Segundo sangriento
Londres, 2008. El calentamiento del globo ha dejado a la capital inglesa sumida en una profunda oscuridad y casi cubierta por las aguas debido a una lluvia eterna y al desbordamiento del Támesis. En este deprimente ambiente, el detective Stone persigue a un brutal criminal que años atrás asesinó a su compañero. (Cineycine).
En un principio esta película fue conocida como ‘Pentagram’. Sin embargo, diferentes cambios la llevaron finalmente a ser reconocida como ‘Split Second’. Llegó el momento de que Rutger Hauer nos explique qué es lo que sucede en Londres durante un ‘Segundo sangriento’.
“¡Necesitamos armas más grandes!” (Dick Durkin)
Crítica de Segundo sangriento
¿Alguien se acuerda de Tony Maylam? Seguramente nadie o casi nadie levantará la mano. Haciendo un poco los deberes comentaré que se trata de un director nacido en Londres que volcó la mayor parte de su talento en la realización de documentales. De hecho, su película más famosa es la que nos ocupa hoy: ‘Segundo sangriento’, un film con Rutger Hauer como cabeza de cartel que se estrenó el 1 de mayo de 1992 en Estados Unidos. La película pasó sin pena ni gloria por la cartelera norteamericana recaudando algo más de 5 millones de $. Y ahí prácticamente acabó la filmografía cinéfila de Maylam. Dato importante es que ni tan siquiera fue capaz de terminar el film que estamos reseñando en estas líneas…
El guión fue obra de Gary Scott Thompson, uno de los padres originales de la franquicia ‘F&F’. En esta ocasión nos entrega una trama que bebe correctamente de las buddy-movies respetando los clichés. Ahora bien, el guión está bastante deslavazado en todo lo relativo al tremebundo asesino. Thompson mezcla la ciencia del ADN con elementos esotéricos y demoníacos no terminando por aclarar nada… Supongo que ni él mismo supo dar al criminal un origen mínimamente coherente y terminó por salir del paso como buenamente pudo con omisiones, reescrituras del libreto y lagunas por un tubo. Para mayor despropósito, a lo largo del film se va dejando caer que Harley Stone tiene dotes de vidente y todo…
Pese a lo que pudiera parecer, la película apenas presenta escenas de acción. Básicamente estamos ante un thriller en el que prima la tensión, el miedo y el seguimiento del brutal asesino según las pistas que este, de manera intencionada, va dejando a la policía para que le lleguen a Stone. Ahora mismo tan sólo recuerdo una secuencia de disparos bastante chapucera en el bloque de apartamentos del detective y el clímax final. Sobre las set-pieces del final es interesante remarcar que estas fueron dirigidas por Ian Sharp como director de apoyo ante la retirada de Tony Maylam alegando estrés. En estas secuencias se concentra toda la pirotecnia del film con ametrallamientos, bombazos y hasta el empleo de un cable electrificado. Y todo esto para intentar acabar con el tremebundo criminal que deja las escenas del crimen repletas de sangre y a las víctimas con el corazón arrancado.
El mencionar al criminal me lleva a hablar de su aspecto. En este caso no estamos ante un tipo de la calle… sino ante una criatura que se ha formado combinando el ADN de varias especies y víctimas. Como resultado de todo esto tenemos un monstruo de tamaño, manos y fauces descomunales. Eso sí, a lo largo del metraje nunca lo veremos en pantalla salvo a base de sombras rápidas. Tan sólo al final lo llegaremos a ver unos minutos cara a cara con Hauer. La presencia de esta dantesca criatura obliga a citar al director Stephen Norrington. Tal y como se puede comprobar en los créditos del film, fue el supervisor en el diseño del monstruoso ser. Recordemos que dos años más tarde, en 1994, Norrington debutaría detrás de las cámaras con ‘Máquina letal’. Y, posteriormente, su particular pelotazo lo daría como director de ‘Blade’ (1998).
El aspecto más destacado de la película es la ambientación. ‘Segundo sangriento’ nos ofrece una visión de Londres absolutamente deprimente, sucia, oscura y subterránea. Una ciudad tomada por las ratas y el agua que cae constantemente en forma de lluvia. La propia comisaría bien parece un antro discotequero o un manicomio repleto de rejas más que un lugar donde impera la ley y el orden. El film se gana el aprobado ya sólo por este cuadro de una capital inglesa tan demacrada…
En relación con ambientación está la estética de la película. Claramente se juega con el estilo manga e intentando evocar a ‘Blade Runner’ (Ridley Scott, 1982). Por un lado están las pintas de Stone que parece directamente sacado de un cómic japonés… y, por otra banda, también tenemos las palomas que habitan en su apartamento y que podemos verlas como un recuerdo a la paloma que fue alzada a los cielos por el propio Rutger Hauer en su papel del replicante Roy Batty.
“Ya eres historia, Stone”. Vivir y morir en Londres.
En cuanto al reparto, el film se rodó a la mayor gloria de Rutger Hauer. El famoso actor holandés encarna al detective Harley Stone. Su performance es la de un durísimo y veterano policía amante del método y que es el mejor en lo que hace, pero al que no tragan ni sus propios compañeros. Incontables son las palabrotas y sentencias que Hauer escupe a lo largo del film. Además indescriptible es su dieta a base de chocolate, café, comida grasienta y puros. Completando el cliché está el típico jefe que lo “odia” y con el que no para de discutir (interpretado por Alun Armstrong)… y el rival en comisaría que no lo puede ni ver (el nominado al Oscar, Pete Postlethwaite).
Ayudando a Stone no puede faltar tampoco el trilladísimo rol de compañero de fatigas. En este caso va a parar a manos de Alastair Duncan como Dick Durkin, un estudioso agente graduado en Oxford. Lógicamente, no encaja para nada con Stone. Y claro, la ecuación no puede estar completa sin la “novia” en apuros, Michelle McLaine. En este papel encontramos a una Kim Cattrall teñida de moreno y con un peinado de lo más curioso. La actriz está para dar salida al lado sentimental y humano de Stone. Sin embargo, también es de justicia resaltar que en el clímax se une a la acción. Por último citar la aparición de Michael J. Pollard como un ratero que controla las entradas secretas de las alcantarillas londinenses.
“A esa bestia no le importa lo que mata” (Harley Stone)
En conclusión.
Termino esta crítica de Segundo sangriento, un film que nos entrega a un durísimo Rutger Hauer poniendo firme al personal mientras se enfrenta a una criatura monstruosa emparentada con alien y predator. Si eres fan de Hauer, y te gustan los films de policías extremadamente duros, creo que no te debes perder esta propuesta. Tema distinto es que entremos ya en otras valoraciones…
Tráiler de Segundo sangriento
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