El Hombre de Acero
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Rodeada de una enorme expectación y con la sombra de Christopher Reeve pisándole los talones. Así se presentó ‘El Hombre de Acero’, la que por entonces era la última aventura cinematográfica de Zack Snyder. Es evidente que, con cada película de Superman, se suscita la misma pregunta: ¿esta vez sí? Juntos, en esta fortaleza de soledad llamada Cineycine, trataremos de encontrar la respuesta.

«Les darás a los habitantes de la Tierra un ideal por el que luchar. Se apresurarán a seguirte, tropezarán, caerán. Pero al final se unirán a ti en el Sol» (Jor-El)

Crítica de El Hombre de Acero

Cuando se anunció este proyecto reconozco que me mostré muy escéptico. Sensación esta que de buen seguro compartía mucha gente. Los motivos eran diversos. Por un lado estaba Zack Snyder, un director que nunca ha sido santo de mi devoción por lo excesivo que es su estilo. También tenía muy presente esa moda actual del cine que consiste en mostrar grandes alardes visuales para tapar las carencias. Y, obviamente, estaba el personaje de Superman. Hablamos de un superhéroe muy peculiar que, por su tremenda humanidad y valores, no termina de encajar con el arquetipo con que el público suele identificarse. No obstante, mantenía un hilo de esperanza que, con cada trailer y con cada noticia, se iba reforzando. Quizás fuera porque la ilusión me podía o quizás porque esa es la magia de los trailers, pero lo importante es que esta vez creo que hay buenas noticias.

Superman es un personaje que, con el tiempo, ha ido evolucionando, cambiando… pero se ha mantenido vivo. Además, y después de más de 75 años, sigue siendo un modelo para la industria. No obstante, y aunque parezca extraño siendo tan popular, siempre ha sido un personaje difícil de adaptar a la gran pantalla. Desde la fabulosa Superman’ (Richard Donner, 1978) todo han sido decepciones. Puede que sea porque perdíamos la esperanza, o quizás también porque la sombra de Christopher Reeve era muy alargada. Hasta ahora.

Al principio hablaba del estilo excesivo y deslumbrante de Zack Snyder… Sin embargo, vale la pena reconocer que, tras experimentos mareantes como Sucker Punch (2011), o adaptaciones «cuestionables» como Watchmen(2009), esta vez encontró un rumbo mucho más apropiado, incluso equilibrado. Para ello dejó a un lado ese horroroso abuso del slow-motion que tanto le ha caracterizado siempre. Aquí mezcló la épica con el desparrame visual, pero siempre sin olvidar el lado más humano de un superhéroe que se siente solo en el universo. Todo ello juntando el drama con la acción más extrema. Así es como consigue entregarnos una poderosa obra fílmica. Una película que, a pesar de su estridencia y excesos, consigue pasar la prueba con gran nota.

Pero en este proyecto quien más presión tuvo que soportar fue Henry Cavill, un actor que muy poca gente conocía. Cavill tomó el testigo de Brandon Routh para interpretar a Superman. Toda una papeleta, porque si algo pesa en esta franquicia es la herencia dejada por Christopher Reeve. Afortunadamente, Henry Cavill consigue que olvidemos cualquier antecedente, lo cual es ya un éxito. No sólo con un portentoso físico, trabajado durante horas de entrenamiento, sino también con unas dotes interpretativas suficientes para resolver el papel. Obviamente no todo son buenas noticias porque Cavill falla en lo mismo que falló Routh. Me refiero a la incapacidad de disociar a Kal-El de Clark Kent. Dos personajes y dos personalidades. Algo que, en mi opinión, es vital y que no termina de funcionar. Por eso debo certificar una vez más que Christopher Reeve es eterno.

El equipo de Snyder no arriesga en exceso y, por eso, una vez más se nos cuenta el origen de Superman y por qué es enviado a la Tierra. En consecuencia, la película se divide en dos partes diferenciadas. Y aquí es cuando, una vez más, la cinta consigue superar a todo lo visto hasta ahora. Lo hace mostrando un Krypton esplendoroso y tecnológicamente avanzado. Un Krypton mucho más apropiado que los escenarios asépticos y fríos de Richard Donner. También es aquí donde Russell Crowe entra en escena, un Jor-El que se aleja mucho de aquel Marlon Brando etéreo y atemporal. Un Jor-El que pelea y defiende a su familia. Es en este momento donde también se nos revela el nombre del enemigo: el General Zod. Nuevamente una clara referencia a las películas originales. Aunque debo decir que es todo un acierto haber prescindido, por fin, de Lex Luthor.

Y Zod está genialmente interpretado por Michael Shannon, todo un veterano que consigue dotar al personaje de un odio visceral, extremo y malsano. Junto a él, una kriptoniana con muy malas pulgas de nombre Faora (muy bien interpretada por Antje Traue) y que, curiosamente, lleva de acompañante a una enorme mole que le pondrá las cosas difíciles a Superman. Tres villanos, una vez más se hace imposible no pensar en Superman II(1980).

Y si la primera mitad de la película sirve para mostrarnos, en clave dramática, el origen de Kal-El y su camino hacia la edad adulta, en la segunda mitad asistimos a una ópera magna como pocas veces se ha visto. Combates brutales, sorprendentes y fantásticamente rodados. Unos enfrentamientos que, hasta ahora, nunca habíamos visto en una película de Superman. Una destrucción sin paliativos que sirve para mostrarnos también qué tipo de sacrificios está dispuesto a realizar Kal-El para proteger a la humanidad.

Podríamos hablar también de las licencias, que hay unas cuantas (y algunas de ellas importantes) pero, francamente, creo que no merece la pena. Incluso el hecho de que Perry White sea negro (Laurence Fishburne) es mejor tomárselo con filosofía. Como he dicho al principio, Superman ha cambiado con los años. Por ello es difícil que todo el mundo tenga lo mismo en mente cuando se dispone a ver una película suya. Recordemos que, al principio, era un superhéroe que ni siquiera volaba, sólo daba potentes saltos. Así que lo mejor es disfrutar con lo visto y dejar los debates sobre esas licencias para otro momento. Hacerlo aquí implicaría fastidiarle la película a nuestros lectores.

Conclusión.
Termino esta crítica de El Hombre de Acero, poco más puedo añadir a lo ya expuesto. Creo que estamos ante una película que invita a largos y jugosos debates pero lo primero es verla y disfrutarla. Ningún aficionado al cine de superhéroes debería perdérsela. Probablemente estemos ante una de las mejores películas de la DC que se ha hecho hasta ahora, aunque no necesariamente la más taquillera. Superman es especial, y esta película logra ofrecer todo aquello que uno espera cuando va a ver una película suya. Bueno, casi todo.

Tráiler de El Hombre de Acero

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