Madame Web
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Si hay una figura enigmática dentro del universo de Spider-Man esa es esta clarividente. Una anciana que, durante varias ocasiones, fue guía de Spidey en algunas de sus aventuras. Sony nos trae ahora el origen de esta superheroina de cara a explotar, más si cabe, el universo del trepamuros. Después de Venom, Morbius y antes de Kraven… nos toca adentrarnos en las redes de ‘Madame Web’.

“Ver el futuro es solo el comienzo” (Santiago)

Crítica de Madame Web

Tengo que reconocer una cierta debilidad por el universo de Spider-Man que Sony se ha ido sacando de la manga. A diferencia de las otras grandes compañías, Sony se ha predispuesto a pergeñar producciones de “tipo B”. Así deja atrás los mastodónticos presupuestos que Disney y DC han ido gestionado en sus recientes propuestas. Esto ha derivado en feroces críticas de cara al “desparpajo” que el estudio presenta en sus películas. Ahora, y después de Venom (Ruben Fleischer, 2018), Venom: Habrá matanza (Andy Serkis, 2021) y Morbius (Daniel Espinosa, 2022), le toca el turno a otro personaje semidesconocido. Hablamos de ‘Madame Web’.

En los comics, Madame Web era una clarividente que podía ver el futuro. Incluso podía ver en otros universos. Era una especie de “guardiana” con cierto parecido al Doctor Strange. Aunque ella, Cassandra Webb, era una anciana ciega y en silla de ruedas… Como vemos, sus peculiares características físicas no la hacían precisamente atractiva de cara a una adaptación cinematográfica. Por ello, aquí se ha buscado una especie de versión joven. Entraríamos así en el terreno de las “precuelas”. Y es que ‘Madame Web’ nos invita a presenciar cómo Cassie Webb se convirtió en Madame Web.

Expuesto lo anterior, ¿Qué pienso de ‘Madame Web’? De entrada, creo que la cinta se antoja como una propuesta demasiado plana. Y esto último no solo en sus concesiones visuales, sino también en lo referente al guión. Además se nota que el film ha sido troceado en la sala de montaje. No me atrevería a decir que estamos ante una abominación en toda regla porque hay ciertos aspectos salvables… pero, en general, es una producción fallida.

S.J. Clarkson ha ejercido de directora y coguionista. Y quizás esto ha sido demasiado para ella, puesto que su bagaje se encuentra limitado a series de Marvel como ‘Jessica Jones’ y ‘The Defenders’. La estructura narrativa que nos plantea no es buena y le termina jugando una mala pasada al film. Clarkson nos ofrece una sensación de saltos entre elementos de la trama de forma considerable. Incluso hasta el punto de no justificar ciertos elementos y otros resultar demasiado obvios. Y lo peor es que todo esto termina siendo una constante dentro de la propia película.

El guión resulta irrisorio, convencional y demasiado blando en cuanto a las cuestiones dramáticas. Además resulta falto de un sentimiento de acción considerable, especialmente en lo que concierne al villano: Ezekiel Sims. En la película lo vemos convertido en una especie de Spider-Man asesino que no termina de producir el terror o pavor que, a priori, pareciera. Eso sí, hay que reconocerle cierta evolución junto a Cassie. Esto último es lo más decente y mejor llevado… aunque sin ser perfecto.

Por otro lado, la dirección de S.J. Clarkson resulta demasiado “televisiva”. También se nota su inexperiencia a la hora de ejecutar ciertas secuencias de acción, aunque en algún punto estas devengan moderadamente correctas en la presentación de algunas acrobacias y virguerías. En cualquier caso, las set-pieces son poco espectaculares explotando ciertos elementos visuales como los poderes clarividentes de Cassie. Al final parecen incluso forzados y recuerdan a cuando Tony Scott editaba de forma experimental en Domino (2005). Recuerden aquellos cortes bruscos, breves y con desenfoques… Al contrario, ciertas ideas como la “telaraña psíquica” sí que me han resultado más interesantes y mejor plasmadas que otros de los efectos visuales.

Con respecto a la score de Johan Söderqvist comentar que me parece sumamente eficaz de cara a enfatizar la película en sus momentos más dramáticos. Su trabajo además le da cierta mejoría a las ya referidas escenas de acción. El compositor sueco ha hecho un buen trabajo, sin duda.

En el reparto de los buenos es Dakota Johnson la que más se esfuerza en su rol de Cassie. La actriz hace madurar a su personaje a lo largo el metraje y de acuerdo a las circunstancias. Dakota está lo suficientemente capacitada para que su Cassie no se caiga a pedazos. Acompañándola está un correcto trío de jóvenes actrices formado por Sydney Sweeney (Julia Cornwall), Isabela Merced (Anya Corazon) y Celeste O’Connor (Mattie Franklin). Sobre su rol como superheroínas disfrazadas decir que es un fast-foward que no aporta mucho e incluso algún detalle de los mismos resulta forzoso. En cualquier caso, no resultan insípidas ni cargantes y tienen buena química natural entre ellas y con Dakota.

En el lado contrario está el villano de la función: Ezekiel Sims interpretado por Tahir Raham. Su mayor problema es que el concepto del personaje podría haber dado lugar a un villano de cierta empatía. Lo que sucede es que el guión apenas se esfuerza en gestionar bien su personalidad y capacidades y, en definitiva, está mal llevado. Y esto sin tener en cuenta los cambios en cuanto al cómic. Tampoco ayuda que le acompañe una asistente hacker que, según convenga, tiene acceso a un montón de elementos para rastrear la ciudad.

Por último están Emma Roberts y Ben Scott como Mary y Ben Parker. La primera es casi un cameo expendable. Se rumorea que su personaje tenía un mayor peso en la trama que fue progresivamente reducido. Y respecto al segundo aparece como compañero de Cassie Webb en su trabajo como paramédica. Tampoco tiene mucha más trascendencia dentro de lo que es la película. Al final ambos quedan casi como un visto y no visto.

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Madame Web, quizás estamos ante la más fallida de las cintas del universo de Sony comparada con las tres anteriores. En aquellas, su falta de pretensiones y su saborcillo a producción de serie B, las hacían más disfrutables. Esto no pasa aquí… y la cinta de S.J. Clarkson acaba teniendo cierto cariz decepcionante. Aunque tampoco a la altura de películas como ‘Catwoman’ (Pitof, 2004).

Tráiler de Madame Web

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