Animales nocturnos
Susan Morrow es una galerista de Los Ángeles que vive una vida aristocrática y vacía con su segundo marido que se muestra cada vez más distante. Un día recibe un paquete que contiene el borrador de una novela (‘Animales nocturnos’) escrita por Edward Sheffield, su primer esposo y al que abandonó hace años. Edward se la ha dedicado y quiere que Susan la lea pues siempre fue su mejor crítica. Debido a su tremendo insomnio, decide empezar la lectura quedando totalmente enganchada a la misma por sus detalles, crudeza y objetivo. (Cineycine).
Tras debutar detrás de las cámaras en 2009 con ‘Un hombre soltero’, Tom Ford vuelve a apoyarse en otra novela para su regreso al cine. En esta ocasión, la obra adaptada es ‘Tres noches’ (‘Tony and Susan’) escrita por Austin Wright y que aquí se convierte en… ‘Animales nocturnos’.
“Mi exmarido decía que yo era un animal nocturno”.-Susan.
Crítica de Animales nocturnos
Dada su escasa habitualidad y proyección en cines, creo conveniente hacer un pequeño acercamiento a la figura de Tom Ford. Ford es lo que podríamos decir un hombre polifacético, ya que es director (‘Un hombre soltero’ y ‘Animales nocturnos’), guionista (ha escrito los guiones de sus dos películas), productor (ha producido ambos films a través de su productora “Fade to Black”) y diseñador (conocido por sus diseños únicos para firmas como Gucci, Yves Saint Laurent y su propia marca, TOM FORD, fundada en 2005).
En los dos films de Ford evidentemente se mezclan todas esas facetas, dando lugar a películas con una marcada estética. Centrándome ya en ‘Animales nocturnos’, y tal y como expuse en la introducción, este film se basa en la novela ‘Tony and Susan’ escrita en 1993 por Austin Wright (1922-2003). Novela que fue traducida al español como ‘Tres noches’. Naturalmente, ‘Animales nocturnos’ conserva la esencia de la novela pero los cambios son inevitables.
Respecto a las modificaciones, el propio Tom Ford se manifiesta así: “Una novela y una película son muy diferentes, y una interpretación literal de un libro no suele funcionar en la pantalla. Me gusta apoderarme de los temas que me atraen de un libro para luego exagerarlos y explorarlos en la pantalla. La película es fiel a la novela. Aunque parte de los elementos de la historia son completamente míos y el telón de fondo es totalmente diferente. Además debí de crear ciertos elementos y hacer algunos cambios prácticos…”. Expuesta la posición del realizador al respecto de la novela, paso ya a ahondar en lo que nos ofrece en su película.
Desde un punto de vista narrativo Ford estructura la película en dos relatos: el principal y el “relato dentro del relato”. Ambos íntimamente ligados y expuestos como un puzle que va encajando sus piezas. El relato principal es el que nos describe la vida de Susan Morrow y la lectura que va haciendo de la obra que le ha regalado su exmarido, Edward Sheffield. Y el “relato dentro del relato” es el trágico y violento suceso que cuenta “Animales nocturnos”, la novela escrita por Edward y cuya lectura enreda inevitablemente a Susan y a nosotros como espectadores. Ambas narraciones son tremendamente enganchantes, sobre todo la segunda. Esta última nos atrapa con su crueldad e impotencia deseando saber cómo acaba.
Es importante no levantar la vista de la pantalla porque el film va mezclando ambos relatos y salpicando el principal de flashbacks al pasado de Susan y Edward. Es decir, estamos ante una narración que exige atención y concentración por parte del espectador y no estar distraído en otros aspectos. Del mismo modo, no hay que perder ojo de todos los detalles que Tom Ford va mostrando de manera sutil. Detalles que ayudan a comprender plenamente qué significa en realidad el borrador de la novela que Edward le ha dedicado y regalado a Susan. Además, y tal y como expuse antes, ambos mundos, “el real” y el “ficticio”, están muy íntimamente conectados. Basta traer aquí a colación una frase pronunciada por el propio Edward: “Nadie escribe de nada excepto de sí mismo”.
Todo lo descrito en los párrafos anteriores da lugar a dos escenarios radicalmente diferentes. Por un lado, el escenario real de Susan que resulta un mundo vacío, aséptico, vanguardista y elitista. Un mundo en el que ella ya no se siente desarrollada ni comprendida. Y, por otro lado, el escenario de la novela que nos entrega claramente un desgarrador western de tragedia y venganza. Un lugar dominado por el desierto de Texas, sus campos agrestes y sus tonos anaranjados. “Dos escenarios” totalmente contrapuestos en una misma obra… o si queremos dos películas diferentes en una misma película que las une y liga de manera inevitable.
La banda sonora de Abel Korzeniowski es otro punto a destacar. Llama la atención el tema principal que, de alguna manera, parece traer al recuerdo algunas de las composiciones creadas por John Barry para ‘Fuego en el cuerpo’ (Lawrence Kasdan, 1981).
“Señor. Su mujer quiere que vaya”… Animales nocturnos.
La estructura narrativa del film hace que nos encontremos con diferentes personajes que, al ser reales y ficticios, no todos llegan a relacionarse entre sí. Veamos quienes son los protagonistas principales de cada narración.
En la narración principal tenemos a Amy Adams que realiza otra gran actuación como Susan Morrow. A destacar el grado de empatía que llega a tener con Tony Hastings (el protagonista de la novela) sintiendo al mismo tiempo sus mismas emociones. La actuación de Adams es totalmente controlada y lejos de buscar lucimientos y sobreactuaciones absurdas. Esto último, hasta ahora, no le ha dado ningún Oscar, pero es un ejemplo de honradez y profesionalidad que ya quisieran otras actrices. Para Jake Gyllenhaal va el papel de Edward Sheffield, un humilde y débil amigo de la infancia de la familia Morrow que se convierte en el primer marido de Susan. Buena actuación de Jake pero hay que decir que luce mucho más en su otro rol, en el de Tony Hastings.
Por su parte, Armie Hammer interpreta a Hutton Morrow, el segundo marido de Susan. Hammer concentra sus apariciones casi al principio de la película en escasos minutos. El actor sale lo justo y necesario para que seamos conscientes de lo distanciado que se encuentra ya de su esposa. Esa es toda su aportación. Se dejan ver muy poco Michael Sheen como Carlos (un galerista gay amigo de Susan), Andrea Riseborough como la excéntrica esposa de Carlos, y Laura Linney como la rica y clasista madre de Susan que le regala esta frase ante su mala relación: “Todas acabamos convirtiéndonos en nuestras madres”.
En la novela de “Animales nocturnos” que Edward Sheffield regala a Susan Morrow los principales protagonistas son tres, a saber: Jake Gyllenhaal que se mete en la piel de un débil profesor de Matemáticas, un hombrecillo llamado Tony Hastings que viaja de noche por las carreteras de Texas en compañía de su mujer y su hija (interpretadas por Isla Fisher y Ellie Bamber). Como expuse antes, es en este rol en el que más destaca Gyllenhaal. Aquí nos ofrece una interpretación con grandes matices temerosos, tristes y alguna explosión de ira incontrolada.
Aaron Taylor-Johnson está irreconocible y sorprende muchísimo con una actuación cargada de maldad y chulería dando vida a Ray Marcus, un miserable que se cree por encima de las reglas sólo porque tiene su propia cuadrilla de esbirros a los que tiene sometidos gracias a su personalidad dominante. Finalmente nos queda Michael Shannon haciendo una dura y rígida interpretación del sheriff Bobby Andes. Este sheriff es un veterano cowboy de la ley y un cadáver andante. Sin embargo, todavía tiene la suficiente firmeza y autoridad (sobre todo en la mirada) para tratar con aquellos indeseables que escupen sobre la Ley. Bobby se convertirá en todo un apoyo para Tony tras un salvaje y criminal suceso que le ocurrirá en su viaje por carretera y que marcará las vidas de todos los implicados para siempre.
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Animales nocturnos, una desgarradora cinta que ofrece dos películas íntimamente ligadas entre sí y al precio de una. Un film cuya narración y atmósfera terminan por atrapar inevitablemente al espectador. Resulta conveniente verla no dejándose distraer por nada, ya que esta es la única forma de poder captar todos los detalles que Tom Ford va dejando en el film. Detalles que ligan las dos historias que vemos en la pantalla.
Tráiler de Animales nocturnos
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