La cosa (El enigma de otro mundo)
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Superior remake del film ‘El enigma… de otro mundo’ (1951) y adaptación más cercana al relato original de John W. Campbell. Hoy os hablo de una de las incuestionables obras maestras del género de terror y ciencia ficción. Una de las películas más inquietantes y terroríficas del cine moderno. Un prodigio de efectos especiales y maquillajes. Una cinta que ha quedado para los anales de la historia del cine de género. Es hora de conocer a… La cosa (El enigma de otro mundo)’.

Crítica de La cosa (El enigma de otro mundo)

A estas alturas, muy poco queda por decir de una incuestionable obra maestra del cine de terror como lo es ‘La cosa (El enigma de otro mundo)’. De este film ya se ha dicho absolutamente de todo y acaparado infinidad de halagos. Estamos ante una obra justamente encumbrada en la cima del cine fantástico. Además, y con el paso del tiempo, ha ido ganando más y más prestigio. Y todo esto a pesar del fracaso comercial, y de crítica, que en su día supuso esta imprescindible película de John Carpenter. Pero nunca estará de más recordar, tanto a las viejas como a las nuevas generaciones, lo que esta película significó para el cine de género. Un film que todavía actualmente es capaz de transmitir un sinfín de sensaciones.

Sin lugar a dudas, estamos ante una de esas pocas cintas que, pese al transcurso de los años, aún es capaz de provocar verdadero desasosiego en el espectador. Incluso en aquel que ya se encuentra sobradamente curtido en el género. Así pues, comencemos hablando un poco sobre John Carpenter.

Hablamos de un director considerado como uno de los ‘maestros del fantastique’. Puede que Carpenter no pueda considerarse como un autor capaz de dotar a su trabajo de cierta diversificación o afán por explorar otros géneros. De todos es bien sabido que el realizador está claramente afincado en el cine de género. Quizás tampoco se le pueda atribuir un claro y definido estilo narrativo que caracterice, sin excepción alguna, a todas y cada una de sus películas. Sin embargo, sí que se puede considerar como un autor capaz de imprimir su sello de personalidad en aspectos tan importantes como el guión o la banda sonora de sus films. En este sentido, Carpenter es capaz de convertir cualquier proyecto en una obra de culto o, como mínimo, en un producto interesante, ya sea por encargo de las grandes compañías o instaurado a través de su propia imaginación.

Curiosamente, ‘La cosa’ fue el primer proyecto que aceptó dirigir por encargo de una de las majors más importantes: Universal Pictures. Esta fue su primera colaboración con una compañía de alto status dentro de su competencia. La película esta basada en el relato corto ‘Who goes there?’, publicado por John W. Campbell en el ya lejano 1948. Y a su vez es un reamke del filmEl enigma… de otro mundo (Christian Nyby y Howard Hawks, 1951). La iniciativa de filmar una revisión actualizada fue del productor Stuart Cohen, amigo personal del propio Carpenter. Lo curioso es que este último no fue la primera opción para sentarse en la silla del director… aunque finalmente fue él quien se encargó de plasmar en pantalla el sobrecogedor guión de Bill Lancaster. Así fue como surgió un oscuro remake que poco o nada tendría que ver con el film original.

La temática central gira en torno a un grupo de científicos noruegos que se encuentran trabajando en una estación de investigación localizada en la Antártida. Los científicos se ven envueltos en un terrorífico escenario cuando descubren a un ser extraterrestre. Un alien que llevaba sepultado en el hielo durante millones de años. Los noruegos lo descongelan y, a partir de ahí, ninguno queda con vida… Posteriormente es cuando entran en juego los americanos llevándose la sorpresa de sus vidas. La premisa principal nos ofrece a un extraterrestre multiforme capaz de copiar y robar la identidad de cualquier ser vivo. Sin duda, esto pondría en serio peligro a toda la humanidad en caso de que el extraterrestre consiguiera emigrar a la civilización.

A partir de ese planteamiento, John Carpenter hace uso de su habilidad para dotar a la película de un insufrible ambiente de desconfianza. Las sospechas se apoderan de los protagonistas de la función. Tal es el caso que nadie logra saber con total nitidez quién es quién. Ni tan si quiera el espectador que se ve envuelto desde el primer momento en esta atmósfera paranoide de terror y tensión provocada por «algo» que aún no sabemos cómo identificar ni que aspecto tiene. De este modo, los protagonistas sufren el continuo riesgo de perder su identidad espiritual, que no la identidad física, pues son sometidos por el ente extraterrestre a un terrible y gráfico proceso de clonación posterior a la destrucción del sujeto humano, célula a célula, por el propio ser. Lo que implica un inmoral y tétrico suceso aún más terrorífico que la propia muerte.

El método mediante el cual el alienígena suplanta, o replica, la identidad de sus víctimas no queda plasmado en pantalla precisamente de la manera más sutil y light posible. En consecuencia, las imágenes de tal proceso siguen resultando tan perturbadoras, sangrientas y terroríficas como la primera vez que las contemplamos. De hecho, ‘La cosa’ es una de esas películas capaces de provocar la misma tensión e inquietud que en su primer visionado. Y esto es algo de lo cual pocas películas de género pueden presumir.

Los apabullantes efectos especiales fueron obra del siempre eficiente Rob Bottín. El especialista fue uno de los principales artífices, junto al propio Carpenter, del éxito de la película años después de su estreno. Sus increíbles efectos especiales representan con sorprendente realismo, originalidad e impacto visual las distintas formas que puede adoptar el extraterrestre durante el proceso de clonación o, mejor dicho, de asimilación de otro ser vivo.

Desafortunadamente, por el hecho de que la película contenga ciertas dosis de transformaciones tremendamente viscerales ha sido, en ocasiones, llevada a ser equivocadamente catalogada como: «otro film de terror plagado de efectos especiales». Descripción realizada por todos aquellos que no fueron capaces de captar y comprender la verdadera esencia de la historia: la paranoia de grupo y el hecho de tener que enfrentarse a algo imposible de identificar a simple vista. Esta situación origina un ambiente de desconfianza entre los propios integrantes de la estación. Se llega incluso a rozar la locura, no quedando exento de la misma ni tan siquiera el supuesto héroe principal del relato, McReady,  interpretado por un siempre muy notable Kurt Russell, actor fetiche del propio Carpenter.

El plato fuerte del film, al margen de los efectos especiales, es la narrativa que Carpenter emplea para envolver al espectador en tan malsana atmósfera. El realizador hace que la cámara sea un comedido y silencioso personaje más. Un personaje que busca la complicidad del espectador mediante la búsqueda de planos oscuros, sombríos y plagados de pesimismo. Se logra así una puesta en escena tan sencilla como espeluznante. Al final se termina por recrear una ambientación de la que es difícil desconectarse aún habiendo finalizado la película. Todo ello aderezado con una extraordinaria banda sonora de Ennio Morricone. La música, sin duda, ayuda a incrementar las sensaciones a lo largo de esta experiencia cinematográfica.

En lo referente al factor humano de la trama, si hemos visionado la ya citada ‘El enigma… de otro mundo’, rápidamente notaremos que el ambiente de grupo y diálogos entre los personajes de una película y otra difieren un abismo. Si en el film de Christian Nyby y Howard Hawks imperaba un ambiente de camaradería, e incluso humor… por el contrario, Carpenter decide dotar a su película de un complicado colectivo en el que cada persona difiere con notoriedad del resto, tanto en rasgos físicos y condición racial como en rasgos intelectuales. Esto conlleva inevitablemente a cierta individualidad y aislamiento social de cada uno de ellos. Naturalmente se originan discrepancias y rencillas que se verán acentuadas cuando el extraterrestre entre en escena y origine un ambiente de extrema desconfianza en un grupo ya de por sí poco amistoso y parco en palabras.

En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de La cosa (El enigma de otro mundo), una película que, como habrán podido comprobar, marca claras diferencias con su original: mientras la cinta de 1951 más que un film de género es un thriller de ciencia ficción exento de elementos verdaderamente perturbadores o inquietantes, aquí sucede todo lo contrario. En esta versión nos encontrándonos ante una verdadera obra maestra del cine de terror de todos los tiempos que difícilmente será superada en futuro alguno. Puede que la época dorada de John Carpenter ya haya quedado atrás, pero en ‘La cosa’ nos mostró con creces que fue uno de los insustituibles maestros del fantástico moderno.

Tráiler de La cosa (El enigma de otro mundo)

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