The Quest (En busca de la ciudad perdida)
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El coraje, el valor y el riesgo. De los bajos fondos de Chicago a los mares de China. Una aventura en busca de una nueva vida. Una aventura en busca de la libertad y en busca del honor. Comienza el desafío final. Jean-Claude Van Damme y Roger Moore protagonizan ‘The Quest: En busca de la ciudad perdida’.

“¿Dónde aprendió a pelear así?” (Barman)

Crítica de The Quest (En busca de la ciudad perdida)

Casi desde que llegó a tener cierto status en Hollywood, Jean-Claude Van Damme pregonaba cada vez que le ponían un micrófono delante que sólo volvería a las películas de torneos para hacer la mayor y más grande de todas. No fue hasta que ya se cumplía su contrato por cinco películas con Universal que pudo consiguió cerrar el trato. De esta forma protagonizaría, escribiría y dirigiría ‘The Quest (En busca de la ciudad perdida)’. Hablamos de su propio film de romance, épica, aventuras y artes marciales.

El presupuesto debía ser importante, pero las reticencias sobre el argumento y las posibilidades en taquilla de la película hicieron que Universal se limitara a poner los 25 millones de dólares de tope en las anteriores producciones con Van Damme. El resto, hasta llegar a 35 millones, vendría de otros asociados como MDP Worldwide o Moshe Diamant. La película se estrenó en USA el 26 de abril de 1996, recaudando una cifra más baja de la esperada: 21 millones de $ para un total mundial de 57, siempre en su paso por cines. En España, Tri Pictures fue quien se encargó de su distribución en pantalla grande (26/06/1996) y luego en formato físico.

‘The Quest’ se rodó entre Montreal y Tailandia del 1 de marzo de 1995 al 17 de mayo del mismo año. Peter MacDonald fue contratado con crédito de productor y director de segunda unidad. Su contratación fue debida a que el rodaje se empezó a retrasar y se volvió más complicado. La ayuda de MacDonald posibilitó que la cinta se acabará finalizando en fecha y sin salirse del coste previsto. Además hizo las suficientes buenas migas con Van Damme para acabar dirigiéndolo en ‘Soldado de fortuna’ (1998). En la música tenemos a Randy Edelman entregando una bonita partitura central, claramente identificativa con el halo romántico que se le quiere dar al film. De la fotografía se ocupó David Gribble, quien ya había trabajado antes con Van Damme en ‘Sin escape: Ganar o morir’ (Robert Harmon, 1993).

A nivel cinematográfico, algunos de los mejores puntos de ‘The Quest’, además de su aire de aventuras, es el estilo de combates a lo Mundial de futbol con países enfrentándose entre sí. Todo gracias a unas tarjetas de duelos totalmente a lo Champions League y siempre tras el golpe del gong. Quizá los combates sean un poco cortos y, salvando el enfrentamiento final, y el China vs USA de semifinales, no son muy espectaculares. Toda vez que empieza el torneo es cuando la cinta mete el turbo y casi no da respiro hasta el combate final. Esto se agradece bastante. Los minutos anteriores quedaban simplemente como una especie de batiburrillo con muchos elementos y aspiraciones que no acaban por despegar.

En cuanto al debut de Van Damme tras las cámaras, ya fuera o no con la citada ayuda de MacDonald, tenemos que decir que no supera a sus films de torneos previos. Y esto es una lástima pues contó con un mayor presupuesto y medios para ello. Debe ser culpa suya totalmente, quizá pensaría que entregando un film que bebiera de ‘Operación dragón’ (Robert Clouse, 1973), e incluyera guiños a otras suyas anteriores, bastaría para ser un éxito. Posteriormente se demostró que estaba equivocado…

Capitaneando el casting encontramos al propio Van Damme. El belga luce un gran estado de forma encarnando a Christopher Dubois, un personaje que quiere ser un poco de todo. Sin embargo, no termina de desprender el carisma de otras creaciones del actor. El hecho de que Christopher sea el jefe de una banda de niños huérfanos, un forzudo polizón, un aprendiz de muay-thai, un ladronzuelo y, por último, un aspirante a campeón, va haciendo que incluso el propio Van Damme no sepa muy bien como “vestirlo”. Aún con todo, el despliegue marcial que lleva a cabo, y su agradecida presencia delante de la cámara, lo hacen destacar. Sin ser llegar a ser un top de su galería de héroes.

Junto a JCVD destaca Roger Moore (1927-2017). Moore fue la segunda opción para el papel tras la negativa de Sean Connery (1930-2020). Aquí da vida a un bucanero que disfruta haciendo tratos imposibles con los no muy avispados lugareños de las islas vecinas del mar de Tailandia, como Khao (Aki Aleong). Decir que Moore le da una distinción única a su papel de Lord Dobbs, por mucho que acabara renegando del film una vez terminado. Su mano derecha en la película es Harry Smythe al que da vida el siempre cumplidor Jack McGee.

Otro que se deja ver por el film es James Remar puños en alto como Maxie Devine, un boxeador americano que acabará por ceder su cinturón e invitación para el Ghang-Gheng a Chris. Por su parte, Janet Gunn es Carrie Newton, una insistente periodista en busca de una gran historia (Carrie sustituyó a la inicialmente prevista Tatum O`Neal, tras la posterior negativa de Madonna). Además, si están muy atentos, podrán ver al maestro marcial de Van Damme en la vida real, Claude Goetz como uno de los acompañantes del campeón mongol.

En el grupo de villanos encontraremos a Louis Mandylor (Riggi), un mafioso que se la tiene jurada a Chris en Nueva York. Peter Malota es el peleador español con pose de defensa flamenca incluida. ¡Y cómo no! tenemos al gran boss final Abdel Qissi (Kahn). Recordemos que ya se había curtido anteriormente el lomo con Van Damme enLionheart (Sheldon Lettich, 1990). Qissi entrega a un imparable gigante que arrasa con sus rivales a base de pura fuerza bruta. Sin tener el aura mítica del Attila de la citada ‘Lionheart’, en la que apenas salía para el combate final, aquí impone más en los combates cuerpo a cuerpo y tiene mayores posibilidades de lucimiento.

“Desde la ciudad perdida, en la cima del mundo, saludamos a los primeros héroes. En este místico recinto no hay lugar para las máscaras. Solo para la verdad. Suerte a todos” (Maestro)

En resumidas cuentas.
Concluyo esta crítica de The Quest (En busca de la ciudad perdida), la última incursión de Van Damme en los films de torneos de artes marciales que le dieron tanta fama. No es la mejor de ese estilo pero es una película de obligado visionado para fans. Contiene la que posiblemente sea la patada mejor filmada de todas las del belga: su golpe marca de la casa 360º en el combate decisivo.

Tráiler de The Quest (En busca de la ciudad perdida)

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