La morada del miedo
Amityville (USA), 1974. La familia Lutz acaba de hacerse con una buena casa en el 112 de Ocean Avenue. La casa les ha salido a precio de ganga porque nadie la quería debido al espantoso parricidio cometido en ella un año antes. La felicidad por la adquisición de la preciada ganga pronto dará paso al drama y al terror… cuando la “impregnación” de la morada empiece a afectar al cabeza de familia y a la hija pequeña. (Cineycine).
El 13 de noviembre de 1974 tuvo lugar uno de los crímenes más terroríficos de la historia “reciente” de los Estados Unidos. Un brutal parricidio cometido por el joven Ronald DeFeo. En su defensa, DeFeo llegó a alegar que sus actos fueron dirigidos por algo demoníaco. Algo que se alojaba en… ‘La morada del miedo’.
“Hay algo demoníaco en mi casa” (Kathy Lutz)
Crítica de La morada del miedo
‘La morada del miedo’ fue uno de esos remakes de reconocidos films de terror de las décadas de los 70 y 80. Remakes que, durante los primeros años del siglo XXI, vinieron apadrinados y bendecidos por la producción de Michael Bay. Otros de esos remakes fueron ‘La matanza de Texas’ (Marcus Nispel, 2003), ‘La matanza de Texas: El origen’ (Jonathan Liebesman, 2006) o ‘Carretera al infierno’ (Dave Meyers, 2007). Todas estas cintas compartían un mismo y agresivo estilo visual. Un estilo cercano al videoclip que las venía a “emparentar” más con el amado/odiado productor y director, Mister Bay, que con sus propios realizadores.
En concreto, ‘La morada del miedo’ fue un remake de ‘Terror en Amityville’ (The Amityville Horror). Me refiero a una película dirigida en 1979 por Stuart Rosenberg con James Brolin y Margot Kidder como protagonistas principales (aquí sustituidos por Ryan Reynolds y Melissa George). El film original tuvo cierto éxito y le siguieron innumerables secuelas e imitaciones de muy poca calidad en casi todos los aspectos.
Hay que resaltar que ambas películas, la original y el remake, están basadas en la funesta “leyenda negra” de esa maldita casa situada en Amityville. En concreto se apoyan en la oscuridad de los crímenes que en ella se cometieron el 13 noviembre de 1974. Hablo del asesinato por parte del joven Ronald DeFeo de sus padres y hermanos (dos hermanos y dos hermanas). Un parricidio que le llevó a ser condenado a cadena perpetua. Por su parte, la casa quedó marcada para siempre como “maldita” por los crímenes y por su “leyenda negra” anterior a la tragedia. Una leyenda que la situaba como un lugar de tortura y horror. Esto último podría haber “afectado” mentalmente al propio DeFeo. Precisamente, el parricida alegó en su defensa “haber escuchado voces de los espíritus del horror” que le llevaron a cometer tan execrable crimen.
Más de un año después, el 18 de diciembre de 1975, la casa sería adquirida a precio de ganga por la familia Lutz. Los Lutz pasaron en aquella morada 28 días. La familia, supuestamente, sufrió extraños acontecimientos tales como: inexplicables presencias de nubes de moscas, terroríficas y demoníacas visiones, levitaciones u olores extraños, y otros terribles sucesos. Como siempre que un caso de estos salta a la opinión pública hubo detractores y defensores casi a partes iguales.
La trama de ‘La morada del miedo’ se centra en contarnos los sucesos que acosaron a la familia Lutz en los 28 infernales días que pasaron en la casa. Los asesinatos del joven Ronald DeFeo se dejan ver únicamente en el comienzo del film como “entradilla” al mismo. Si se ha visto la película original estamos en lo de siempre, es decir, este remake, a nivel argumental, aporta poco o nada. Esto mismo sucede si se conoce toda la historia “real”.
A nivel de dirección me remito a lo comentado en el inicio de esta reseña. Es una dirección bastante impersonal y “por encargo”. Detrás de las cámaras se nota más la mano o el estilo de Michael Bay que el estilo que supuestamente tendría Andrew Douglas, un “hombre de paja” en toda regla que poco o nada hizo posteriormente. Por otro lado, y a nivel de montaje, resulta cuanto menos curioso que iniciando el film se comiencen a contar los días como una supuesta “cuenta atrás” (ejemplo: Día 28) y luego este “contador” simplemente desaparezca.
Finalmente, y a nivel de sustos, cabe citar que la mayor parte del horror está reservado para el final de la película. Entre tanto, nos tendremos que contentar con algunas feas apariciones fantasmales, algún que otro fenómeno paranormal y poco más.
En el terreno interpretativo hay que reconocer que el film está bastante bien interpretado y que los intérpretes ponen muchas ganas e interés en hacer bien su labor. Principalmente hablamos de una película que se apoya sobre los cinco miembros de la familia Lutz: Ryan Reynolds (George Lutz) que presenta aquí un físico envidiable… siendo también innegables sus esfuerzos dramático-terroríficos con alguna que otra secuencia cruel e inesperada para lo que nos tiene acostumbrados actualmente. Melissa George (Kathy) realiza una buena labor como esa madre que va viendo como su marido cambia radicalmente sin que ella pueda hacer nada. Los niños también están muy correctos: Jesse James es Billy y Jimmy Bennett es Michael. Para terminar, la hoy muy famosa y querida Chloë Grace Moretz hizo aquí su debut en cines. Chloë destaca en su rol de Chelsea, la hija pequeña, viéndose las caras con Reynolds…
Al margen de la familia Lutz, cabría hacer un breve recordatorio para el veterano y currante actor Philip Baker Hall como el padre Callaway. Y tampoco me puedo olvidar de una joven y casi irreconocible Rachel Nichols encarnando a Lisa, la pasota y “gallita” canguro que acude a cuidar una noche a los hijos de los Lutz. Tanto Philip Baker Hall como Rachel Nichols no disponen de muchos minutos pero cumplen bien con su labor, especialmente una muy descarada Nichols. Eso sí, ambos saldrán espantados…
“¡Jodie es real!” (Chelsea)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de La morada del miedo, otro de esos remakes que sirven únicamente para dar un lavado de imagen más moderna al film original y para darlo a conocer a todos aquellos que no supieran de su existencia. La película cuenta con un buen trabajo actoral que incluye el ya comentado debut de una pequeñita Chloë Grace Moretz. Por lo demás, volvió a traer a la actualidad el espantoso crimen de Ronald DeFeo y la eterna leyenda del 112 de Ocean Avenue en Amityville.
“Mátalos, mátalos a todos”
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