La novia cadáver
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“Si una vela toco sé que nada sentiré. Si me cortas es igual, no sangraré. Y yo sé que ella está viva y que muerta yo estoy. Pero sufro en realidad, no diréis que no es verdad, aún me quedan lágrimas que derramar…”. Tim Burton nos presenta a ‘La novia cadáver’.

“Con esta mano aliviaré tus penas, tu copa jamás estará vacía pues yo seré tu vino. Con esta vela guiaré tus pasos en la oscuridad y con este anillo te tomo por esposa” (Víctor Van Dort)

Crítica de La novia cadáver

Después de que Pesadilla antes de Navidad (Henry Selick, 1993) viera la luz estaba claro que otra película de ese estilo podría tener mucho éxito. Y más si venía dirigida por Tim Burton, el cual ya se había encargado del guión de ‘Pesadilla’. En consecuencia, se retornaría a trabajar en stop-motion y con una idea original que volvería a combinar el mundo de los vivos y los muertos.

Así fue cómo surgió la historia y los personajes principales de ‘La novia cadáver’. Para empezar tenemos a Víctor, un chico solitario, tímido y bastante patoso. Físicamente nos puede recordar un poco a Jack con esas piernas tan largas y delgadas. Por otro lado tenemos a Emily con esa piel azul y esos ojos enormes. Personalmente me resulta bastante parecida a Sally. Solo faltaba ponerles voces y, como no podía ser de otro modo, los elegidos serían dos de los favoritos de Burton: Johnny Depp y Helena Bonham Carter. El resto del elenco es conocido, pero no tan importante como los protagonistas. A excepción de la voz del cura que celebrará la boda entre Van Dort y Everglot. Este sacerdote corre a cargo del mismísimo Christopher Lee. También destaca la voz de Richard E. Grant como el despreciable Lord Barkis.

Los protagonistas de la historia son dos familias completamente distintas. Por una banda tenemos a los Everglot, una familia que siempre ha sido considerada bien avenida, con poder y título. Finis y Maudeline son estrictos con la educación de su hija y, además, son ambiciosos. Solo les importa su posición y las apariencias. En cambio, su hija Victoria es una chica dulce y sin prejuicios que sólo quiere ser feliz y encontrar al amor de su vida…

Por la otra banda están los Van Dort, una familia humilde que ha trabajado para conseguir su posición actual. Son conocidos por todo el pueblo como “los nuevos ricos”, y no encajan mucho con las expectativas que se tiene de ellos. Sin embargo, están felices de pertenecer a este nuevo mundo… Un nuevo mundo en el que Nell, como señora coqueta y presumida, quiere ser como las demás damas de la alta sociedad y casar a su hijo con una chica bien de buena familia. Por su parte, William se ve arrastrado por su mujer siguiéndole el juego. Su hijo es Víctor y es un chico normal, tímido y talentoso, pero bastante torpe. No tiene ninguna expectativa sobre el matrimonio que han concertado. No obstante, está bastante abierto a conocer a la joven. Cuando se ven por primera vez parece que conectan, pero todo dará un giro…

‘La novia cadáver’ no es una película para niños ni mucho menos. El hecho de ser animada no quiere decir que su público potencial deba ser el infantil. Incluso me atrevería a decir que los niños menores de doce años se quedarán sin entender bastantes aspectos importantes del film. De todas formas, encontramos que se encuentra catalogada como ¡película no recomendada para menores de 7 años!

A la legua podemos detectar que se trata de una cinta orquestada por Tim Burton. Esas caras caricaturescas, esas medidas desproporcionadas dándole énfasis a las características principales de cada personaje y, por supuesto, las tonalidades oscuras e incluso muchos planos que solo ven la gama de grises. También está el simple hecho de que se siente fascinado por mostrarnos qué es lo que se cuece entre el más allá y el mundo de los vivos. Muchas de sus películas se encuentran a caballo entre estos dos mundos. Pete Kozachik, director de fotografía, sabe manejar muy bien estos contrastes y saca el máximo partido al estilo lúgubre y siniestro de Burton, habiendo participado también con anterioridad en proyectos similares.

Globalmente la película está muy conseguida: la historia engancha desde el principio y sus personajes son a cuál más carismático, sobre todo Emily y todo lo relacionado con el mundo de los muertos. Además, está hecha para ir al grano en todo momento y sin artificios, a no ser que no te agraden las canciones de las películas de animación, que en este caso a mí me parecen todas fabulosas. El genio tras las partituras es ¡cómo no! Danny Elfman. El compositor, y gran amigo de Tim Burton, logra una vez más la perfección con canciones pegadizas y originales. No olvidemos que ya lo había hecho antes en clásicos de Burton del nivel deBitelchús (1988) o Sleepy Hollow (1999).

En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de La novia cadáver, un film que nada tiene que envidiarle a otros stopmotion o animación. Buen guión con una historia universal y una ejecución de la referida técnica animada magistral. Además de contar con un equipo fantástico detrás de las cámaras que supo sacar partido a cada minuto. Si eres fan del cine de Tim Burton, y de sus peculiares mundos, te invito a que la veas, sí aún no lo has hecho. Tanto la banda sonora como la historia y sus personajes harán que te enganches desde el principio y quieras conocer los entresijos del más allá.

Tráiler de La novia cadáver

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