Golpe en la pequeña China
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“Mitos y leyendas, Jack. Hay una antigua leyenda sobre un ejército de los muertos. La ciudad del espíritu y sacrificios de monos. El primer soberano emperador de China, un monarca loco que federó nuestros siete estados guerreros, derrotó a Lo Pan y le echó la terrible maldición de no tener cuerpo en el año 272. A muchos chinos les cuentan estas cosas cuando son niños. Después, al crecer, fingimos que no nos las creemos”. Esto no es un cuento chino. Es John Carpenter presentando a Jack Burton y su Pork Chop Express en ‘Golpe en la pequeña China’.

“¡Muy bien! Quedaos aquí. Guardad bien el fuerte. Mantened el fuego del hogar encendido. Y si no hemos vuelto al amanecer, llamad al presidente” (Jack Burton)

Crítica de Golpe en la pequeña China

Mitiquísima cinta de culto firmada por John Carpenter que, al mismo tiempo, supuso toda una rareza en su filmografía. El director recuperaba parte de la “esencia” de su segundo film tras las cámaras, la no menos mítica ‘Asalto a la comisaría del distrito 13’ (1976). Ambas películas tienen un esquema de western total. Aquí los guerreros de Lo Pan pueden ser los indios, y Burton y cía la partida de rescate tan de los films del maestro John Ford. No solo eso, sino que ‘Golpe en la pequeña China’ lo llevó todo al siguiente nivel. Carpenter exhibe aquí una ambición pocas veces vista en su filmografía. Una carrera en la que solía trabajar mejor y entregar sus largometrajes más recordados cuando se movía en perfiles bajos.

Dos iconos del fantástico como Paul Monash y Larry Franco estuvieron a cargo de la producción del film que fue distribuido por la FOX. Toda la locura que supone el libreto lo firmaron Gary Goldman, David Z. Weinstein, y el más conocido y prolífico de los tres guionistas, W.D. Ritcher. Además del film, escribieron su adaptación en formato de videojuego que salió a la venta al año siguiente para Spectrum. ‘Golpe en la pequeña China’ se estrenó en EEUU un 2 de julio de 1986 y, por mucho que pueda parecer lo contrario, no fue ni de lejos un éxito de taquilla. Apenas amasó 11 millones de $ en USA para un coste de 25 millones. Su verdadero boom fueron sus ingresos por alquiler, venta y televisión, y el calado de joya de culto que le dio el mercado doméstico.

Se sea o no fan de Carpenter, es de justicia admitir que este film lo tiene todo para entretener. Toca todos los géneros y da al espectador un divertimento desvergonzado, paródico, exagerado, genial y absolutamente encantador. Hablamos de una película que ha pasado a la historia dentro de la Serie B como una de las más emblemáticas joyas de su categoría.

Estamos ante una especie de “monstruo de Frankestein” que funciona de maravilla por la pericia de Carpenter. El maestro sabe perfectamente lo que está haciendo: lo primero es divertirse él y luego hacer partícipe del jolgorio al espectador. Además, la cinta muestra unos sensacionales efectos especiales artesanales y plenamente ochenteros como esos rayos azules malignos, los planos de retroproyección de cielos infernales y las memorables guariadas de Lo Pan con sus salas de tortura y monstruos varios. Ya ni hablamos de la galería de flipados que hacen aparición por el film. Una cantera inagotable de tarados escupiendo fuego y curtiéndose el lomo para deleite del público más afín al fantástico. En todo ese aspecto, el film es de 10.

En la fotografía encontramos a Dean Cundey, un fotógrafo familiarizado con el fantástico y los efectos especiales. Recordemos su labor en la saga Regreso al futuro. Además era un habitual de Carpenter. El propio director, con la ayuda de Alan Howarth, se encargó de la música de la película.

El protagonista no podía ser otro que Kurt Russell, pilar indiscutible del cine de Carpenter. Russell ya había sido cabeza de cartel en anteriores obras imprescindibles de su director como1997: Rescate en Nueva York (1981) o La cosa(1982). Aquí nos entrega un personaje top de su filmografía. Un botarate encantado de conocerse y al que le gusta hablar de sí mismo en tercera persona. Este sujeto no es otro que Jack Burton, un camionero americano de pura cepa que va totalmente a la suya en “territorio enemigo”. Así hasta que se ve metido en medio de una guerra ancestral y acaba perdiendo su camión. Algo que no puede permitir de ninguna manera.

Junto a Russell, y del lado occidental del casting, tenemos a Kim Catrall como Gracie Law, una joven que conoce todo lo que se cuece en Chinatown y que acabará, por azares del destino, acompañando a los protagonistas en sus surrealistas peripecias. En un momento dado hará llamar a Margo, una periodista interpretada por Kate Burton, para que lo documente todo. Por el camino se sumará Egg-Shen, una especie de mago dormido del lado de los buenos que se gana la vida como conductor de autobuses turísticos al que da vida Victor Wong.

Burton, Gracie, Margo y Egg buscan ayudar al desamparado Wang Chi encarnado por Dennis Dun. Wang quiere recuperar, a toda costa, a su prometida de las manos del maquiavélico Lo Pan. Ojo con Dun porque una de las gracias del film radica en que él es el verdadero héroe de acción de la propuesta, sobre todo sacando a relucir de la nada sus habilidades marciales.

Respecto al citado Lo Pan decir que resulta encarnado por James Hong con varias apariencias a lo largo del metraje. Atención a su risa maligna, sus uñas como sables y su inenarrable look de Fu-Manchú enloquecido realmente descacharrante. También es imposible pasar por alto las gloriosas apariciones de los magos del sombrero de canasto gigante: James Pax, Carter Wong & Peter Kwong, especialmente antológico es el rol de Carter Wong ganando masa muscular a voluntad. Estos personajes influirían con total claridad en iconos posteriores como Raiden del mítico videojuego ‘Mortal Kombat’.

Finalmente y ¡cómo no! siendo un film con gran presencia asiática y peleas, tenemos el cameo imprescindible de Al Leong como un peleador de la batalla del callejón. Y también la aparición como extra de un aún desconocido para el gran público Cary Hiroyuki-Tagawa, maloso noventero imprescindible del cine de artes marciales de los 90.

“¿Sabes lo que suele decir Jack Burton en un momento como este?” (Jack Burton)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Golpe en la pequeña China, un divertimento de primer nivel y una especie de rareza en la filmografía de John Carpenter. Un film totalmente libre de prejuicios e incluso imposible de ubicar en un solo género. La cinta contiene además una galería de personajes, secuencias y momentos inolvidables. Todo ello con un ritmo frenético revelado como auténtico disfrute le caigan encima los visionados que le caigan. Pura genialidad ochentera. Simple y llanamente imprescindible.

Tráiler de Golpe en la pequeña China

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