Sucker Punch
Tras morir su madre, una preciosa jovencita de tan sólo veinte años y su hermana pequeña quedan en manos de su nauseabundo padrastro. Tras un trágico suceso, la jovencita es internada en el psiquiátrico Lennox para jóvenes perturbadas. Allí, y bajo la amenaza de una lobotomía, sólo tendrá cinco días para intentar escapar. Para ello, contará con la ayuda de cuatro amigas y con sus increíbles sueños. Unos sueños en los que se transforma en la poderosa Babydoll capaz de enfrentarse al más mortal enemigo. (Cineycine).
¿Es Zack Snyder un visionario? Unos te dirán sin dudarlo que «sí», y otros también sin dudarlo te dirán que «no». Yo no creo que sea un visionario. Pero si que reconozco que sus films son altamente espectaculares y bien valen el precio de las entradas. En esta ocasión, Snyder “sueña” una aventura increíblemente fantástica. Una aventura que se mueve a ritmo de videojuego, anime y de los mandobles que reparte Babydoll. Bienvenidos a… ‘Sucker Punch’.
“Todos tenemos un ángel que nos protege y que aparece en los lugares y momentos más extraños” (Babydoll)
Crítica de Sucker Punch
Todos aquellos que, como yo, sean amantes de los videojuegos, el anime y las señoritas guapas vestidas con ropas sexys escupiendo plomo y repartiendo cera… estamos francamente de enhorabuena con ‘Sucker Punch’. Además debemos dar las gracias a Zack Snyder por firmar tan flipante película, ni más ni menos. Porque esta película es todo un homenaje a los videojuegos, al anime y a las guapas señoritas.
La película arranca con un inicio desgarrador. A cámara lenta, y con un estilo de total videoclip y casi sin diálogos, se nos introduce rápidamente en la historia. A partir de ahí, seremos testigos de increíbles y alucinantes capítulos de acción. Episodios que tendrán lugar gracias a la capacidad de soñar e “hipnotizar” a los demás que tiene la joven protagonista.
Las secuencias de acción están fabulosa y fantásticamente bien filmadas. Son unas secuencias de “toma pan y moja”. Especial mención al enfrentamiento inicial de Babydoll con los gigantescos robots samuráis. Todo un espectáculo de sacarse el sombrero y toda una declaración de intenciones de lo que nos espera luego. Es cierto que hay mucha cámara súper-lenta y secuencias al estilo ‘Matrix’. Ahora bien, en ‘Sucker Punch’ todo ello está puesto a disposición del público para que disfrute al máximo viendo como la guapísima Babydoll, y sus compañeras, escupen plomo y mamporros a partes iguales con un vestuario de ensoñación manga.
Absolutamente todo en este film está puesto a disposición del espectador para que goce viendo acción por un tubo, chicas guapas y escenas y escenarios espectaculares. Cuando un director te ofrece semejante espectáculo audiovisual lo que hay que hacer es aplaudir. Todo lo que se podía esperar de ‘Sucker Punch’ es dado en pantalla. Creo que no sería justo pedirle nada más a esta clase de cinta. Sinceramente, el espectáculo que ofrece y su disfrute bien vale y de sobra su visionado. No obstante, abstenerse de verla aquellos que no comulgan con el tipo de cine que hace Zack Snyder. Sinceramente creo que esta no es su película y estarían perdiendo el tiempo.
Varias son las fuentes de las que bebe ‘Sucker Punch’. Entre ellas destacaré los videojuegos: presentes en las escenas de acción y en el diseño de determinados robots/armamento. Amén de que el propio guión/historia está estructurado como si de un videojuego se tratara. Esto es: buscar objetos en alucinantes misiones a los que dar luego un determinado uso final. Los mangas los encontramos casi desde el principio en lo que es el vestuario de colegiala de Babydoll y del resto de espectaculares atuendos de sus compañeras de misiones. Todas las chicas aparecen con trajes bien ceñidos, medias negras o de rejilla… Además es notable la influencia manga a la hora de diseñar el armamento y los robots. En esta línea, y sin ir más lejos, el diseño del robot que pilota Blondie parece sacado de las primeras aventuras de Goku contra el ejército de la cinta roja.
Más influencias las encontramos en ‘Matrix’ y los videoclips. A la gente le podrá gustar o no el film de las hermanas Wachowski, pero lo que nadie puede negar es su posterior influencia en cientos de films a la hora de rodar determinadas escenas de acción. La cámara “súper lenta” y el estilo videoclipero están aquí presentes. Ambos estilos hacen acto de aparición, en según que acciones, para que no perdamos detalle de cómo Babydoll (especialmente de ella) y sus amigas se cargan a cientos de enemigos. Todo esto sin que se les caiga ni una sola de sus pestañas postizas.
Remata el espectáculo una banda sonara igual de disfrutable que la propia cinta. A lo largo de la película encontraremos temas de Anny Lennox («Sweet Dreams»), Björk («Army of Me»), Roxy Music («Love Is The Drug»), Jefferson Airplane («White Rabbit») e incluso Queen («We Will Rock You»). Estas, y otras canciones, están convenientemente adaptadas a lo visto en pantalla. Incluso algunas de ellas versionadas y cantadas por la propia Emily Browning como: «Sweet Dreams», «Where Is My Mind?» o «Asleep».
“Os necesito para escapar de aquí”… Chicas malas.
Forman el equipo de jovenzuelas Emily Browning, Abbie Cornish, Jena Malone, Vanessa Hudgens y Jamie Chung. Las escolta el veterano Scott Glenn y Carla Gugino hace de doctora polaca. Emily Browning encarna a la jovencita encerrada en el psiquiátrico Lennox que se transforma en la poderosa Babydoll. Así pues, Emily tiene un doble papel radicalmente diferente uno del otro. Como jovencita pesarosa y desgraciada, se limita a “poner caritas” de niña buena que está siendo devorada por los lobos. Por el contrario, como Babydoll realiza todo un despliegue físico repartiendo mandobles de espada y haciendo a su pistola escupir fuego del bueno. Realmente, Emily es la que más sobresale en la película. Película que, dicho sea de paso, lo pone casi todo a su servicio y al de de Babydoll, su espectacular alter ego. Snyder la enfoca desde gran variedad de planos para que no perdamos detalle de ella.
Abbie Cornish interpreta a Sweet Pea. Esta chica, con permiso de Babydoll, es la otra protagonista que tiene un mayor lucimiento, tanto en “la vida real” como en “el mundo de ensoñación” construido por el personaje de Emily Browing. Abbie lleva a cabo en ambos mundos una dura interpretación muy acorde con su personaje. Un personaje al que la vida le ha hecho llevar una coraza casi impenetrable.
El resto del equipo lo forman Jena Malone, Vanessa Hudgens y Jamie Chung como Rocket, Blondie y Amber, respectivamente. Entre ellas la que más destaca es Jena Malone como Rocket, una chica con ansias de libertad que se encuentra bajo la protección de Sweet Pea. Al ver a la jovencita recién llegada atisba una oportunidad para escapar al exterior. La verdad es que todas las chicas están francamente bien en lo que sus respectivos papeles les piden. Además todas tienen sus buenos momentos de gloria.
El veterano de mil rodajes Scott Glenn se mete en la piel de Wise Man, el jefe de las chicas. Glenn desempeña este rol en el fantástico y belicoso mundo en el que las jóvenes llevan a cabo sus misiones. Scott Glenn es todo un aval de profesionalidad y buen hacer. Aquí lleva a cabo una sorprendente interpretación con un personaje camaleónico y adaptado a cada misión. Un hombre que sabe lo que puede esperar de sus chicas. También sabe motivarlas antes de cada “fase” con unas buenas y sentenciadoras frases. Por otro lado, llamar la atención en el mundo real de Carla Gugino como la doctora polaca Vera Gorski. Si pueden, vean el film en VO para escuchar como Gugino dota a Vera de su correspondiente acento del este.
En la acera de los malos merecen especial atención los personajes de Oscar Isaac, Malcolm Scott y Gerard Plunkett. Oscar Isaac interpreta a Blue Jones. El tal “Jones” es un celador cabronazo en el mundo real y dueño de una sala de fiesta tipo ‘Burlesque’ con aire de prostíbulo en el “mundo imaginario”. La doble interpretación de Isaac es muy buena y nos hace cogerle un odio terrible a sus dos personajes. Por lo tanto, objetivo cumplido por Oscar Isaac. Atención también al poco conocido Malcolm Scott que asume el rol de cocinero, un tipo gordo como un tonel y muy malvado. Recuerda a ciertos personajes vistos en videojuegos como ‘Clock Tower 3’ o ‘Dead Rising’ (aquel mítico carnicero psicópata). Finalmente, breve papel tiene Gerard Plunkett como el baboso y nauseabundo padrastro abusador del personaje de Emily y de su hermanita pequeña.
La verdad es que estos y otros tipos malos y babosos que pululan por el metraje lucen francamente bien. Estos malosos ayudan considerablemente en el desarrollo del film. Siempre se dice que todo héroe o heroína necesita de unos buenos villanos y estos lo son. Seres despreciables enfrentados a unos “ángeles” que buscan ayuda y refugio en el público y en su mundo de fantasía…
“Si no tenéis una razón para vivir… tendréis mil razones para morir” (Wise Man)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Sucker Punch, un film visualmente espectacular, fabuloso e increíble. Una película que hará las delicias de los que somos fanáticos de los videojuegos, el manga y Babydoll. Una cinta que da todo lo que promete su tráiler y mucho más… A día de hoy ya es considerado por muchos aficionados como un film de culto. Un espectáculo de primer nivel desde que empieza hasta que acaba. Totalmente recomendada.
Tráiler de Sucker Punch
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la película es un espectáculo visual impresionante, a nivel de planos y de escenas de acción está muy, pero que muy lograda, y la escena inicial es de lo mejor que le he visto hacer. Pero la película tiene poco más. Una pena
Francamente y con todo el respeto a Latura, a mi Sucker Punch, a pesar de que su bizarrada visual es de lo mas brutal: samurais, dragones, robots, zombies nazis… no salva lo que es una trama simplona, excesivamente ramplona y sin demasiado interes, sorry, Zack, pero las tienes mejores.
Esta semana he tenido ocasión de verla y francamente, me pareció un conjunto de cinemáticas de videojuego inspiradas en el manga, con la diferencia de que entre una y otra no puedes jugar. Impecable desde el punto de vista visual, con una banda sonora interesante, pero con una trama confusa de narices y que al final te deja la molesta sensación de haber perdido una hora y media de tu tiempo. Iba a darle un aprobado raspado, pero si he de ser honesto conmigo mismo me temo que ni a eso llega.