Misión Imposible: Protocolo Fantasma
Ethan Hunt se encuentra en una prisión rusa por motivos desconocidos. Hasta allí viajan Jane y Benji con el objetivo de rescatarle para que se ponga a la cabeza de una nueva misión imposible: hay que entrar en el Kremlin y apoderarse de unos documentos de máxima importancia. Pero alguien más está en Rusia con el mismo objetivo, aunque con distintas intenciones para con la información. Ese alguien es Hendrick, un peligrosísimo personaje que tiene en mente la guerra mundial. (Cineycine).
Ethan Hunt vuelve de nuevo a estar en el punto de mira, por cuarta vez. Y todo después de que él y su equipo sean culpados de haber volado por los aires el Kremlin. La guerra entre Rusia y Estados Unidos está a punto de estallar. Hunt deberá de actuar de inmediato y sin ayuda exterior, ni apoyo tecnológico o armamentístico oficial. Sólo un grupo de tres agentes bajo sus órdenes y, de nuevo, una misión altamente imposible. El más difícil todavía ya está aquí. Es hora de… ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’.
Crítica de Misión Imposible: Protocolo Fantasma
En 2011 llegó a nuestras pantallas de cine la cuarta parte de la franquicia ‘Misión Imposible’. Una saga iniciada hace más de 20 años de la mano de Brian De Palma. Y lo hizo en plenas Navidades, épocas siempre propicias para que los héroes de ficción hagan de las suyas. Tom Cruise siguió demostrando que por él los años no pasan, y que en cada nueva entrega se juega el físico y el pellejo cada vez más.
En ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’ el casi siempre renegado agente Ethan Hunt tendrá que salvar literalmente al mundo de un nuevo villano. Un villano que parece sacado del universo de James Bond, el psicótico Hendricks (Michael Nyqvist). Y esta vez lo hará a pecho descubierto, con sólo tres miembros en su equipo y sin que el FMI o el gobierno de Estados Unidos lo respalden. Hunt está solo contra todo y todos van contra él.
Siguiendo la pauta marcada por el propio Tom Cruise desde la creación del primer film en 1996, el actor/productor y estrella contrató para esta nueva entrega los servicios de todo un emblema del cine de animación reciente, Brad Bird. Bird es el responsable de ‘El gigante de hierro’ (1999), ‘Los Increíbles’ (2004) o ‘Ratatouille’ (2007). Este film fue su debut dentro del cine con personajes reales. Y Bird destaca llevando a cabo un generoso trabajo en cuanto a espectacularidad. No se puede negar que MI4 está plagada de unas cuantas set pieces de acción que dejan con la boca abierta. Sin embargo, la cinta resulta inconsistente en su conjunto. Y es que, al final, tantos personajes co-protagonistas acaban lastrando al film y se carece de un clímax original. Si bien, la secuencia del parking es literalmente apoteósica.
Así las cosas, se podría decir que Protocolo Fantasma contiene momentos de suspense dignos de los vistos en la cinta inaugural firmada por De Palma. Además, alcanza cotas de acción adrenalínica a la altura del tercer episodio que dirigió Abrams. Sin embargo, su conglomerado no supera a ninguna de estas. No obstante, es de elogiar el fantástico uso del suspense que Bird proporciona a diversos instantes. Por ejemplo: la magnífica persecución que Hunt emprende contra Wistrom en medio de una cegadora tormenta de arena y la incursión en el Kremlin. Amén de los momentos culminantes kamikaze de Hunt. Aquí se llevan la palma la suicida escalada al edificio en Dubai (una especie de homenaje/guiño a la escalada del comienzo en ‘M: I 2’) y la delirante pelea contra Hendricks en el parking inteligente de la India.
Entre medias de estos aciertos encontramos una trama que quiere abarcar demasiadas historias. Una multitud de subtramas de abanico emocional/revanchista que acaban distrayendo la atención del que debe ser el verdadero objetivo del film: la caza al villano central. La inclusión de Paula Patton y Jeremy Renner tiene «la culpa». Sus personajes, en diversos momentos, toman el protagonismo relegando a Ethan Hunt a un (inaudito) segundo plano. Patton/Jane por el sentimiento de vendetta hacia la asesina letal, Sabine Moureau (una hipnóticamente bella Léa Seydoux). Renner/Brandt en busca de una redención por una fallida misión pasada que le martiriza.
No es que las actuaciones de Paula y Jeremy sean malas… Lo que sucede es que su incorporación al guión lastra el producto final. En consecuencia, distrae al público del objetivo central e inutiliza la regla básica de toda buena cinta de acción. Aquella norma que presenta la caza sin cuartel del héroe (siempre mejor que sea un tipo solitario) contra el villano.
También hay que resaltar la introducción del humor para aliviar numerosas situaciones. El humor viene, sobre todo, por parte del personaje de Simon Pegg. Su Benji nunca se hace pesado, precisamente por estar interpretado por él. También Tom Cruise desahoga unas cuantas escenas con finos toques de humor. Ahí están, por ejemplo, sus diálogos mientras escala el edificio en Dubai.
En cuanto a los guiños a las anteriores entregas son de agradecer. Los guionistas, por primera vez, optan por no obviar los films precedentes, como el paradero de Julia (Michelle Monaghan) o la aparición (o no) de Luther Stickwell (Ving Rhames). Y, por supuesto, el inevitable plano de un personaje suspendido en el aire a muy pocos centímetros del suelo (esta vez con sorpresa). Otro guiño a la tercera entrega firmada por Abrams es el plano en que Hunt se topa con Hendricks sin saber que este lleva el maletín (calcado a la escena en donde Hunt se topaba con el secuestrador de Julia en el Hospital). Además, al comienzo hace acto de aparición un actor muy conocido que muere de forma inesperada, tal y como hiciera Emilio Estevez en la primera entrega.
En el apartado de las interpretaciones estas son lo que se les pide en una cinta de estas características. Una cinta que busca ante todo entretener al público. Tom Cruise sigue en forma para dar vida al héroe y por lo que se ve por muchos años más. Paula Patton (aunque con más protagonismo del necesario) luce bella y está a la altura en el apartado físico. Jeremy Renner da un paso al frente para dejar bien claro que es un tipo a tener en mente de manera seria. Incluso se permite un chiste a costa de su cacareada posible homosexualidad.
Por su parte, el fallecido Michael Nyqvist no necesitó de grandes esfuerzos para resultar odioso. Atención a sus actos (sobre todo el desenlace de la pelea en el parking inteligente). Por último, Simon Pegg disfruta de muchos más minutos que en la tercera entrega. Esto se agradece puesto que es un intérprete con un timing excelente para la comedia. Mención también para la anteriormente citada Léa Seydoux como Sabine Moureau.
En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’, la mejor cinta de acción del 2011. Eso sí, comparada con sus entregas precedentes queda por debajo tanto de la primera como de la tercera. Bird demuestra su buena mano para planificar y llevar a cabo acojonantes set pieces de acción. Sin embargo, flojea en cuanto debe de dotar de ritmo al conjunto. Esta cinta es un compendio de logradas escenas que, al fusionarse con el global, no calan como deberían. Su falta de valentía a la hora de dar el protagonismo absoluto a Cruise también la acaba mermando.
Tráiler de Misión Imposible: Protocolo Fantasma
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