Wonder Woman 1984
Han pasado varias décadas desde el final de la I Guerra Mundial. Estamos en 1984 y Wonder Woman se ha adaptado al mundo convertida en Diana Prince y manteniendo su identidad amazónica completamente oculta. Ahora trabaja en el Smithsonian en la organización de antigüedades. Es así como conocerá a Barbara Ann Minerva, una peculiar arquéologa cuyos otros compañeros rehúyen. Paralelamente, un magnate de los negocios llamado Maxwell Lord busca una legendaria piedra que, según la mitología, podría ser la gema de los deseos. (Cineycine).
Después de varios retrasos y cancelaciones, por fin, llegó a nuestros cines la segunda aventura cinematográfica de la princesa de las amazonas. Con permiso de ‘Tenet’ (Christopher Nolan), este fue el gran blockbuster de un muy olvidable y triste 2020. Un año en el que toda la esperanza en un mundo mejor nos la trajo ‘Wonder Woman 1984’.
“No se puede tener todo… sólo se puede tener la verdad” (Diana Prince)
Crítica de Wonder Woman 1984
Antes que nada, recordemos que esta película nos llegó a cines con cierto retraso. La producción finalizó en diciembre de 2018 con vistas a un estreno en 2019. No obstante, en Warner Bros. decidieron posponer el lanzamiento para el 2020 y así dar una mayor resonancia a otras de sus películas como ‘Joker’ (Todd Phillips, 2019). Sin embargo, llegado el 2020, nadie contaba con la pandemia del Covid-19 que afectó a los lanzamientos de muchos blockbusters. Lógicamente, entre ellos estaba ‘Wonder Woman 1984’. Finalmente, y en una decisión no exenta de polémica, Warner decidió estrenar el film en USA en HBO Max (al igual que el resto de sus estrenos para 2021) y en cines en el resto de territorios donde las grandes salas estuvieran abiertas. Y así es como aterrizó la película en España.
Después de su éxito detrás de las cámaras con ‘Wonder Woman’ (2017), Patty Jenkins retornó a su puesto. La directora californiana se ha convertido en todo un valor en la industria. Tan es así que en Disney ya han puesto sus ojos sobre ella para su universo de ‘Star Wars’. En ‘WW84’ vuelve a entregar un destacado trabajo. Si bien, hay que afirmar que su labor, al igual que la película, no es superior a la entregada en el film precedente. No obstante, justo es reconocer que logra volver a sobresalir.
Y Patty Jenkins vuelve a destacar sabiendo manejar los hilos de una gran producción con localizaciones en Inglaterra, Estados Unidos y España. En nuestro país se filmó en Almería y las Islas Canarias (Fuerteventura) haciéndolas pasar por Egipto y Themyscira. Jenkins sabe perfectamente en qué tipo de universo se encuentra. Demos gracias a la ausencia de gansadas innecesarias y a mantener un perfecto equilibrio entre seriedad, entretenimiento y diversión.
Antes he comentado que la labor de Jenkins no es superior a la realizada en ‘WW’. Esto es algo que todos pueden comprobar, por ejemplo, comparando las set-pieces de un film a otro. Aquí no hay ninguna gran escena de acción que supere a las vistas en el original. Si acaso, la única que se puede comparar es el asalto a un convoy militar por parte de Wonder Woman y Steve Trevor. Y ya puestos, sólo tienen que comparar el clímax actual con aquel enfrentamiento entre la amazona y Ares. En descargo de este bajón en la acción está el hecho de que el film entrega un mayor protagonismo a Diana Prince sobre Wonder Woman. Así las cosas, su identidad civil vendría a soportar un 70% de metraje y la superheróica un 30%.
Por otra parte, en el montaje podemos apreciar algunos errores llamativos. Errores que llevan a pensar en el recorte de algunas escenas/minutos. Como ejemplo tenemos la rapidez con la que Diana y Steve regresan de Egipto a Washington (¡la misma Bárbara lo comenta irónicamente!). Y también está el hecho de que WW luzca de una escena a otra (y en pleno vuelo) la armadura de Asteria (¿Cuándo la cogió? ¿Cuándo se la puso?).
En el guión, escrito por la propia Patty Jenkins con Geoff Johns y Dave Callaham, nunca nos explican por qué WW no intervino en la II Guerra Mundial cuando, al finalizar el primer film, se había autoproclamado defensora de la humanidad. Así las cosas, esta continuación no es lineal, sino que salta de 1918 a 1984 obviando por el camino cualquier conflicto producido en el transcurso de todas esas décadas. Eso sí, no se olvida lo sucedido en la primera película trayendo de recuerdo algunos objetos de la misma. Entre ellos un par de fotos o el reloj de Steve.
Respecto a la trama decir que su mensaje resulta muy interesante, sobre todo en los tiempos actuales. Aquí se habla de la verdad y de saber apreciar lo que tenemos y lo que nos rodea… y no ponerlo en peligro intentando “mejorarlo” con trampas y excesos. Esta es una lección que la propia amazona aprenderá de pequeña de la mano de la poderosa Antíope. Para desarrollar estas ideas se trae a dos villanos del universo DC pero adaptándolos al film. Estos dos villanos son Maxwell Lord y Barbara Ann Minerva. Ambos, y la propia Diana, se relacionarán a través de una piedra mitológica que llega al Smithsonian. Esta piedra, conocida como “La gema de los deseos”, es la clave de toda la trama ya que la pone en marcha y la ejecuta.
Por otro lado, muy cacareada y publicitada fue la ambientación en la década de los 80. Década que ahora todo el mundo añora y quiere explotar de un modo u otro. Para recrearla se acude fundamentalmente a la moda tan “extravagante” de aquellos años. Por ejemplo, veremos una divertida secuencia calcada a una del film original, siendo ahora Steve Trevor el que se pruebe una infinidad de trajes ochenteros ante la mirada de Diana.
Entrando en el elenco voy a empezar por los villanos que son los que más resaltan. En primer lugar tenemos a Pedro Pascal recreando a una versión de Maxwell Lord totalmente basada en Donald Trump. Atención a su coletilla, “Bienvenidos al futuro. La vida está bien pero puede ser mejor”, en un intento de imitación de las frases de Trump. Su personaje es un aspirante a magnate del petróleo que presume de éxito cuando realmente es un perdedor. Todo hasta que localiza la piedra de la sinopsis… Pascal está francamente bien en un rol que, en manos de otro, podría haber llevado al disparate y a la sobreactuación. Líneas estas que Pascal roza con la suficiente inteligencia como para no traspasarlas en ningún momento. De ahí que su recreación final sea buena.
También tenemos a Kristen Wiig como Barbara Ann Minerva alias Cheetah. En su caso, Kristen se sometió a un controlado entrenamiento para poder estar a la altura física del personaje. Y puedo dar fe que lo ha conseguido. Ojo, Kristen no sólo luce un cuerpo espectacular (atención al vestido negro que se le pega como una segunda piel) sino que interpretativamente sabe pasar notablemente de la “friki” arqueóloga y zoóloga a la depredadora Cheetah. Todo este proceso se va realizando pausadamente hasta convertirse en una mujer dura e imparable. Una auténtica amenaza física capaz de tratar de tú a la amazona. El único “pero” que le pongo no es achacable a ella… sino a cuánto tiempo pasará hasta que WB decida recuperar al personaje.
Finalmente nos queda la pareja protagonista formada por Gal Gadot y Chris Pine. Respecto a la actriz ya comenté antes que se da más prioridad a su rol de Diana Prince que al de WW. Aquí ya no tenemos una Diana ingenua e inocente. Gadot recrea ahora a una mujer distinguida, elegante y con mucha personalidad que ejerce como gran autoridad en Antropología y Arqueología en el Museo Smithsonian. Creo importante puntualizar que, como heroína, la representación de Gal Gadot sigue estando muy por encima de cualquier supermujer Marvel, al menos por lo visto hasta ahora. Su Diana/WW es un personaje empático y con el que cualquier clase de público puede conectar fácilmente.
Por su parte, Pine viene a desempeñar un poco el papel que Gadot ejecutaba en la primera película. Me refiero a que ahora es él quien se asombra de todo lo nuevo que los años 80 le ofrecen. El motivo de su “resucitamiento” es algo que tendréis que averiguar al ver la película. Tanto Pine como Gadot siguen siendo una buena pareja, pero cierto es que ya no sorprenden como antaño. Para terminar, destacar las breves apariciones de Connie Nielsen (Hipólita) y Robin Wright (Antíope) en el prólogo ambientado en Themyscira.
“Te convertirás en todo lo que has soñado y mucho más” (Hipólita)
En conclusión.
Termino esta crítica de Wonder Woman 1984, una película que no logra superar a la original pero tampoco puntúa mal. Quizás con un metraje más ajustado y concretando mejor la exposición de algunas ideas el resultado habría sido más notable. El global del film da la apariencia de querer abarcar demasiadas cosas, ítems, homenajes… y no todo se consigue pese a haber contado con 151 minutos. En este sentido, se me viene a la cabeza esta frase de Antíope que me sirve como cierre: “La grandeza no es lo que eres”.
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Tráiler de Wonder Woman 1984
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