La calle del terror – Parte 1: 1994
La pequeña población de Shadyside es sacudida, una y otra vez, por una ola de interminables crímenes. Tan es así que termina recibiendo el apodo de ‘la capital de los asesinatos’. Los jóvenes del lugar creen que todo se debe a la maldición de Sarah Fier, una bruja que antes de morir maldijo el pueblo. La adolescente Deena y sus amigos son testigos de la aparición del último asesino. A partir de entonces deberán descubrir cómo parar la situación cuando el criminal vaya detrás de la ex-novia de Deena. (Cineycine).
Leigh Janiak adapta la otra cara de R.L Stine, mucho menos amable que la de ‘Pesadillas’. La maldición de la bruja Sarah Fier en Shadyside convierte a los pobres vecinos del pueblo en asesinos depravados. Ahora, en 2021, vamos a conocer la historia completa de como un grupo de jóvenes lucharán por salvar su pueblo de tan terrible maldición. Bienvenidos a ‘La calle del terror – Parte 1: 1994’.
“Ha sido Sara Fier, posee a la gente y los obliga a matar”
Crítica de La calle del terror – Parte 1: 1994
Rara vez se ha rodado en la industria cinematográfica una trilogía entera y seguida. Este es el caso de ‘La calle del terror’, saga que acaba de desembarcar en Netflix. Para analizar esta franquicia hay que retroceder hasta el año 2019. En esa época el productor Peter Chernin adquirió los derechos, junto con la 20th Century Fox, de los libros de R.L Stine. Para los que no lo sepan, estas novelas de ‘La calle del terror’ son una de las facetas menos conocidas del autor de ‘Pesadillas’. Hablamos de unas historias de horror adolescente alejadas de las obras infantiles que fraguaron el éxito de Stine.
El anteriormente citado Peter Chernin sabía que se podía sacar jugo a estas historias de género y se lanzó al ruedo. Para ello fichó a la directora Leigh Janiak. Hablamos de una realizadora con una trayectoria netamente televisiva. No obstante, tenía un punto a su favor: se había encargado de varios episodios de la extinta serie de ‘Scream’. Este “aval” le permitió escribir y dirigir las tres películas que compone la trilogía, adaptando cada una de ellas a un tipo de cine de terror.
Netflix entró en el “negocio” cuando la 20th Century Fox fue comprada por Disney. Esa compra provocó que Chernin rompiera el acuerdo de distribución quedando la franquicia en el limbo… Hasta que la plataforma de streaming irrumpió al rescate y compró las tres películas. La intención original era estrenarlas una cada mes dentro de su catálogo. Sin embargo, al final se optó por un estreno semanal para mantener vivo el interés y el “viralismo”.
Entrando en materia, ‘La calle del terror’ es un puro homenaje al cine de género. Cada una de estas tres entregas homenajea y bebe de diferentes fuentes del terror y de películas tan míticas como ‘La noche de Halloween’ (John Carpenter, 1978), ‘Viernes 13’ (Sean S. Cunningham, 1980), ‘Scream’ (Wes Craven, 1996) y muchas más que solo citarlas podría dar lugar a entrar en spoilers. En el caso de ‘La calle del terror – Parte 1: 1994’, simplemente comentar que es muy deudora de la tetralogía original de Wes Craven sobre el temido asesino Ghostface.
Y hablando de homenajes y fuentes, el trabajo de Marco Beltrami y Marcus Trumpp en la banda sonora básicamente es un autohomenaje al primero. Recordemos que ‘Scream’ fue una de sus primeras bandas sonoras. Así las cosas, Beltrami vuelve a retomar, a todo trapo, su estilo musical de terror orquestal. Un estilo muy deudor de aquellas películas y que ‘1994’ enfatiza y eleva más si cabe. Probablemente estemos ante uno de los mejores trabajos del compositor italiano.
Básicamente, ‘La calle del terror – Parte 1: 1994’ es una película de introducción a los personajes y a la maldición de Sarah Fier. También vemos como Shadyside difiere tremendamente de su ciudad vecina, Sunnyvale. La primera es casi un pueblo fantasma repleto de superstición y poco futuro para sus jóvenes. En cambio, la segunda parece el paraíso terrenal más luminoso posible.
Leigh Janiak dirige con buen tino, a pesar de no tener una personalidad marcada. Algo que queda expuesto en esta primera entrega. La trama está cercana al slasher noventero con varias gotas de elementos sobrenaturales. También hay que destacar que el film es tremendamente más gore de lo que normalmente suele ser un slasher común…
Por otro lado, Janiak presenta bien los elementos que conforman la historia, específicamente sus personajes. Unos protagonistas que son lo suficientemente carismáticos, aunque cercanos al cliché de este tipo de cine. La directora y guionista dedica buena parte de su tiempo a presentar la historia romántica entre Deena y Sam. Esto resta, en algún momento, cierto interés y ritmo, a lo que el film debería ofrecer: terror y asesinatos sangrientos. Eso sí, cuando Leigh entra a trapo ¡el film ofrece su mejor versión!
Como acabo de comentar, estamos ante una película de introducción y presentación. De hecho, el final deja claro que la trilogía está pensada para verse como un todo. Esto provoca que ‘1994’, aunque tiene buen tino y sus asesinatos son violentos (y alguno memorable), termine acusando ciertas carencias. Por su parte, el cast es muy convincente. La química entre Kiana Madeira (Deena) y Olivia Scott Welch (Sam) ayuda mucho a sus personajes.
Por su parte, el humor nerd lo pone Benjamin Flores Jr. como Josh, el hermano de Deena. También algo de diversión ofrecen los amigos de la propia Deena. Me refiero a Simon y Kate, interpretados respectivamente por Fred Hechinger y Julia Rehwald. Ambos forman esa pareja de colegas inseparables que nos suele ofrecer el cine de género. En general, todo el elenco cumple muy sobradamente con sus papeles. Incluyendo, por supuesto, a la inevitable “chica stranger things”. En este caso Maya Hawke como Heather.
En conclusión.
Termino esta crítica de La calle del terror – Parte 1: 1994, un disfrutable film con pros y contras casi por igual. A su favor tiene la química de su reparto, el ritmo y sus asesinatos. En su contra presenta una historia de amor que, a ratos, roba el interés del film. Para terminar, su carácter introductorio termina dejando la sensación de que necesita de las dos restantes películas… algo que estas dos últimas no necesitan, manteniéndose en pie por sí solas.
Tráiler de La calle del terror – Parte 1: 1994
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Estoy aprovechando esta semana de Halloween para disfrutar viendo películas de terror y había reservado expresamente esta trilogía para estas fechas. Finalmente, ayer vi esta primera entrega.
La impresión que ‘Parte 1-1994’ me transmitió es que va a todo trapo. Me explico: historia, personajes e incluso algunas interpretaciones van «a todo gas». Incluso cuando se explica la maldición la cuentan a toda velocidad. Al margen de esto, el film es lo que se cuenta en la review. A partir de ahí ya podrá gustar más o menos.
Del casting me quedo principalmente con Benjamin Flores Jr. Sin duda es el más tranquilo y el que menos molesta… porque la protagonista, Kiana Madeira, es demasiado borde y se irrita por todo. Por otro lado, su novia (Olivia Scott Welch), es todo lo contrario y al final termina siendo demasiado sosa y/o apagada.
Y sobre los asesinatos y la sangre pues lo cierto es que me esperaba más… Creo que uno a destacar es el que tiene que ver con una trituradora o cortadora de carne… y hasta aquí puedo contar. De resto, pues muchos homenajes a películas y series de los 80 y 90 como viene siendo habitual en Netflix.
-Lo mejor: La novel dirección de Leigh Janiak. El estilo desvergonzado del film tanto en crímenes como en diálogos. Benjamin Flores Jr.
-Lo peor: Todo está expuesto y contado muy deprisa. Algunas interpretaciones también están muy aceleradas. Kiana Madeira con cierto aire irritante. Queda lejos de las propuestas similares que se filmaron en los 80 y 90.
-Mis notas son estas Dirección: 6. Guión: 6. R: 5,5. Nota: 6.
A mí me echó totalmente para atrás el hecho de que la protagonista fuera lesbiana. Estoy HARTO del tema. No por serlo pero el caso es que desde hace un tiempo para acá esa es la moda de Hollywood. Llueven las lesbianas. Si todavía hubieran sido gays -ya que son los menos con diferencia representados- Y tampoco me pareció que tuvieran química.
Por otra parte, fue un poco repelente el tema de la amiga y del hermano. Se supone que la chica debía tener entre 15 a 17 y el hermano aparentaba tener entre 12 y 14.
Por lo demás, en lo que a las muertes se refiere sí que muy conseguidas.