Robot salvaje
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“Descubrí la obra dentro del programa de desarrollo de DreamWorks y me entusiasmé… Al instante, la elegí como la siguiente película que quería escribir y dirigir porque encajaba perfectamente con mis sensibilidades. Es una historia muy diferente. No hay héroes ni villanos, tal y como solemos concebirlos, pero ofrece una gran profundidad en todos los sentidos”. Chris Sanders nos invita a conocer a la ‘Robot salvaje’.

“¡Una Rozzum siempre completa su tarea!” (Roz)

Crítica de Robot salvaje

Para empezar esta reseña hay que puntualizar que esta nueva película de animación de DreamWorks está basada en la obra de Peter Brown. Hablamos de un escritor e ilustrador nacido en 1979 en Nueva Jersey. Especificando un poquito más, decir que ‘Robot salvaje’ se basa en su novela ilustrada y publicada en 2016. El título original de la novela es ‘The Wild Robot’ y es una obra juvenil con un fuerte sentimiento naturalista. Tal fue el éxito del libro que dio lugar a una trilogía y también consiguió ganar grandes premios y distinciones, entre ellos fue número 1 de la lista de best sellers de The New York Times. Y ahora ha llegado el momento de que los amantes del cine de todo el mundo también conozcan a su protagonista: la unidad ROZZUM 7134.

Y de presentarnos en cines a tan agradable unidad robótica se ocupa Chris Sanders. En su caso, estamos ante un director y guionista que no solo trabaja muy bien en el campo de la animación, sino también en el sentimental. Así pues, era el hombre ideal para este proyecto. Tengamos en cuenta que Sanders nos ha traído películas del calado deLilo & Stitch (2002) o la muy veneradaCómo entrenar a tu dragón (2010). Esta última terminó convertida en una trilogía… y esperemos que esto mismo pase con ‘Robot salvaje’ y veamos también adaptadas a cines sus secuelas literarias. Por el momento, el éxito de la película en Estados Unidos ya es un preciado aval para ello.

En el campo de la animación la película es una preciosidad. Estamos ante un film que te entra por los ojos gracias a su colorido, estilo y técnicas. La naturaleza y la fauna del film cobran vida gracias a una mezcla de animación tradicional con las más avanzadas técnicas digitales. Se conjuga así la esencia del arte clásico con un giro moderno. Su estilo ha sido definido por la propia Universal como “pictórico e impresionista”. Además se bebe de fuentes como Bambi (1942) o ‘Mi vecino Totoro’ (1988), así como de los cuadros de Claude Monet. El resultado es una visión de la vida en la naturaleza visualmente rica e inmersiva.

La influencia de las películas citadas en el párrafo anterior la podemos ver en la animación de los animales de la isla. Todos ellos están representados lo más realistamente posible dentro de lo que es su caricaturización animada. Esto supone que no los veremos retratados como seres antropomórficos, pero sí con simpáticas animaciones faciales respetando sus rasgos físicos. Por otro lado, el estilo impresionista de Monet queda reflejado en los planos generales de la isla. Un ejemplo muy claro de la influencia de Monet serían las secuencias de las mariposas o los gansos tomando vuelo alrededor de Roz.

Y el hecho de citar a la unidad robótica me lleva a comentar un poco su diseño. Al ser una unidad mecánica, “Roz” contrasta claramente con el entorno. Además, llama la atención su simple, pero efectivo, diseño esférico y el lograr sacarle expresividad a través de sus ojos y de las luces que la configuran (verde para la calma y rojo para las alertas). También hay que prestar atención a la mucha utilidad que le saca a sus brazos, a su visión y a su propia estructura. A nivel personal, lo que más me fascinó de la animación de “Roz” es ver cómo se va “mimetizando” con el entorno. Verla con musgo pegado a su chapa exterior, con una pierna de madera o imitando los movimientos de los diferentes animales me resultó muy logrado.

Ahondando ahora en lo que nos ofrece el guión, decir que el mismo es obra de Chris Sanders adaptando la citada novela de Peter Brown. En resumen puedo decir que el libreto es un canto a la Naturaleza. Ahora bien, desde un punto de vista más concreto se profundiza en diferentes temas. Temas como la maternidad, la bondad, la amistad o la cooperación entre especies serán principales en el film. Del mismo modo también lo será la conocida como “singularidad robótica”. En este caso referida a la capacidad de “Roz” de apartarse de su programación para ir tomando decisiones propias y naturales. Toda esta rica, interesante y variada temática está escrita con cariño dando lugar a todo tipo de situaciones, interacciones y relaciones entre “Roz” y los animales: divertidas, tiernas, emotivas, dramáticas,…

Otro aspecto muy destacado de la película es su banda sonora obra de Kris Bowers. Este compositor, ganador del Oscar por el cortometraje ‘El último taller de instrumentos’ (2023), entrega una música fenomenal que va en total consonancia con la película y sus temáticas. Así pues, sus notas inciden en la emotividad, la aventura y la diversión. Un gran trabajo, sin duda. Completando la BSO tenemos dos canciones originales y exclusivas de Maren Morris la producción. Los temas son: “Even When I’m Not” y “Kiss the Sky”.

Y ya por último llegamos a los personajes del film. Básicamente hablamos de tres protagonistas principales, siendo el resto de animales meros secundarios que van entrando y saliendo realizando oportunas aportaciones. Centrándonos en el trío principal en primer lugar tenemos a la unidad ROZZUM 7134 o “Roz” para los “amigos” (Voz de Lupita Nyong’o). En su caso, estamos ante una robot construida y programada para atender a los humanos como asistente. Lógicamente, en un entorno natural se encuentra totalmente desubicada. Así pues, deberá hacer algo aparentemente imposible: programarse ella misma en busca de la mayor adaptación. En otras palabras… deberá encontrar sentido a sus nuevas tareas y… ¡a su propia existencia! Algo parecido a lo que pudimos ver en El gigante de hierro (Brad Bird, 1999), cambiando las armas de aquel por las tareas de “Roz”.

El segundo de a bordo es Bribón (voz de Pedro Pascal), un solitario zorro que, tal y como indica su nombre, es un truhan de tomo y lomo. Sus primeras intenciones serán engañar a “Roz” para aprovecharse de ella… pero, posteriormente, ira cambiando de actitud y comprenderá que la vida no es sólo engañar. Parte de los aportes más cómicos vienen del amiguete Bribón. Por último nos queda Picobrillo, un ganso recién nacido que, por un desgraciado accidente, terminará siendo adoptado y criado por “Roz” como su nueva madre con la compañía de Bribón. Así pues, los tres formarán una exótica, particular y personal familia.

“No estoy programada para ser madre” (Roz)

En conclusión.
Termino esta crítica de Robot salvaje, un canto a la amistad, la maternidad, la familia, la naturaleza y la búsqueda del sentido de tu propia existencia. En tiempos pasados, y mejores, este film tan cuidado, entretenido y formativo sería el típico clásico o película que estarían haciendo en Disney/Pixar. Pero, en esta actualidad tan “problemática”, este tipo de cine lo está haciendo DreamWorks desde hace tiempo. Y esto último es un gran elogio, sin duda.

Tráiler de Robot salvaje

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