Camino de la venganza
Comparte con tus amigos










Enviar

“Verás, en mi interior hay un monstruo: el mismo demonio. Y no podrá salir si sigue habiendo otro demonio en este mundo. Dos demonios no pueden vivir a la vez. El demonio no decepciona. Vamos a ver a papá…”. Nicolas Cage cabalga a lomos de su caballo hacia la puesta de sol en ‘Camino de la venganza’.

“Van a conocer lo que es sufrir” (Ruth Briggs)

Crítica de Camino de la venganza

De igual manera que hay producciones recientes de Nicolas Cage que han sorprendido gratamente. Pues también, y por pura estadística, encontraremos vehículos que son justo lo que aparentan ser: producciones de relleno y/o alimenticias. Este es el grupo al que pertenece el film que hoy nos ocupa. Nos referimos a ‘The Old Way’, en su título original sustituido por el mucho más contundente en castellano ‘Camino de la venganza’. En esta ocasión, estamos ante una cuadriculada aventura en el Oeste en la que nuestro amado Cage se pasea en modo piloto automático durante sus ajustados 90 minutos. Nic aparece cargando con un personaje con el que se le ve visiblemente incómodo y poco motivado.

Eso sí, es de justicia recalcar que el film fue un éxito en el mercado de VOD en su formato alquiler y compra digital de la mano de Lionsgate. Incluso logró ponerse número 1 en varias semanas por delante de films con mucha más ambición comercial como Black Panther: Wakanda Forever (Ryan Coogler, 2022) o Llaman a la puerta (Shyamalan, 2023). Por su parte, en nuestro país, el film fue lanzado primero en plataformas de alquiler primero. Posteriormente la pudimos ver en abierto en televisión gracias Cuatro el 2 de agosto de 2024.

La cinta podría resumirse como una mezcla barata y facilona entre Valor de ley (Ethan y Joel Cohen, 2010) y Sin perdón (Clint Eastwood, 1992). Puesto que, de un lado, tenemos a la corajuda niña que se empeña en acompañar a un viejo pistolero en una partida de caza contra unos asesinos. Y, por el otro, al forajido que antes de encarar la vejez decide dejar atrás la mala vida gracias al amor de una dedicada esposa. Todos estos ecos, y muchos más, son los que va abrazando ‘Camino de la venganza’. Pero lo hace con un ritmo algo tosco. Un ritmo que va siguiendo en paralelo a la dupla de Colton y su hija, al grupo del Marshall, y al escuadrón de facinerosos y feos pistoleros. No hay grandes alardes de acción, más allá de una muy fugaz escabechina inicial y el inevitable y decepcionante clímax.

Así pues, y expuesto lo anterior, todo queda en manos de los paisajes de Montana a finales del siglo XIX. Y también del nervio que le pueda dar Noah Le Gros a su personaje. Un intento bien llevado de rencoroso e insidioso bandido. Le Gros entrega, sin duda, los momentos más interesantes del film. Ojo al ciertamente tensionado cara a cara con su “hermanita” en el poblado mexicano. Una escena que debe de colarse entre lo mejor del film. Y del mejorable guión escrito por Carl W. Lucas.

En la dirección hallaremos a todo un asiduo de vehículos destinados a video por demanda, Brett Donowho. Si bien cumple con los requisitos demandados por Cage para sus directores: jóvenes y ambiciosos. No es capaz de insuflar vida a un libreto monótono en su mayoría. Al final volvemos a lo de antes viéndolo entregar un ritmo cansino y una acción tan escasa como desapasionada.

En el casting, Nicolas Cage es Colton Briggs, un tendero que ha hecho buena la ley de tierras libres del nuevo territorio de Montana para emprender una vida pacífica. Pero, por el camino, hizo los suficientes enemigos como para que su pasado acabará por atraparle. Y eso es justamente lo que le sucede… Cage, tal y como ya apuntamos varios párrafos arriba, nunca termina de creerse su personaje. Ni cuando luce bigote en el prólogo, ni cuando debe de contenerse como un ciudadano corriente, y ni tan siquiera cuando, “enfermo de ira”, solo busca venganza contra los asesinos de su esposa. Tan sólo destaca en dos monólogos y en tres tiros que pega en todo el film… y dos de ellos en los primeros cinco minutos.

A Cage le acompaña casi en todo momento una entonada Ryan Kiera Armstrong, la joven protagonista del olvidado remake deOjos de fuego (Keith Thomas, 2022). Buena labor la suya recreando a una niña con aplomo y determinación. Una chiquilla que exigirá a su padre acompañarle en busca de los facinerosos que atacaron su rancho y acabaron con la vida de su madre.

Completan el reparto, Nick Searcy como un viejo Marshall al que le gusta dar lecciones y recordar lo duro que era Colton Briggs en sus buenos tiempos. Searcy es todo un asiduo de este tipo de personajes. Y del otro lado del espectro está el motivado Noah Le Gros, quien ya trabajara con Cage en otro VOD de cajón como fue Ajuste de cuentas (Shawn Ku, 2019). Sin duda, Le Gros entrega la interpretación más motivada y consciente de sí misma del film. Los destacados acompañantes en su banda de carroña humana son Clint Howard (Eustice) y Shiloh Fernandez (Boots). Como curiosidad final, la cinta cuenta con un cameo del propio director que se auto-adjudica un papel pequeño como un agente de la ley.

“Nada pertenece a los muertos, porque los muertos no necesitan nada” (Colton Briggs)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Camino de la venganza, un producto genérico donde Nicolas Cage, aunque aparece como protagonista, elude el asunto en modo ausente. Cage apenas muestra un leve interés en un par de diálogos. En fin, es un film solo para completistas o amantes acérrimos del género emblema del cine estadounidense.

Tráiler de Camino de la venganza

Escucha nuestro podcast