El tiempo de los intrusos
Durante las labores de extinción de un peligroso incendio en Arkansas, dos bomberos se hacen de forma “accidental” con lo que aparentemente es el mapa de un tesoro griego robado hace muchos años y de un valor incalculable. Rápidamente, elaboran un plan de acción para hacerse con el preciado botín localizado ahora en una vieja fábrica abandonada del East St. Louis. Todo va a ser muy sencillo, va a ser coser y cantar… Sin embargo, este sencillo plan se complicará hasta extremos impensables cuando se tropiecen con un vagabundo y, además, haga acto de presencia en la fábrica una banda de negros para llevar a cabo un ajuste de cuentas. (Cineycine).
El mítico Walter Hill nos presenta en esta ocasión un film un con un guión muy original obra de Bob Gale y Robert Zemeckis. Un guión en el que dos bomberos de Arkansas en busca de un tesoro y un viejo vagabundo… se van a presentar como unos intrusos para una banda de negros del East St. Louis. Una banda que no tiene tiempo para… ‘El tiempo de los intrusos’.
“Estoy pagando la hipoteca de una casa de la que me acaban de echar y pago el alquiler de la casa dónde vivo que… ¡me lo acaban de subir! A parte de un montón de impuestos que suben cada año para que tipos como este vivan del cuento sin dar ni golpe. Si ese botín está aquí lo quiero para mi y no lo compartiré con el primer mendigo que me encuentre”.-Don.
Crítica de El tiempo de los intrusos.
Recuerdo perfectamente la primera vez que vi esta película, fue un viernes de madrugada y la cogí empezada… no sabía ni el título, pero su trepidante y nerviosa historia me enganchó desde el momento en que la puse y no pude dejar de verla hasta que acabó. Al día siguiente, consulté la programación y supe su título: ‘El tiempo de los intrusos’; y también confirmé mis sospechas acerca de quién era el director: Walter Hill…
Walter Hill es un maestro de la acción y de las durezas, uno de esos míticos directores de la vieja escuela que creo que morirán sin recibir nunca de manera pública un reconocimiento por su labor cinematográfica. En esta película nos regala una historia bastante original escrita por Bob Gale, y el famoso y prestigioso director y guionista, Robert Zemeckis (‘Regreso al futuro’, ‘Forrest Gump’, ‘Naúfrago’, ‘Polar Express’ o ‘El vuelo’ son buena prueba de su talento). Una historia que arranca con una sencilla y casi inocente búsqueda de un tesoro por parte de dos bomberos amigos, y que termina convertida en un rosario de tiros, traiciones y sobre todo: codicia, mucha codicia.
Y es que, en ‘El tiempo de los intrusos’ llama poderosamente la atención como partiendo de una situación de “aventura urbana” todo termina por convertirse en algo parecido a eso que Tarantino llama “callejón sin salida mejicano”, es decir, una situación de arreglo casi imposible y con la fría dama de la guadaña esperando llevarse algo…
Este “callejón sin salida mejicano” o “punto de no-retorno” está muy notablemente expuesto y desarrollado por el director nacido en Long Beach, que nos regala una cinta de gran asfixia, nervios y tensión provocados por el encierro al que son sometidos los bomberos por la banda de negros (casi y sin el «casi» parece un típico western en el que los bomberos son el séptimo de caballería que defiende el fuerte, y los negros son los indios que lo asaltan). Todo esto salpicado con unas frases muy acertadas, unas escenas de acción espectacularmente filmadas (ver sino la tremenda muerte de un tipo apodado “Ganso” que tiene lugar casi al principio del film) y unos tiroteos a plena potencia con toda la artillería de M-16s que trae un negro muy elegante llamado Raymond. Artillería para mandar al corral de los quietos a los desgraciados bomberos y al vagabundo que se ha visto involucrado en medio de este avispero del que no hace sentido decir como se inicia para no caer en destripes…
Hablando del tipo llamado Raymond, es obligado hacer ahora una mención al vestuario del film. Un vestuario pleno de acierto que identifica claramente a las dos partes en conflicto. Por un lado, vemos a los bomberos de Arkansas vestidos como unos vaqueros… y por otro lado, tenemos a la banda de negros vestidos todos ellos como unos raperos de muchísimo cuidado con sus trajes al estilo Michael Jackson, anillos, pendientes, joyas, sombreros… ¡vamos! Un auténtico despliegue de moda rapera.
Un despliegue que se remata con la fácilmente identificable BSO de Ry Cooder (compositor de cabecera de Walter Hill). Digo que su música se identifica con facilidad porque siempre entrega esas partituras duras que tan excelentemente pone al servicio de Hill. Escuchar sino la música de los títulos de crédito iniciales como prueba de esto que comento.
Y ahora, ha llegado el momento de qué sepamos quienes fueron los intérpretes de este nervioso y tremendo western urbano…
“Vince, creo que la suerte nos ha favorecido”… Acorralamiento en una vieja fábrica del East St. Louis.
Aquí el protagonismo va muy claramente por parejas. A un lado de la puerta tenemos a Bill Paxton y William Sadler; y del otro lado a los famosos raperos Ice-T y Ice Cube. Además, presencia destacada para Art Evans.
Bill Paxton y William Sadler dan vida a los bomberos de Arkansas que responden a los nombres de Vince y Don, respectivamente. Vince es el típico joven entusiasta que se deja arrastrar por la presencia de Don, que es un veterano con fuerte personalidad que le sirve para “dominar” a Vince.
Bill Paxton cumple muy bien en este papel que fue junto al de ‘Depredador 2’, uno de los primeros roles protagonistas en una película “importante” o de cierta resonancia.
William Sadler por su parte da un curso de interpretación en este film, y es que su personaje de Don pasa por diferentes estados de ánimo llevados al máximo: la euforia, la furia, el disparatamiento, la ironía… Un personaje, Don, con el suficiente empaque como para no amilanarse ante la banda de negros y sus M-16s. Un tipo duro al que sus problemas personales han empujado a una situación en la que: o encuentra y se lleva el tesoro a Arkansas o muere en el intento (ver en este sentido su cara a cara con King James y lo que le dice). Grande William Sadler en este film.
Ice-T y Ice Cube son King James y Savon. King James como bien indica su apodo es “El Jefe” de la zona y no está dispuesto a que nadie entre en su territorio sin su permiso. Y Savon es uno de sus esbirros de gatillo fácil, y bastante insolente y creído, y que suele poner en entredicho “la jefatura” de King James.
Ambos raperos están en esta película “en su salsa”, y su carisma les lleva a recrear una gran pareja de la que llenan por completo sus zapatos. A destacar el momento en que tras producirse un trágico suceso, King James coge su Remington 870 y sube escaleras arriba como alma que lleva el Diablo dispuesto a terminar a mano armada el sólo con todo el conflicto.
Como aspecto puramente personal, siempre me ha parecido esta película junto a ‘Juego de supervivencia’ como las dos mejores que Ice-T tiene en su tremendamente irregular filmografía.
Otros actores de color que también destacan con sus roles en esta cinta son el veterano Art Evans (genial como Bradlee, el vagabundo que se tropieza con Don y Vince nada más llegar a la fábrica), De’voreaux White (también muy bien como Lucky, el supuesto hermano toxicómano y “afortunado” de King James, y que será el detonante de todo el estallido del conflicto) y Bruce A. Young como Raymond, un negro vestido de manera elegante y chillona (muy de los 90) que se dedica a proveer de material armamentístico a la banda de King James.
En conclusión.
Como expuse en la introducción de esta crítica de El tiempo de los intrusos, esta fue una película que descubrí de forma accidental, pero la tensión que transmite y lo bien llevada que está la cinta a nivel general, hace que estemos ante un film cuyo visionado me veo obligado a recomendaros tanto si sois fans del cine de Walter Hill como sino lo sois. Un film a descubrir.
“Un hombre sólo tiene su familia y su orgullo, con lo demás no puede contar”.-King James.
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