Elysium
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Llega el momento de asomarnos al futuro del año 2159 de la mano de Neill Blomkamp. Al director sudafricano se une un gran reparto formado por Matt Damon, Sharlto Copley y Jodie Foster como anfitriones de honor. Ha llegado el día en el que nos subimos a bordo de la…‘Elysium’.

Si subes allí nunca enfermas ni envejeces

Crítica de Elysium

Neill Blomkamp vuelve a repetir en ‘Elysium’ las labores de director y guionista, algo que ya había hecho enDistrict 9 (2009). Y, bueno, siendo honestos, con el guión y la historia no descubre precisamente la pólvora. Resulta inevitable ver esta película y no recordar otras de temática similar, por ejemplo: ‘Cuando el destino nos alcance’ (Richard Fleischer, 1973). No obstante, en la labor de dirección y manejo del film cumple de forma muy notable entregando una película muy bien filmada y con unos efectos especiales sensacionales.

Básicamente lo que el director nacido en Johannesburg quiere mostrarnos es “un futuro realista; parece que esto es en lo que se ha especializado por el momento. Me explico, todo lo que vemos en la película (coches, helicópteros, robots e incluso naves) tiene un diseño “actual” que nos hace pensar que el mundo que nos muestra en su film bien podría ser el nuestro en ese mismo año del 2159 (incluyendo la exagerada división clasista). No quiere decir esto que no veamos “modernidad”, sino que la veremos “adaptada” a nuestros ojos de hoy en día. Esto está francamente bien, ya que te hace más partícipe de la cinta al no verla como algo tan “ajeno”. Para que tomen nota: el diseño de la estación Elysium se basó en conceptos e ideas reales que el propio Neill Blomkamp debatió con científicos de la NASA.

‘Elysium’ cuenta con unos efectos especiales sobresalientes. Toda la maquinaria (especialmente robots y naves) la vamos a poder ver a plena luz del día. Aquí no hay miedo a esconder nada y todo luce de una manera increíble. Ya vine a decir en el párrafo anterior que estábamos ante “un futuro realista”, pero esto no quita para que la cinta presente unos efectos cuidadísimos y curradísimos. En este sentido, es una gozada ver la nave del malvado Kruger volar por los contaminados cielos de Los Ángeles.

Resaltar que la película se rodó en dos exteriores: México D.F. y Vancouver. En la primera se filmó especialmente en algunas de las partes más pobres del país sirviendo como escenario para Los Ángeles en 2154. Por su parte, en la segunda se construyeron los platós de la Elysium. Añadir también que, para ciertos conceptos del decorado, se contó con el legendario diseñador futurista Syd Mead.

Al hablar de Los Ángeles hay que hablar de otra gran virtud de esta película. Esta virtud no es otra que mostrar de manera muy acertada dos mundos absolutamente diferentes. En primer lugar tenemos la cochambrosa y contaminada tierra en la que vive Max que es heredera directa de las favelas brasileñas y del MegaCity-1 de Dredd’. Y, en segundo lugar, también tenemos la elitista y aséptica estación orbital de Elysium en la que manda con mano de hierro la Ministra de Defensa Delacourt. Realmente tampoco es que se muestre mucho de ambos mundos, especialmente de Elysium, pero he aquí otra característica positiva de Neill Blomkamp, y es que al terminar la película a uno le queda la sensación de haber visto más de estos dos escenarios de lo que en realidad se nos ha mostrado.

Por otro lado, en un film como este hay que referirse también a las escenas de acción y lucha. Las primeras son notables, nítidas (incluso con algún apoyo de la cámara superlenta) y con sangre ¡Por fin! una propuesta comercial en la que la gente sangra e incluso explota al recibir el impacto de determinados proyectiles… Por su parte, las peleas cuerpo a cuerpo tengo que decir que no están logradas (salvo una muy concreta) ya que en las mismas cuesta Dios y ayuda ver quién recibe los impactos y quién no. Tampoco es que haya muchas zurras, pero es una pena que este apartado no esté a la altura de todo lo demás. No obstante, y como digo, tampoco hay tantas reyertas y se puede perdonar el tema.

En el casting destacan mucho Matt Damon y Sharlto Copley interpretando a Max y Kruger, respectivamente. Max es un pobre trabajador de montajes de piezas de robots en la empresa ARMADYNE. Max ha pasado toda su vida rodeado de pobreza, miseria y en más de una ocasión ha tenido problemas con la ley. Por otra banda, Kruger es el malvado y feo esbirro de Delacourt, el hombre que hace los trabajos más sucios para ella.

Atención a la transformación física de Damon y Copley. ¡Descomunal e impresionante! La verdad, al ver primero a Matt Damon todo musculado, rapado al cero, tatuado y soltando palabras en español… pensé que ya no me podían sorprender con otro personaje. ¡Y entonces apareció Sharlto Copley con su Kruger! y me quedé impactado. Tan es así que no terminaba de reconocerlo en el papel por su gran caracterización. Su actuación es francamente buena y recrea un esbirro peligroso y sucio hasta decir basta. Muy bien ambos intérpretes. A destacar que Damon construyó su físico para esta película, ayudado por su entrenador personal, tomando como base un dibujo de Max que Blomkamp le dio. Y Copley inspiró su aspecto militar y rudo en las fuerzas de defensa Sudafricanas durante los años del apartheid. Concretamente en el batallón 3-2.

Es importante mencionar también el HULC, el dermatoesqueleto biomecánico que lleva en determinados momentos el personaje de Matt Damon. Fue diseñado por los artistas de WETA. Su diseño requirió ocho meses de investigación y desarrollo y 75 revisiones antes de que estuviera terminado. Al final se acoplaba perfectamente al cuerpo del actor. “Todo parece metálico pero es súper liviano, tan sólo pesaba 11 kilos, distribuidos por todo mi cuerpo. Podría llevar el traje todo el día y estaría encantado de la vida” (Matt Damon).

Entre los secundarios importantes tenemos a Jodie Foster y William Fichtner como la Ministra de Defensa Delacourt y John Carlyle, el jefe de ARMADYNE. Delacourt es “La Dama de Hierro/Blanca” de Elysium y carece de compasión alguna. Su misión es mantener limpia y niquelada la estación espacial y la cumple a rajatabla. Carlyle es el máximo responsable y creador de ARMADYNE, la empresa principal suministradora de Elysium.

Si Matt Damon y Sharlto Copley destacaban en sus papeles, Jodie Foster y William Fichtner no les van a la zaga. La casi siempre sensacional Foster nos muestra su lado más rígido y estricto para poner firme a todo lo que se mueva. Fichtner (actor infravalorado que siempre me ha parecido un buen intérprete) recrea a un tipo escrupuloso, fino, elegante y teñido al máximo. Su personaje no tiene muchos minutos, pero deja su huella cada vez que aparece.

Finalmente, completan el reparto principal Alice Braga como Frey (interés romántico de Max), la pequeña Emma Tremblay como Matilda (la hermana mayor de Jacob Tremblay que interpreta a una niña relacionada con Frey), Diego Luna (Julio, un amiguete hispano de Max), Wagner Moura (Spider, una especie de jefecillo de un grupo de “piratas informáticos) y Faran Tahir como el Presidente de Elysium.

Quiero lo que hay en tu cabeza, chaval

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Elysium, un destacado film de ciencia-ficción que, con cierta carga político-social, presenta un futuro “real y cercano” en su efectivo diseño de producción. También sobresale por las actuaciones de todo el reparto, con mención especial para las tremendas transformaciones físicas de Matt Damon y Sharlto Copley.

Tráiler de Elysium

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