Spider-Man 3
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Como admirador del cine de superhéroes y, especialmente, de la saga Spider-Man de Sam Raimi, a un servidor le resulta difícil tener que recurrir a la objetividad para valorar la tercera entrega de su franquicia del trepamuros. Este film cuenta con un impresionante elenco de villanos, unos sublimes efectos visuales y una (a priori) interesante historia. Sin embargo, ‘Spider-Man 3’ es la peor de la trilogía y con mucha diferencia. Tan es así que incluso roza el ridículo y el aburrimiento. Los motivos de este desastre en los siguientes párrafos…

Crítica de Spider-Man 3

«…rozando incluso el ridículo y el aburrimiento». Con esto no pretendo afirmar que la película sea ridícula y aburrida, pero desgraciadamente consigue serlo durante demasiados tramos de la historia. La trama, por momentos, llega a derrumbarse como si se tratara de un pesado castillo de naipes. Y uno de los problemas principales del asunto es la saturación de personajes, de subtramas y de contenido. Todo esto cae como una tonelada sobre su endeble guión.

La película, y en general todo el relato de principio a fin, se encuentra repleta de graves errores de planteamiento y de ritmo. Por si fuera poco está colapsada por situaciones poco menos que vergonzosas y ridículas. Momentos que jamás debieron ser escritos en el guión y mucho menos filmados. Francamente, esta tercera parte deja mucho que desear. Sin ninguna duda pasará a la historia del cine como «aquella gran tercera parte que pudo haber sido y no fue…». Ahora bien, justo es reconocer que los culpables de todo este desbarajuste posiblemente no fueran el guionista ni tampoco el director. No al menos en su totalidad. El problema quizás viniera de más arriba, de la producción, y más concretamente de Avi Arad y compañía.

Me explico: en un principio Sam Raimi no quería incluir en la película a Venom. En más de una ocasión, Raimi declaró que no era de su agrado. De hecho, los enemigos de Spider-Man iban a ser únicamente El Hombre de Arena (Thomas Haden Church) y el Nuevo Duende (James Franco). Bien, pues el productor, abrumado por las peticiones de millones de fans que exigían la presencia de Veneno en la película, no tuvo más remedio que obligar a Raimi a incluir al personaje en el guión final.

Es obvio que cuando alguien hace algo a disgusto, las cosas no suelen salir demasiado bien… y eso mismo fue lo que sucedió aquí.  Tan sólo hay que ver el film para darse cuenta de que Venom está metido en la historia con calzador, a la fuerza y por obligación. Esto provoca un auténtico atasco de personajes y enemigos, estando algunos más desarrollados que otros. En consecuencia se da lugar a un sinfín de altibajos y cambios de ritmo. Está claro que tanto Venom como Eddie Brock y el Simbionte son totalmente prescindibles. Jamás debieron haber sido incluidos en una película que ya contaba con dos grandes súper villanos.

Resulta clarísimo que Veneno fue totalmente desaprovechado. Apenas dispone de tiempo para, por lo menos, co-protagonizar el film. Su aparición queda relegada no a un segundo plano, sino a un tercer plano. Aclarar que este personaje es uno de los más famosos y míticos de Marvel, y no se merecía el trato recibido aquí. Es más, su presencia de cuerpo entero en pantalla resulta cuanto menos anecdótica. Apenas se aprecia, ni tan siquiera le veremos balancearse con su tela de araña. Pero, repito, el problema no es la falta de protagonismo del villano: el problema es haberlo incluido en la película. Por otra parte, Veneno está más logrado de lo que esperaba, siendo un personaje que luce bien en pantalla y que merecía un film para él sólo.

Este colapso de contrincantes provoca otro error: el breve protagonismo de dos de ellos. Esto supone que tampoco podremos ver tanto como esperábamos al Nuevo Duende. Incomprensiblemente aparece sólo en dos secuencias de la película: al inicio y al final. Eso si, esas dos secuencias son realmente impresionantes. En cualquier caso, resulta frustrante la manera de anular por completo al personaje de Harry Osborn durante gran parte del metraje. Para justificarlo se buscan una chapuza argumental: le hacen perder por completo la memoria para no poder enfrentarse más veces contra Spider-Man y no estorbar así a los otros villanos. Villanos que, a su vez, tampoco aparecen tanto como deseábamos. Increíble pero cierto.

En cuanto al personaje de Gwen Stacy más de lo mismo. Tan sólo sirve para estorbar y provocar celos a Mary Jane. Por lo demás, no aporta absolutamente nada a la historia. Para colmo está la secuencia del bar que resulta totalmente «de risa» (por no decir de escándalo). En la misma vemos a Peter Parker saltando de mesa en mesa y entre sillas como si se tratase de un miembro del ‘Circo del Sol’. Todo ello con tal de seducir a Stacy y provocar dolor en una Mary Jane cansada de la actitud de Peter. No obstante, esa escena no es la peor de todas. Otro momento «cumbre» que se lleva la palma es el ridículo, avasallador, vergonzoso y penoso baile que se marca Peter en mitad de la calle. Sin comentarios.

‘Spider-Man 3’ en lugar de parecer una oscura película que explora el lado más tenebroso del Hombre Araña parece una auténtica comedia plagada de situaciones absurdas. Además cuenta con grandes dosis de melodrama tele-novelístico. O dicho de otro modo, las escenas dramáticas existentes entre el triángulo amoroso protagonista llegan a hacerse tan pesadas y aburridas que sólo encuentro precedentes en las insufribles telenovelas sudamericanas. Aunque también es cierto que encontraremos otras secuencias dramáticas (sobre todo la del final) muy bien llevadas a cabo. Estas últimas son las que realmente logran llegar al fondo del espectador.

Creo que una historia con El Hombre de Arena y la aparición de Harry Osborn, alias El Nuevo Duende, como villanos únicos hubiese sido mucho más consistente y firme… que una historia con cuatro villanos. Veo en este aspecto el principal error y es una verdadera pena. Pretendieron abarcar tantos temas a la vez que, a la hora de la verdad, no tuvieron ni tiempo suficiente para dedicarle a cada personaje el metraje que realmente merecía. Y eso a pesar de las dos horas y media que dura el film. Dos horas y media que, en ciertos momentos, se hacen muy lentas y pesadas por culpa de muchas, muchas secuencias innecesarias.

Por lo menos tenemos algo bueno: Flint Marko (Sandman), un personaje bastante fiel con respecto al del cómic y muy bien llevado a la pantalla. Aunque repito que también se podría haber aprovechado mucho más su presencia si no fuese por el colapso de personajes que he comentado antes. Respecto a los actores, en general están bien, salvo Tobey Maguire, al que se le ve totalmente sobreactuado y desmelenado. Thomas Haden Church (Sandman), James Franco (Harry Osborn) y Topher Grace (Eddie Brock) bordan sus respectivos papeles. Kirsten Dunst está en su línea habitual como MJ, pero Bryce Dallas Howard no encaja para nada en la película en su rol de Gwen.

En cuanto a la adaptación propiamente dicha, ya he comentado en otras reseñas que no soy muy exigente a la hora de pedir fidelidad, pero en esta tercera entrega falta bastante fidelidad, sobre todo respecto al Simbionte. Recordemos que en el cómic Spider-Man viajó al espacio para combatir en las Guerras Secretas y volvió a la Tierra ya parasitado por el simbionte. En ‘Spider-Man 3’ el extraterrestre cae a través de un meteorito. Algo comprensible si tenemos en cuenta que, en su momento, sería prácticamente imposible adaptar las Guerras Secretas a la gran pantalla. En cuanto a Eddie Brock y Venom decir que están conseguidos a medias: en las viñetas Eddie es un personaje muy musculado que levanta pesas continuamente, mientras que en la película tiene un aspecto delgado y débil.

Por último, lo mejor de la película son  sus impresionantes efectos especiales. El nacimiento de Sandman es emotivo y espectacular, pero sobre todo es realista. Aquí podremos observar como el personaje está diseñado grano a grano, y resulta difícil encontrar diferencia entre la arena real y la arena digital. Por su parte, los combates, a pesar de ser escasos, son bastante extensos y se encuentran rodados con muy buen tino. Destacan: la primera batalla entre Spider-Man y El Nuevo Duende, las peleas contra Sandman y, por supuesto, el combate final.

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Spider-Man 3, a lo largo de esta extensa review creo que he dejado bastante clara mi postura con respecto a esta película. En consecuencia, poco más me queda por comentar. Si acaso insistir en que, por presupuesto y expectativas, estamos ante uno de los films más decepcionantes y prescindibles del universo Marvel.

Tráiler de Spider-Man 3

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