Desaparecido en combate 2
Vietnam, 1972. El coronel Braddock y sus hombres son capturados por el vietcong durante una misión de reconocimiento y rescate. Con el tiempo son dados por “desaparecidos en combate”. Varios años después de terminado el conflicto bélico continúan prisioneros en el campo de concentración del coronel Yin, un sádico que se niega a liberarlos a menos que Braddock firme una confesión de crímenes de guerra. (Cineycine).
Ya han pasado 35 años desde que el mítico Chuck Norris estuvo prisionero en Vietnam. Hoy toca repasar la “primera” película protagonizada por su icónico personaje del coronel James Braddock. A continuación nos trasladamos a la jungla vietnamita en busca del último ‘Desaparecido en combate 2’.
“Ustedes no son prisioneros de guerra. Son delincuentes comunes” (Coronel Yin)
Crítica de Desaparecido en combate 2
Conviene empezar esta reseña aclarando un punto que los más legos seguramente desconocerán. Pese a figurar el número 2 en el título no estamos ante ninguna secuela de ‘Desaparecido en combate’ (Joseph Zito, 1984). La realidad es que ‘Desaparecido en combate 2’ es una precuela y no una continuación. De hecho, ambas películas fueron rodadas casi de manera simultánea, sólo que al final decidieron aplazar el estreno de ‘Desaparecido en combate 2’ cuando, claramente, era la primera película de James Braddock que debió ver la luz en cines. Meses después del estreno de ‘Desaparecido en combate’ la lanzaron a las grandes salas como precuela añadiendo al título USA la coletilla: “The Beginning”.
Los genios de la idea anterior fueron los archifamosos Golan & Globus, los míticos y alocados productores israelíes que tantas cintas de acción nos dejaron para el recuerdo en los 80. En este caso aprovecharon la moda que, por aquella época, había sobre la guerra de Nam para producir esta y otras cintas de veteranos de guerra. Tan es así que los films del Vietnam se llegaron a convertir en todo un subgénero, tanto de serie A como de serie B. Así pues, Sylvester Stallone tuvo a John Rambo y Chuck Norris tuvo a James Braddock. Por citar a los dos iconos más representativos de este tipo de películas.
La trama del film se centra en el tan polémico y debatido tema de los POWS, esto es: prisioneros de guerra. Al terminar la guerra del Vietnam se denunció que muchos soldados norteamericanos habían quedado abandonados a su suerte por su propio gobierno en manos del Vietcong. Este tema se hizo público y terminó saltando al cine. Y esta cinta es una de las muchas que lo tocaron. En este caso la acción se desarrolla en un pequeño campo de concentración vietnamita gobernado con mano de hierro por el temible coronel Yin. Buena parte del film se recrea en las humillaciones y torturas físicas y mentales a las que este dictatorial cacique somete a sus prisioneros americanos y vietnamitas. Todo esto al mismo tiempo que les obliga a trabajar en su plantación de opio.
Naturalmente, y siendo una película protagonizada por Chuck Norris, también tenemos acción. La misma se nos muestra, fundamentalmente, en el segundo tramo del metraje cuando Braddock logra escapar. En esos minutos seremos testigos de escenas de camuflaje, supervivencia, explosiones y persecuciones. Todo esto muy bien rodado y con dos combates sensacionalmente filmados para el lucimiento de Norris. En el primero de ellos lo veremos pelear con los pies engrilletados contra Steven Williams y en el segundo contra el pérfido Yin en una pelea explotando al máximo el Kárate.
Por otro lado, llaman también la atención dos aspectos del film. El primero de ellos es la presentación de los hombres de Braddock con el sello “Missing in action” al principio del metraje y casi al estilo serie de televisión de la época. Por su parte, el segundo es la inclusión de un mini-documental tratando el tema de los POWS con imágenes reales del propio presidente Ronald Reagan (1911-2004).
Al respecto de la ambientación decir que toda ella es natural con platós edificados en las propias localizaciones del film. En este caso concreto se filmó en México y en las islas de San Cristóbal y Nieves. Allí se recrearon la choza principal de Yin, las jaulas de madera de los prisioneros y los campos de trabajo. Viejo cine artesanal puro y duro y además muy conseguido.
En la banda sonora destaca el nombre de Brian May, el compositor australiano de las dos primeras entregas de la saga Mad Max. Su música llegó a hacerse muy habitual en varias producciones de Serie B. Incluso aquí “recicla” uno de sus temas de ‘Mad Max 2’ (George Miller, 1981). Por lo demás, nos entrega unas composiciones claramente accioneras y militaristas.
“Sabía que no podría resistirse a mi reto”. Desaparecidos en combate.
Naturalmente el protagonista de la función es el mítico Chuck Norris encarnando a su icónico coronel James Braddock, un rol que desempeñaría en esta y otras dos películas. Norris nos entrega a un hombre muy duro tanto física como mentalmente. Su resistencia física le hace soportar cualquier castigo y su resistencia mental le hace inmune a las mentiras de Yin. Braddock tan sólo muestra algo de debilidad cuando Yin se ceba con sus hombres. Expuesto todo esto ni que decir tiene que la performance de Norris es casi imperturbable ayudando mucho a la mítica dureza que se levantó en torno a su propia figura real.
Contra una pared humana como Braddock era necesario un villano a la altura y ahí es donde entra Soon-Tek Oh interpretando al coronel Yin. La interpretación de Soon es absolutamente odiosa dando vida a un auténtico sádico y tirano. Yin disfruta torturando a sus prisioneros y se pasea por el campo siempre impoluto con su traje de coronel y sus impecables botas negras. Atención a cuando hace que lo lleven en un carrito de lujo. Por si fuera poco, también es un consumado repartidor marcial y le cuesta poco poner firmes a sus hombres y/o aliados con dos o tres movimientos rápidos de manos. Así pues, un gran rival para Braddock.
Entre los hombres de Braddock cabe destacar al veterano Steven Williams como el capitán Nester. El inolvidable “Mister X” interpreta a un “superviviente”, un tipo que se ha vendido a Yin para evitar sus desmanes. Por su parte, entre los esbirros de este último destaca la siempre poderosa y llamativa presencia del profesor Toru Tanaka repartiendo inmisericordes trompadas. Finalmente, atención a la aparición de Christopher Cary como un fotógrafo holandés que intentará pasarse de listo con Yin.
“Coronel Yin, por las atrocidades cometidas en este campo le condeno a muerte” (James Braddock)
En conclusión.
Termino esta crítica de Desaparecido en combate 2, una cinta de acción bélica claramente hija de su tiempo. Estamos, sin duda alguna, ante todo un clásico de Chuck Norris y ante una de las mejores películas de su filmografía. Si os gusta la acción ochentera o queréis tener una colección lo más amplia posible no deberíais dejarla pasar.
Tráiler de Desaparecido en combate 2
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