Misión imposible: Sentencia mortal – Parte uno
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“Tus días de lucha por eso que llaman el bien común, han acabado. Esta es nuestra oportunidad de controlar la verdad. De establecer los conceptos del bien y del mal para el resto de los tiempos. Nuestra vida son la suma de nuestras decisiones. Y no podemos huir del pasado. Ethan, esta misión suya le va a salir muy cara. Escúcheme, el mundo entero va a ir por usted”. Ya no es opcional. No es un juego. No es imposible. Es una… ‘Sentencia mortal’.

“Su destino está escrito. ¿Escribimos también el tuyo?” (Gabriel)

Crítica de Misión imposible: Sentencia mortal – Parte uno

“Todos morimos tarde o temprano. Es por como vivimos por lo que seremos recordados”. Algo así podría rezar, llegado el momento, el epitafio de Ethan Hunt. El obstinado agente del FMI siempre ha estado interpretado cinematográficamente por Tom Cruise. Y ya es, sin género de dudas, su gran creación junto al Pete Maverick de Top Gun (Tony Scott, 1986). Es más, con el paso de las entregas, la difusa línea entre donde empieza Hunt y termina Cruise, y viceversa, se ha hecho más y más pequeña… ¿Ha aprendido Tom Cruise todas las modalidades existentes de conducción, lucha, disparo, saltos y acrobacias para mimetizarse en Ethan Hunt? O, por el contrario, ¿Es el espíritu indómito de Hunt el que ha empujado a Cruise a convertirse en un adicto a la adrenalina? Esas son las gran des preguntas.

A los espectadores nos queda gozar con sus hazañas y reconciliarnos con el cine en su máxima expresión. El cine de entretenimiento de masas que te envuelve el cuerpo con mil emociones gracias a Tom Cruise. Y eso, amigos, es algo que, si no valoran ahora, lo harán cuando ya no esté.

Se dice pronto, pero conviene apuntar que estamos a bordo de una saga que ya casi abarca treinta años. Desde 1996, haciendo que lo imposible sea sólo un juego para el actor convertido en superestrella. Todo ese tiempo lleva alzado como un tótem auténtico del cine llena salas. Allá por 1995, fue Tom Cruise quien vio un tremendo potencial en aquel serial televisivo de los setenta. La estrella entregó el proyecto a las manos maestras de Brian De Palma para inmortalizar el séptimo arte y las carreras de ambos. Décadas después, en 2023, el mismísimo Steven Spielberg le dijo a Tom: “Has salvado el culo de todo Hollywood. Has logrado salvar a toda esta industria”.

Lo anterior va en relación con la lucha encomiable de Cruise para que Top Gun: Maverick (Joseph Kosinski, 2022) saliera a cines por todo lo alto. Y, por otra parte, por no parar el rodaje de ‘Misión imposible: Sentencia mortal – Parte uno’. Amén de filmar en tiempo y forma respetando todas las medidas impuestas por el Covid-19. Todo esto, que parece ahora lejano, lo hizo Cruise usando su poder para ello. Además, y por el camino, no dejó de apoyar las grandes producciones de colegas ajenos a su círculo. Me refiero a las películas de gente como Christopher Nolan o Andy Muschetti. ¡Un diez para Cruise! Una estrella de cine no se es y ya, sino que se demuestra en las buenas y en las malas.

Y ahora, el 12 de julio de 2024, llega la hora de la verdad. El lanzamiento del cierre de la saga. Un final dividido en dos partes buscando el más difícil todavía. Y ¿Qué tenemos en ‘Misión Imposible: Sentencia mortal – Parte 1’? Pues ni más ni menos que más de 140 minutos de metraje de un divertimento colosal. Una montaña rusa descomunal y un film que juega en diferentes ligas y en todas brilla notablemente. La propuesta lanza una mirada atrás para entender como Ethan Hunt llegó al FMI y aceptó la elección. También vuelve sobre frentes abiertos desde la entrega inicial. Y, al mismo tiempo, da una interesante vuelta a elementos ya presentes en el cine de McQuarrie, un gran amigo de las conspiraciones. Además, se insertan unas interesantes gotas de humor (la set-piece de la persecución por Venecia con el “coche-seguro”).

De la trama no conviene destapar mucho… más allá de lo trascrito en la sinopsis. Tenemos saltos de localizaciones en localizaciones y un argumento plenamente interesante y candente. Una trama realmente pensada para desembocar en un cierre que promete ser apoteósico. Ojo a como plasma la lucha del hombre analógico contra el imparable crecimiento de las inversiones e investigaciones en IA. Esto se muestra magistralmente siendo la aventura de acción veraniega que es. Otro apunte interesante es que, a pesar de ser ya la séptima entrega, la película parece plasmada como la segunda de una trilogía (que nació claramente en ‘Fallout’). De esta manera, se aprovecha el potencial de las historias, juegos de máscaras y escenas icónicas de la primera… El apunte más cercano sobre la obra de De Palma es la vuelta de “entre los muertos” de Kittiridge (Henry Czerny) y el clímax en un tren…

En los aspectos técnicos, presten atención al tremebundo y ambiental sonido del que hace gala el film. Y esto no solo con la banda sonora de Lorne Balfe, sino también con la asfixiante secuencia en el desierto o su adrenalítico juego del gato y el ratón por Venecia. ¡Y cómo no! en la inenarrable e infernal carrera del tren. Y si el sonido es magistral, no se pierdan tampoco el juego de cámaras y ángulos. ¡Ojo a la pelea en el minúsculo callejón con multitud de planos picados! o también ¡La secuencia del encuentro en la fiesta con todos los personajes colisionando!

Tom Cruise lidera el reparto sin que apenas uno note el paso de los años por él. Durante el film se le nota en mejor forma y menos cansado que en otras entregas. Su Ethan Hunt sigue siendo tan decidido como siempre. Pero esta vez no le queda otra que asumir el precio de ser quién es y estar siempre con su cabeza bajo una diana… De entregas precedentes, vuelve a su lado Ving Rhames como el pirata informático Luther, un papel de estar sentado ofreciendo consejos. Otro que regresa es un Simon Pegg (Dunn) cada vez más alejado del alivio cómico y más enfocado al campo abierto.

De las chicas también vuelven a la acción la casi siempre estimulante Rebecca Ferguson (Ilsa). Aquí es cierto que baja algunos listones su rendimiento. Incluso creo poder decir que se pasa de lacónica como dando a entender que su personaje se ha desinflado y no da para más. También vuelve Vanessa Kirby (Alana/La Viuda Blanca), siendo muy buen aporte el suyo. Su rol es todo lo contrario que Ilsa y se intuye que puede aportar mucho más. Su mano derecha sigue siendo Frederick Schmidt (Zola). Aunque puede que este se guarde para el cierre de la saga todo su poder.

Aceptan la misión, y eligen aparecer en ‘Sentencia mortal’, otros nuevos personajes, algunos con más minutos que otros. Este es el caso de Haley Atwell. La actriz luce muy suelta como la ladrona Grace, una buscavidas que deberá elegir su bando. Cary Elwes casi parece un cameo expendable como el director de la agencia de seguridad nacional, un tipo al que parece que no le dicen todo lo que pasa. Shea Wigham (Briggs) da vida a un cowboy que obedece órdenes sin preguntar y ojo con la terminatrix de Porn Klementieff (Paris). Para el final quedan Esai Morales como Gabriel, un tipo frio y calculador, que parece dirigido por un ente mayor. Y el ya citado Henry Czerny. Este último retoma el rol de jefazo del FMI en las sombras que volverá hacer enfadar a Hunt como en aquel bar de París.

“Vivimos y morimos en las sombras. Por los que amamos y por los que nunca querremos” (Ethan)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Misión imposible: Sentencia mortal – Parte uno, un excelso espectáculo de acción simple y llanamente imprescindible para ver en cines y, más aún, en temporada estival. La enésima demostración de que Tom Cruise es el Mesías y la saga “Misión imposible” su biblia. Sin duda, y retomando el título del film, es “imposible” que los amantes del cine de acción y los seguidores de Cruise salgan decepcionados con esta entrega.

Tráiler de Misión imposible: Sentencia mortal – Parte uno

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