecho dados también sus escasos 89 minutos.

Por otro lado, la trama cuenta con un fallo tremendo que casi la invalida. Personalmente me resulta imposible asimilar que a una novicia de la importancia y salud de Cecilia se la deje sola en su habitación y sin ningún tipo de compañía ni vigilancia. Lógicamente, esto le permite “moverse libremente” por todo el convento y descubrir misterios que, de otra forma, le habrían sido imposibles desvelar. Digamos que, seguramente, Lobel hizo la vista gorda en este aspecto para que pudiera haber película. Pero estamos ante un “fallo” que cualquier guionista bregado habría solventado fácilmente… y es algo que él mismo intenta arreglar ya hacia el final.

En cuanto a la dirección nos encontramos con Michael Mohan, un realizador básicamente especializado en cortometrajes. Destacar que Mohan ya había trabajado con Sydney Sweeney en ‘Los voyeurs’ (2021), una especie de “ventana indiscreta” tórrida que, al igual que ‘Immaculate’, está disponible en Prime Video. Y cito este film no por casualidad… ya que el aspecto final de ‘Immaculate’ está muy próximo al de una producción para streaming. Por consiguiente, estamos ante una película que visualmente aporta lo justo para haber sido estrenada en cines.

Al margen de centrarse en retratar el convento y su entorno, lo mejor por parte de Mohan también llega en el tercer trimestre. Ahí la película gira hacia el terror de serie B, con experimentos y reliquias incluidas. Y es ahí cuando el director se suelta el pelo mostrándonos horrores inesperados. Atención al descenso a las catacumbas usando, por momentos, una visión en primera persona. Esta técnica nos permite sentirnos como si fuéramos la propia protagonista y logra sumergirnos así en esa misteriosa atmósfera. Y ya el tramo final directamente es inenarrable con sangre, algo de gore y demás momentos tremebundos.

La protagonista indiscutible es Sydney Sweeney, que incluso produce el evento a través de su compañía, Fifty Fifty Films. La actriz da vida a la hermana Cecilia y realmente hace un gran trabajo. Sydney se presenta tímida, pura y encantadora al principio. Luego frunce el ceño hacia la sospecha y, finalmente, termina completamente loca de ira. En todos estos momentos sabe controlar la situación y hacerse dueña de Cecilia y del film. Es muy probable que, hasta el momento, estemos ante su mejor y más completa actuación en la gran pantalla. Como dato curioso, en versión original, la película se presenta en inglés e italiano. Pero no esperen mucho italiano por parte de Sydney… a lo sumo 3 o 4 palabras y nada de frases complejas. Su personaje se comunica en inglés con el resto de hermanas y sacerdotes.

Del resto del elenco poco a destacar puesto que los focos se vuelcan totalmente en Sydney. Al margen de ella podemos citar a Álvaro Morte como el padre Sal, un sacerdote que prestará ayuda a Cecilia en su aclimatación al lugar. Su performance es de “momentos”. Hay veces en las que cumple y otras en las que no parece creerse mucho sus diálogos. En cambio, la que sí que destaca es Benedetta Porcaroli como la hermana Gwen. La actriz italiana logra meterle carácter a su personaje y cuando está con Sydney consigue que también le prestemos atención. Por último citaría a la veterana Dora Romano como la Madre superiora, una monja que esconde su verdadera, desagradable y fanatizada cara.

“El sufrimiento es amor” (Madre superiora)

En conclusión.
Termino esta crítica de Immaculate, una película que se va cociendo a fuego lento para terminar en un desbocado final que realmente no causa indiferencia. Tras verla creo que daba para mucho más… quizás en un formato miniserie de 4 a 6 capítulos se habrían podido desarrollar mucho más sus ideas, personajes y misterios. Y ya para cerrar una advertencia final… no se les ocurra ver el tráiler puesto que destripa una parte muy importante de la trama quitándole mucho misterio al visionado del film. ¡Avisados quedan!

Tráiler de Immaculate

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