Quantum of Solace
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En 2008 regresó James Bond y lo hizo sin medias tintas. Y tal y como ya pasara en su anterior visita, con él llegó una de las mejores películas de acción de ese año. 007 siguió con su cruzada mundial contra el terrorismo, con su recién adquirida licencia doble cero y con una peculiar forma de sacar información a los malos. Eso sí, no desaparecieron de la pantalla sellos característicos de la franquicia. Me refiero a los saltos de país en país, las localizaciones de postal, coches de lujo, trajes impolutos, mujeres de bandera, un villano con ansias de dominar el mundo y una organización secreta detrás del asunto. Bienvenidos a… ‘Quantum of Solace’.

Crítica de Quantum of Solace

Tras el magistral, necesario y revitalizante giro que supuso Casino Royale(Martin Campbell, 2006), los productores del agente secreto más famoso de la historia del cine lo tenían claro: había que seguir por el mismo camino. Para empezar habían acertado dándole a Daniel Craig el papel de Bond. Esta fue una decisión que, digámoslo claro, no gustó a casi nadie… por mucho que ahora todos alaben su labor. Craig es un 007 duro, sarcástico, sin entrañas, bebedor y que a la hora de los enfrentamientos físicos no huye ni se refugia en la seguridad de sus armas de fuego. Justamente el Bond que Ian Fleming retrató en sus novelas. Un espía que, con el paso de las películas, se fue perdiendo hasta llegar a ser una irreconocible «caricatura» de la creación de Fleming.

Por otro lado, y en relación al personaje, también el tono de las cintas del 007 se había salido de madre. Poco se podía innovar en cuanto a efectos especiales y gadgets increíbles. Estos últimos rozaban ya el esperpento. Por ello se optó por darle a la franquicia un aire de mayor realidad. Contrataron de nuevo a Martin Campbell (director de la fallida, pero millonaria ‘Muere otro día’), le marcaron las pautas a seguir: nada de fantasías, querían acción artesanal y sucia, sin exceso de FXs ni pijerías varias. El resultado fue rotundo: la ya citada ‘Casino Royale’ se convirtió en la mejor cinta de los últimos quince años con acción y espías de por medio.

Estando así las cosas, era obvio que se apresuraran en dar luz verde a una continuación directa del film y, de paso, ataran a Daniel Craig para los próximos tres Bonds. Además, firmaron al director Marc Foster, toda vez que Campbell se desentendió de la saga. Campbell no estaba por la labor de pasarse otros dos años de su vida lejos de su familia y bajo el estrés permanente de cargar con una producción de grandes proporciones. El fichaje de Foster hizo saltar algunas alarmas por parte de los fans de la franquicia. Sin embargo, tanto Broccoli como Wilson lo tenían claro. Por su parte, Marc Foster ya había mostrado su talento en otras cintas anteriores de su filmografía.

En ‘Quantum of Solace’ Marc Foster cumple con su labor sin estridencias. En todo momento acepta pasar inadvertido. No obstante, aporta algunos planos y encuadres de su propia cosecha. También lleva a la pantalla ideas propias que se quedan en muy buenas sobre el papel, pero algo fallidas en la pantalla (por ejemplo: la escena de la ópera que no termina de ser todo lo brillante y plena de tensión que pretendía). Exceptuando dicha secuencia, la mano de Foster se mantiene firme en su labor y en un planificado segundo plano.

Y es que si alguien debía sobresalir en ‘Quantum of Solace’, por encima del resto, ese era Daniel Craig. Una vez presentado en ‘Casino Royale’, aquí se muestra plenamente integrado en su rol del 007. Craig deja en pañales a todos y cada  uno de los pseudo-actores que pretenden ir de héroes de acción. Craig se exhibe despiadado y duro como pocos… y dotado de un negro sentido del humor que se beneficia aún más de sus características físicas. Con la saga Bond, Craig vio ¡por fin! recompensado su talento. Gracias a ella, a sus más de 50 años, saborea el éxito y se encuentra en una posición de privilegio en cuanto a la calidad de los guiones y producciones en las que decide involucrarse.

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Su némesis es interpretado a la perfección por Mathieu Amalric. El intérprete francés recrea a un villano que lo mismo hace tratos con generales corruptos que da un discurso ante ecologistas ricachones. Su Dominic Greene no es del tipo de villano que impone por su físico, más bien es de esos refugiados en su séquito de guardaespaldas. Bajo su protección planea, chantajea y utiliza a las personas que le rodean siempre en su propio beneficio. Al fin y al cabo, él es un eslabón más en la enorme cadena que forma la misteriosa organización a la cual representa… Su personaje deja dos escenas para el recuerdo: la primera cuando le espeta en plena cara a Bond: “Creo que se te ha muerto otra”. Y la segunda es su cara bajo el sol del desierto cuando 007 le arroja a los pies un bote de aceite para motor.

Una de esas personas que Green utiliza para su propio bien es la bella, y persuasiva, Camille interpretada por Olga Kurylenko. La actriz confirmó dos cosas: es una de las mujeres más exuberantes del panorama Hollywood… y lo suyo no son los acentos. Esto último por mucho que en el guión quisieran tapar sus carencias dibujando una improbable doble nacionalidad ruso-boliviana. A pesar de ello, Kurylenko tiene más presencia y diálogo que en otros de los films donde había participado anteriormente. Además, aquí está algo más alejada del papel de «mujer florero». Incluso posteriormente ella misma sería la protagonista de varias películas de acción. Campo en el que todavía sigue estrenando films.

Quien también recibe mucha más presencia, y mejores líneas de diálogo, es Judi Dench. Su mayor aportación en esta entrega ayuda a conocer mucho más sobre esa bien llevada relación de amor/odio con Bond. Atención a su escena bajo la nevada estepa rusa deleitándonos con su actuación. Otros dos actores de sobrado talento que también regresan de ‘Casino Royale’ son Giancarlo Giannini y Jeffrey Wright. Ambos dejan claro que cuando hay talento no existe el papel pequeño. En este caso actúan como eje vinculante entre ambas entregas… amén de servir de ayuda en los momentos oportunos a 007. Por último tenemos a Gemma Arterton dando vida a Strawberry Fields, toda una “chica Bond” a la antigua usanza. Su último plano nos remite claramente a una imagen icónica de ‘Goldfinger’ (Guy Hamilton, 1964) también protagonizada por una mujer que osó caer bajo los encantos del 007.

La franquicia de James Bond nunca dejará de sorprendernos en cuanto a la acción se refiere. Para los 104 minutos de acción non-stop de ‘Quantum of Solace’ se recurre a muchas y variadas técnicas de filmación. Las set-pieces cumplen con su cometido de hacer avanzar la trama hasta la siguiente secuencia. Algunas fallan y otras acierta. Entre las que fallan encontramos la escena de huida en coche que abre el film. En la misma se abusa demasiado del uso de la cámara en mano que, en algunos instantes, impide ver con nitidez lo que acontece ante nuestros ojos y produce cierta sensación de agobio. Y, entre las que aciertan, y pasados los créditos de turno, tenemos una brutal y espléndidamente filmada persecución que llega a su punto máximo con la cámara cayendo al abismo al mismo tiempo que sus protagonistas.

Luego volvemos a recibir una de cal y otra de arena. La de cal con la pretendidamente espectacular secuencia en donde 007 tiene que hacer aterrizar un avión bajo el acoso de los malosos de turno. De nuevo, Foster se equivoca y nos ofrece una escena confusa y algo atropellada en su desenlace. Para compensar nos regala luego dos grandes secuencias. La primera es la artesanal y violentísima lucha cuerpo a cuerpo de Bond en Haití. Una pelea que tiene como ingredientes: un apartamento, todos los objetos del entorno que 007 pudiera utilizar como arma arrojadiza y como invitada especial una navaja. Y el otro instante digno de entrar en los anales de la franquicia es su magnífico y explosivo clímax final.

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En resumidas cuentas.
Todo lo comentado anteriormente hace que, en su cómputo global, el film cumpla bien en esta crítica de Quantum of Solace y en las expectativas que muchos fans del personaje tenían en cuanto a la acción del film. Fans que temblaron un poco al saberse la elección de Marc Foster para dirigir la cinta. Esta fue una buena película de acción del 2008 y no creo que haga falta decir nada más…

Tráiler de Quantum of Solace

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