El increíble Hulk
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Louis Leterrier se marcó un objetivo claro y conciso para su nuevo Hulk: entretener más que su predecesora. Esto es algo que consiguió dotando a su película con un ritmo altamente dinámico. Para ello se basó en el espectáculo más que en los aspectos psicológicos. Además, le otorgó a su nuevo monstruo verde un carácter mucho más terrorífico, oscuro y agresivo que el de Ang Lee. Si bien no estamos tampoco ante la mejor película de superhéroes de la Marvel… que no quepa la menor duda de que el objetivo con ‘El increíble Hulk’ se cumple con solvencia. En el siguiente reportaje le daremos un profundo repaso a ambas adaptaciones sobre el gigante esmeralda.

Crítica de El increíble Hulk

Antes de meternos de lleno a desarrollar esta crítica, quisiera dejar patente mi disconformidad con el tratamiento que recibió este personaje por parte de las mentes pensantes de la industria cinematográfica. Independientemente de que la película haya gustado más, menos, o haya superado (o no) al film rodado en el 2003, no me parece nada congruente ni lícito retomar desde cero un personaje que ya había sido llevado a la gran pantalla hacía tan sólo cinco años. Todo para volver a adaptarlo pasando prácticamente por alto el film precedente y enfocando la historia desde otra perspectiva distinta. En resumidas cuentas, nos encontramos ante uno de los «remakes» más prematuros de la historia del cine.

En este film es bastante ignorando el status de secuela convencional que debió haber tomado este proyecto desde el principio. Un enfoque que habría sido más correcto si tenemos en cuenta el corto intervalo de tiempo transcurrido entre ambas adaptaciones. La estrategia estuvo claramente motivada por la sana intención de empezar desde cero. Se trataba de «enmendar» los numerosos «errores» del film de Ang Lee. No obstante, esto se podría haber subsanado perfectamente con una continuación sin necesidad de recurrir a la «revisión».

Seguramente ustedes pensarán que con este nuevo Hulk vino a suceder exactamente lo mismo que con el Batman Begins de Christopher Nolan, película sobre el hombre murciélago que inauguró un nuevo punto de partida ajeno a la tetralogía inicial. ¿La diferencia entre una y otra? Que ‘Batman Begins’ se rodó ocho años después de aquella descomunal patraña y monumental insulto (cosa que el Hulk de 2003 no es ni por asomo) titulado Batman & Robin’. Además se hizo en clave de precuela del primer Batman. Revitalización que era estrictamente necesaria debido al decadente rumbo que había tomado la franquicia. La diferencia salta a la vista y este caso no es para nada comparable al del gigante esmeralda.

¿Este nuevo Hulk se trata entonces de un remake descarado, de una secuela inconfesa, o de una mezcla de ambos? Lo correcto sería afirmar que se trata de una fusión entre ambos conceptos. Podríamos llamarlo algo así como «remake-secuela». Por un lado, nos topamos ante la historia del personaje pero contada desde el inicio y con otro matiz. Otra visión que la hace desviarse considerablemente de la línea argumental del film anterior. Además nos brindarán una nueva explicación sobre la concepción y conflictos internos de Bruce Banner. Todo apoyado por un nuevo equipo técnico y artístico que nada tenía que ver con el de hacía cinco años. Todos estos rasgos hacen que la película tome connotaciones y tintes de remake más o menos oficial…

Sin embargo, por otro lado, también se trata de una producción adornada con algunas pinceladas propias de una continuación. Este nuevo desarrollo y nacimiento de Hulk nos es narrado a través de un fugaz prólogo al inicio de la película. Una fase de la historia que ha sido repudiada en esta nueva entrega tras el hincapié que puso Ang Lee a la hora de indagar en la construcción y evolución de su personaje, por lo que ya no era necesario volver a profundizar en los orígenes del mismo. También descubriremos que Banner se transforma en Hulk sin demasiados rodeos y que habita alrededor de junglas sudamericanas (en Brasil). Allí está en busca de una cura para erradicar su «enfermedad». Este paso ya quedó de manifiesto justo al final de Hulk (2003). En este aspecto, podríamos considerar que el film comienza justo donde finalizó el anterior.

En cuanto a los protagonistas, Marvel contactó con Eric Bana y Jennifer Connelly para que repitieran sus respectivos papeles… Otra clara muestra de que la intención de los productores siempre fue que su película tomara cierto carácter de secuela. Y, por último, tampoco seremos testigos de la presencia del padre de Banner. En esta ocasión, el villano de turno es nada más y nada menos que la Abominación, una pavorosa criatura totalmente distinta a la del film antecesor. La Abominación ayuda a la película a equilibrar (e incluso intentar eludir) su siempre intencionado carácter de remake… Por no hablar de algunos pósters promocionales oficiales en los que Hulk sostenía claramente entre sus manos un enorme números dos.

Nos encontramos pues ante una de las adaptaciones del mundo del superhéroes más insólitas y confusas de los últimos años. De ahí que sus números de cara a la taquilla no fueran para nada espectaculares. De hecho, las cifras económicas obtenidas quedaron globalmente muy poco por encima de la anterior película. Es una verdadera lástima que una adaptación sobre éste mítico personaje no alcance la cima como han logrado otros films. Estamos hablando de uno de los superhéroes más interesantes e importantes del universo Marvel…

Si echamos la vista atrás podemos deducir que el mayor error que suscitó todo este tinglado no fue precisamente la arriesgada decisión de realizar un remake, sino la elección de un director asiático como Ang Lee para hacerse cargo de la adaptación de un héroe procedente de las viñetas. Un hecho que se convirtió en un precedente único. Con esto no pretendo afirmar que Ang Lee sea un director mediocre… No obstante, su peculiar adaptación dejó patente que su concepción sobre el cine de superhéroes es bien distinta a la de la mayoría de la masa social. Realmente casi lo único que se exige a la hora de pagar por ver en pantalla un film de estas características es ni más ni menos que espectáculo y acción de principio a fin, y guiones bien elaborados pero sin sobrecargas ni excesos…

THE HULK versus THE INCREDIBLE HULK

Para comenzar a sacar conclusiones sobre ‘El increíble Hulk’ es prácticamente obligatorio repasar y re-visionar el film precedente. Decidir cuál de las dos películas es mejor o peor no es tarea fácil. Simplemente son diferentes. Cada una de ellas está orientada a satisfacer los distintos gustos del espectador.

Dejando de lado gustos personales… he de reconocer que el film de Ang Lee no era una mala película. Aunque queda por debajo de su secuela-remake en lo que respecta a ritmo y entretenimiento. El mayor error que cometió Lee fue tomarse un tiempo excesivo a la hora de narrar los orígenes de Banner. También los de los otros personajes de la historia. Toda esa narración originó un retardo importante de las escenas de acción (que era lo que el espectador quería ver). El guión era algo cargante (rebosante de eternos diálogos) pero bastante bueno, y la estructuración de los personajes impecable. Desafortunadamente, Lee centró gran parte de su extenso metraje en indagar en la personalidad de cada uno de ellos. La película quedó convertida así en poco menos que en un drama «Shakesperiano«.

Así las cosas, el ritmo de ‘Hulk’ manifestaba claramente una cierta descompensación. Además, y durante demasiados minutos, la narración de la trama caía en una ostensible lentitud que provocaba el más abrumador de los aburrimientos. De hecho, la primera transformación de Bruce Banner en Hulk no daría lugar hasta pasados los primeros cuarenta minutos de proyección. Las secuencias de acción realmente impactantes no llegarían hasta bien transcurrida la primera hora de película. Antes, multitud de pesados «flashbacks», planos cortos de reptiles, células y tesis científicas realmente poco interesantes. Por no hablar del empeño en dividir constantemente la imagen en pequeñas viñetas con la mera intención de acercarnos al espíritu propio de un cómic (el formato de un cómic nunca podrá ser como el de una película y viceversa… algo que Ang Lee no llegó a comprender).

La clara orientación dramática que toma la historia desde el inicio no cesaba de estar presente durante todo el film. Si que es cierto que se hacía algo más llevadera justo cuando Hulk comenzaba a ejercer de Hulk. Esto sucedía bien entrada la segunda mitad de la historia… precisamente cuando tenía lugar la primera batalla contra los perros mutantes y, más tarde, con la impresionante persecución del desierto. Dos secuencias espectaculares que lograrían contrarrestar a duras penas el soporífero metraje anterior. Lástima que la película no hubiese seguido ese rumbo desde mucho antes en detrimento de factores puramente dramáticos y filosóficos.

Las características anteriores también quedaron impregnadas en el propio gigante esmeralda. Aquel Hulk poético planeando los cielos y mirando tristemente al horizonte mientras el viento colisionaba sobre su rostro… Un plano realmente bello y estilista que dotaba al monstruo verde de excesiva nobleza, inocencia, transparencia e incluso debilidad… Cuando realmente estamos hablando de un ser que debía transmitir pavor, respeto, fiereza y agresividad por los cuatro costados.

Todos esos aspectos hay que sumarlos a unos efectos especiales realmente mediocres en ciertas secuencias, un Hulk visiblemente artificial y poco fiel con respecto al del cómic que llegaba a aumentar su tamaño desmesuradamente conforme enfurecía (¡…!), una risible sobreactuación de un amargado y siempre distante Eric Bana, y un villano bien interpretado por Nick Nolte pero al que le faltaba entidad y fuerza escénica… Todo eso hizo del primer Hulk un (muy relativo) fracaso de taquilla.

‘Hulk’ no logró convencer a un público que esperaba una película mucho más dinámica y entretenida. El público se encontró ante un producto sumamente profundo, complicado y abstracto… Estas características no encajan en absoluto en una producción de este rango. Cierto es que no estamos ante un superhéroe convencional y que era necesario profundizar en su interior para establecer unos buenos pilares emocionales con el personaje y así mostrarnos sus muchos conflictos internos, pero esto también se podría haber logrado en menos metraje y con un pulso narrativo más eficiente. Una narración menos enfocado hacía el perfil psicológico del personaje.

Sin embargo, si ‘Hulk’ (2003) fue la cruz para sus detractores, ‘El increíble Hulk’ es la cara. El polo completamente opuesto. Esta adaptación, pese a resultar mucho más energética y divertida, tampoco queda exenta de problemas… Para empezar, Edward Norton (que también ejerció como guionista) y el director, Louis Leterrier, editaron su propia versión de la película. Un montaje que duraba alrededor de 150 minutos y que estaba claramente encauzado hacia el diálogo y el drama… Otra vez lo que Marvel Studios no quería contemplar ni por asomo dados los resultados precedentes. Así que Marvel también montó su propia película y omitió alrededor de 40 minutos de diálogos y secuencias. La cinta quedó convertida en un producto meramente palomitero y más superficial que la versión ideada por el dúo Norton/Leterrier.

Finalmente, la versión de Marvel fue la que vio la luz. Se aprecia notoriamente que el guión fue recortado y mutilado. No obstante, nos encontramos ante un vehículo de puro entretenimiento realmente eficiente. Una montaña rusa de acción y espectáculo prácticamente de principio a fin. Por supuesto, esta nueva película goza de un ritmo muchísimo más continuado y expeditivo que el de ‘Hulk’ (2003), no dando cabida alguna al bostezo. En lo que respecta al guión, sin ser malo, resulta visiblemente inferior y menos complejo que el libreto de su antecesora. Pero por el contrario gana en humor y algo de ironía. Factores estos que hicieron de Iron Man (Jon Favreau, 2008) uno de los mayores triunfos cinematográficos de la historia de la Marvel.

El personaje de Bruce Banner/Hulk es aquí, en algunos aspectos, más cercano al de las viñetas originales. También al de la mítica serie de televisión. En ‘El increíble Hulk’ se nos muestra un Banner ejerciendo como un auténtico fugitivo, idea rechazada en el film anterior. Además, el personaje interpretado por Edward Norton es bastante más creíble, sensible, cercano y menos antipático que el que interpretó Eric Bana.

Por su parte, el nuevo monstruo verde goza de un diseño algo más fiel con respecto al de algunas de las últimas historietas del cómic oficial. Ahora nos encontramos ante un Hulk muy agresivo, musculado y bastante más proporcionado físicamente que el de Ang Lee. Además, este coloso esmeralda también más resulta más tétrico, fiero y oscuro… Esto último no sólo en lo referente a su carácter, sino también en lo que respecta a la pigmentación de su piel. Aquí goza de un verde más sombrío que le otorga al monstruo bastante más crudeza. Esto también ayuda a disimular mejor su inevitable digitalización.

Y llegamos a uno de los puntos más complejos del asunto: los efectos especiales. Debemos de tener en cuenta la percepción de cada persona, así como su agudeza y capacidad visual a la hora de captar mejor o peor los efectos infográficos CGI. Es indudable que crear un ser de cuerpo entero completamente digital es tarea complicada… Más aún si tenemos en cuenta que para este nuevo Hulk se implantaron numerosos detalles y matices faciales. También se le incorporaron rasguños, heridas, lunares o arrugas propias de un ser humano. Este nuevo gigante esmeralda mejora bastante visualmente. Además, contrasta muchísimo mejor con los paisajes y los humanos de carne y hueso. Incluso tiene más «química» con Liv Tyler que la anterior creación con Jennifer Connelly.

Las escenas de acción sencillamente son soberbias. Las set-pieces están rodadas con un ritmo altamente vigoroso y aliñadas con atronadores golpes de sonido, rugidos y efectos varios que hacen las delicias del buen aficionado al cine de acción-espectáculo apuntalado con grandes dosis de destrucción y pirotecnia. En esta película seremos testigos de la verdadera furia desatada por el auténtico Hulk. Algo que se agudiza durante el transcurso de la excelente batalla final Hulk vs. Abominación. Una pelea menos sentimentalista que el (muy buen) combate que libraron Hulk y El Hombre Absorbente en la primera película. Sin embargo, resulta infinitamente más vertiginosa y espectacular.

Uno de los puntos fuertes de este producto no es otro que el enemigo de la función. Un siempre exquisito Tim Roth que borda su papel de implacable soldado inglés de dudosa moralidad. Un soldado posteriormente transformado en una temible abominación. Un increíble y monstruoso ser que luce en pantalla de manera sublime. No obstante, los fans más acérrimos de los cómics no quedaron del todo satisfechos debido a la escasa fidelidad que muestra la abominación con respecto a la criatura de las viñetas. Louis Leterrier eliminó intencionadamente cualquier referencia al cómic original. Para Leterrier aquella abominación podría llevar a cierta confusión (¡…!) dado que se trataba de un ser mitad reptil mitad humanoide…

Hablando del reparto decir que la actuación de Edward Norton tira por tierra la exagerada interpretación de Eric Bana. Por no hablar de su aspecto físico, que se asemeja más al del auténtico Bruce Banner. Por su parte, Tim Roth se mete en la piel del villano Emil Blonsky de manera magistral. Roth derrocha dosis de carácter y personalidad durante toda la película. En cambio, William Hurt (General Ross) no destaca excesivamente, quizás por su status de personaje secundario. Hurt queda ligeramente eclipsado entre tanta parafernalia. En lo que respecta a Liv Tyler, su Betty Ross no llega a la altura de Jennifer Connelly, seguramente porque en esta ocasión su personaje apenas dispone de escenas verdaderamente densas con las que poder lucirse. En esta ocasión no se profundiza excesivamente en la relación «Banner-Betty» como sucedió antes.

Dentro de los secundarios nos encontramos con un creíble Tim Blake Nelson metiéndose en la piel de Samuel Sterns, alias «El señor azul». Este personaje en los cómics terminaría convirtiéndose en el villano llamado «El líder». ¡Cómo no! Stan Lee y el Hulk televisivo Lou Ferrigno también gozan de sus momentos de gloria gracias a dos cameos. No obstante, la mejor y más esperada aparición especial es  la de… ¡Tony Stark! Robert Downey Jr. vuelve a derrochar carisma a más no poder en tan sólo un minuto de aparición en pantalla. Su participación tenía un claro objetivo: allanar el terreno de cara a Los Vengadores’.

Finalmente, y pese a todas sus pegas, como película creo que es mejor la dirigida por Ang Lee. Su film es un muy buen ejercicio cinematográfico. Además es profundo, reflexivo, sentimentalista y bien elaborado… Aunque relega a un segundo plano lo que realmente esperábamos ver: espectáculo. Y rodar un film de superhéroes donde no haya casi espectáculo es poco menos que un suicidio… Lo que está claro es que ambas adaptaciones, y sin compartir claramente un hilo común, se complementan bastante bien mutuamente. Lo que le falta a una, le sobra a la otra… Los detractores de ‘Hulk’ encontrarán en ‘El Increíble Hulk’ un vehículo de entretenimiento perfecto para sus gustos personales. Por su parte, los amantes del primer film renegarán del segundo por motivos obvios: su simplicidad.

En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de El increíble Hulk, un film contundente, rápido y directo. Un film en el que las secuencias de acción no se hacen de rogar. Planos y escenas espectaculares, rodados con pulso y mucho ímpetu por parte de Louis Leterrier. Muy buenos efectos especiales, ritmo continuado y con pocos altibajos. Un reparto muy entregado y un guión inteligente aunque algo descafeinado debido al rechazo generalizado que provocó el trabajado libreto del primer Hulk. Finalmente, atención al guiño a la serie de televisión protagonizada por Bill Bixby y Lou Ferrigno (amén a la inclusión en la BSO del tema «The Lonely Man», compuesto por Joseph Harnell hace años para la vieja serie).

Tráiler de El increíble Hulk

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