Ratatouille
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Aquí tenemos el sueño de una rata. Un roedor amante de la alta cocina y que quisiera poder cocinar en un restaurante de París. Y también tenemos la vida de un chico que, por accidente, descubre sus habilidades y es confundido como un gran chef en potencia. Preparen una buena comida, acompañada de un excelente vino, y a disfrutar de este exquisito film que es ‘Ratatouille’.

“Este soy yo y me gusta la buena comida” (Remi)

Crítica de Ratatouille

Hasta que no se demuestre lo contrario, Pixar es el estudio líder indiscutible de las películas hechas por ordenador. En mi opinión las tiene soberbias, excelentes y buenas. Puede que las haya flojas, pero no malas. ‘Ratatouille’, por su parte, ocupa uno de los puestos más altos en la lista de la compañía. Tengo que reconocer que había visto esta cinta en varias ocasiones, pero nunca llegué a comprender lo que la hacía tan especial para tanta gente… hasta ahora. Es difícil poder poner en palabras lo que esta película ofrece al espectador. Y es que, al igual que la historia gira en torno a la buena comida, este film hay que verlo para realmente experimentar la manera en que conecta con el público.

Creo que el contenido tan adulto de esta película es lo que la hace realmente brillar. Un contenido que se aprecia en muchos aspectos: dirección, contenido, diálogos, sensaciones, calidad, banda sonora,… Y es que ‘Ratatouille’ es una película inusual dentro del género de la animación; inclusive para Pixar. Está hecha de una manera tal que te atrapa desde el primer momento por su forma de narrar la historia y que, poco a poco, te va sumergiendo más y más en ella. Sentarse a verla es exactamente igual que ver una de las mejores películas de acción real que puedan existir. Olvidarás por completo el género al que pertenece y sencillamente te dejarás llevar de principio a fin.

El guión es fenomenal. Hay que quitarse el sombrero ante Brad Bird. Este afamado director de animación hace un trabajo soberbio en este apartado. No solamente es inteligente, sino también brillante. Siendo quizás lo mejor de todo su naturalidad. No se trata de llegar al espectador con cosas puestas para esto sino que todo fluye. El dejar que todo siga un camino normal es lo que hace que las pequeñas cosas lleguen donde tengan que llegar y encajen tal cual deben ser.

Los personajes (inclusive si son animales) y las situaciones son lo más humanas posibles. De nuevo, nada rebuscado. Cada motivación, cada sueño, cada problema que se presenta es absolutamente natural y creíble. Cualquiera puede sentirse identificado con lo que encontrará en esta historia, en mayor o menor medida: desde Remy (la rata) a Linguini, el cocinero de ratatouille.

De la animación no hace falta que hable a estas alturas. Es Pixar y en eso se resume todo. Sencillamente sobresaliente. Y, finalmente, la banda sonora por su parte cabe mencionarla también. Al igual que el resto del film, la música denota un nivel fuera de lo normal. Acompaña lo que vemos en pantalla a la perfección, haciéndonos sentir aún más que nos encontramos en Francia.

Conclusión.
La conclusión de esta crítica de Ratatouille es clara, entre manos tenemos un film tan exquisito como la temática de la alta cocina que toca. Cada vez que lo veo me recuerda a una película europea. No voy a decir que es soberbia (siéndolo) puesto que el buen gusto que la impregna merece ser recomendada sin ningún género de dudas.

Tráiler de Ratatouille

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