Magia a la luz de la Luna
Stanley, álter ego del ilusionista Wei Ling Soo, es convencido por un colega de profesión para que se traslade hasta la Costa Azul. Allí deberá desenmascarar a una joven que dice ser una médium. Será entonces cuando aparezca el conflicto entre la fe, la razón… y el amor. (Cineycine).
Woody Allen nos propone en este film hacer un viaje hasta la Costa Azul en compañía de Colin Firth y Emma Stone. Un viaje al pasado que nos trasladará a la mágica (y loca) época de los años 20 y nos propondrá descubrir si hay o no… ‘Magia a la luz de la Luna’.
Crítica de Magia a la luz de la Luna
Woody Allen lo ha vuelto a hacer. Y no me refiero a que ha vuelto a dar en el clavo con una película digna de tan legendario director. Me refiero a que su nuevo film anual es otra floja y anodina propuesta. Esto es un claro ejemplo de desgaste e intento de querer estar siempre al pie del cañón.
Funcionando a la perfección como retrato de la Costa Azul durante los ostentosos años 20 del pasado siglo, cabe decir que tanto la música como la ambientación juegan a favor de ‘Magia a la luz de la Luna’. La premisa, cuanto menos peculiar, también parecía uno de sus puntos fuertes. Aquí tenemos a un ilusionista dispuesto a desenmascarar a una farsante que se hace pasar por vidente.
La idea podría haber servido como argumento para cualquier otra comedia romántica de las que pasan sin pena ni gloria por nuestras salas año tras año. Sin embargo, esta vez, la banal perpetración de lo edulcorado llevado al extremo viene de la mano de un director avalado por una prestigiosa trayectoria. Es fácil imaginarse al pequeño neoyorkino ideando el guión del film en plan: «Haré lo que hago siempre pero enmarcándolo en un entorno que quede bonito. Además lo adornaré con bonita música para que se note menos las pocas ganas con las que lo estoy haciendo. Total, soy Woody Allen, la película será éxito seguro…”. Pues mire Señor Allen: no.
Cuando alguien hace películas como churros, es normal que no todas sean obras maestras. Es normal que no todas merezcan ser nominadas a todos los premios habidos y por haber… y que la crítica, de forma unánime, se postre ante ellas. Porque, queridos lectores, esta película del director de joyas como ‘Hannah y sus hermanas’ (1986) o ‘Match Point’ (2005), por citar tan sólo dos, es una soberana tontería. Una cinta hecha para el único goce y disfrute de él mismo y de todos los que ni siquiera se atrevan a cuestionar la calidad de sus films. No estamos, en absoluto, ante la peor película de su dilatada filmografía. Y no lo estamos porque resulta difícil igualar aquella flojísima cinta titulada ‘Vicky Cristina Barcelona’ (2008). Ahora bien, ‘Magia a la luz de la Luna’ es una de sus más flojas propuestas.
La trama, correcta en cuanto a finalidad, parece estar sostenida únicamente por la presencia de unos actores liderados por un estupendo Colin Firth (el ilusionista) y una sosísima Emma Stone (la vidente). Ellos sirven de nexo en un conjunto de situaciones que más bien parecen una retahíla de sketches sobre cómo se relacionan un grupo de pijos en mitad de sus mansiones y lujosas cenas y reuniones. Porque, repito, como representación de ese estrato social que tanto gusta de plasmar en pantalla a Allen que es la clase alta, es maravillosa. Tan maravillosa como vacía de contenido. Una sucesión de diálogos y una historia tan predecible como edulcorada al máximo. La película hará las delicias de aquellos que se conformen con poco. No obstante, estoy seguro que no gustará a todos los seguidores confesos del prolífico realizador.
Aun y con todo, la corta duración y lo ligero de la puesta en escena (la música y la deliciosa ambientación ayudan mucho) son el punto clave para que, pese a que no nos cuente nada, ‘Magia a la luz de la Luna’ no llegue a ser una película nefasta. Eso sí, si la cinta fuese la misma pero el nombre del director fuese otro, cuasi por unanimidad lloverían los vilipendios. Pero es Woody Allen señores y, por mucho que pese, hay veces que (sin entender por qué) cuesta admitir que hasta los grandes se equivocan.
En conclusión.
Como cierre final de esta crítica de Magia a la luz de la Luna cabe decir que, si eres un gran admirador de Allen, te gustará (o no). Si quieres deleitarte con bonitos paisajes, escuchar buena música y transportarte a los locos años 20, esta es tu película. Esperemos que su próximos proyectos sean superiores, algo más que fácil.
Tráiler de Magia a la luz de la Luna
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Película para pasar un rato agradable en el cine sin mayores pretensiones.
Genial reseña compañero!