Venganza 3
Bryan Mills disfruta de una vida apacible tras haber puesto a salvo a su familia, pero un trágico e inesperado suceso volverá a obligarle a tomar las armas. Con la vida de su hija de nuevo en peligro, y con la policía pisándole los talones, nada ni nadie va a impedirle encontrar al responsable. (Cineycine).
Después de una secuela decepcionante, la saga protagonizada por el vengativo Bryan Mills (Liam Neeson) volvió a nuestras pantallas con ‘Venganza 3’. Veamos si a la tercera fue la vencida o si es el espectador quien va a tener que pedir cuentas.
Crítica de Venganza 3
Como buen seguidor de esta saga se me hace difícil empezar esta reseña porque esperaba mucho más. Paradójicamente, la primera señal de que hay algo raro es el título original de la película. Sí, ya sabemos que se trata de la tercera entrega de la saga iniciada con ‘Taken’ en 2008. Y también sabemos que el personaje protagonista es un ex-agente secreto con una amplia variedad de habilidades que pueden ser una pesadilla para los criminales. Pero una vez vista la película nos damos cuenta de que no hay secuestro por ningún lado…
Puede parecer que el detalle del secuestro no tiene importancia… pero hablamos de la seña de identidad de esta franquicia. La fórmula que la convirtió en un caballo ganador. ¿Qué ha pasado con esa fórmula? ¡Pues que ha volado! ‘Venganza 3’ se limita a aprovechar el tirón creado por sus predecesoras para ofrecernos una trama de mafiosos rusos muy manida y que no está a la altura de las expectativas. Y lo cierto es que Liam Neeson está bastante correcto en el papel de Bryan Mills, a pesar de ser un sesentón luce un aspecto envidiable en pantalla que bien podríamos decir que le resta diez o quince años. Su personaje es exactamente lo que esperan los fans… desgraciadamente está lastrado por una historia que no convence.
El problema es que, como comentaba anteriormente, Luc Besson y Robert Mark Kamen se limitan a escribir un thriller policial y después le ponen la etiqueta de la saga, como si con eso bastara. La consecuencia de ello es una trama llena de altibajos, con poca acción y con unas escenas de lucha sin apenas violencia ni sangre. Por no hablar de algunas situaciones que no sólo son gratuitas… sino que son una tomadura de pelo. Muy lejos queda esa sesión de acupuntura eléctrica de la primera película a la que era sometido el maloso Marko, o el asalto final al yate del jeque con un Bryan para los zorros.
La trama se divide claramente en dos partes que transcurren paralelamente. De un lado, la búsqueda de Bryan en pos de los culpables, y del otro la investigación policial dirigida por Forest Whitaker, encarnando a un peculiar detective que parece leer la mente de Bryan, pero que nunca consigue ir por delante suyo. Como thriller es entretenido, hasta cierto punto, pero si lo que uno espera ver es la enésima aventura de Bryan Mills la cosa no se aguanta. Para entendernos, la película parece en ocasiones ‘El fugitivo’ (Andrew Davis, 1993) y en otras ocasiones una simple producción setentera policial. Luego está la hija, de nuevo interpretada por Maggie Grace (aunque al menos en esta ocasión ya no pretende pasar por adolescente), que es un mero elemento de apoyo.
En general hay demasiada dejadez. Si recordamos ‘Venganza’ (Pierre Morel, 2008) e incluso ‘Venganza: Conexión Estambul’ (Olivier Megaton, 2012), notaremos que la mayoría de escenas de acción tenían un porque, obedecían a elementos de la trama muy concretos. Aquí, en cambio, vemos persecuciones de coches que no pintan nada, explosiones totalmente inverosímiles y algunas actitudes de los personajes totalmente estúpidas. Es obvio que el realismo no es importante en este tipo de películas, pero convertir a Bryan Mills en inmortal, saliendo sin un rasguño de situaciones imposibles, no es de recibo.
Tampoco es muy esmerado el montaje. Megaton opta por liquidar el tema por la vía rápida y, como consecuencia, tenemos una serie de secuencias que parecen colocadas a boleo, si las cambiaran de orden no pasaría nada. Todo muy cogido con pinzas, una lástima… A pesar de todo, la película consigue dar un acelerón en el tramo final, cuando realmente Bryan empieza a desvelar el misterio y se da cuenta de lo que sucede en realidad. Ese giro argumental tiene su punto, y realmente se degustaría mejor si no fuera porque llegamos frustrados y decepcionados al desenlace…
‘Venganza’ nació como un producto puramente ochentero. En la misma teníamos a un personaje expeditivo que ponía firmes a los malos y que se dejaba literalmente la piel por el camino. Sin embargo, poco a poco, se ha ido desvirtuando todo hasta llegar a esta última entrega. Ahora ya no vemos a Bryan Mills sino a Liam Neeson.
Conclusión.
Termino esta crítica de Venganza 3, desgraciadamente no puedo recomendarla porque creo que hay opciones mucho mejores. Es inferior a la anterior parte y está a años luz de la primera. Ignoro si tendremos ocasión de ver una cuarta entrega… pero si llega el caso espero y deseo que retomen el camino correcto. De lo contrario, la frase promocional de la película va como anillo al dedo… Creo que sólo los fans de la saga encontrarán motivos para pasar un buen rato con este film. Aun así habrá muchos que se preguntarán si no son ellos esta vez los que han de buscar venganza.
Tráiler de Venganza 3
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